miércoles, 4 de junio de 2008

El inicio del trasplante de pulmón fue algo más experimental que clínico


Fue el último en incorporarse a la cartera de servicios del Reina Sofía, pero, quizás, es el que ha experimentado un mayor crecimiento desde su puesta en marcha en 1993. El Jefe de Cirugía Torácica del centro cordobés, Ángel Salvatierra, coordina el programa de trasplantes de pulmón desde sus inicios, y reconoce que se incorporó años después del resto "no por capricho, sino porque es el más delicado". El pulmón es el órgano más proclive al dañarse, es el que menos aguanta el tiempo que transcurre desde que se extrae del donante hasta que se implanta en el enfermo y el que tiene una arquitectura interna más compleja. Por ello, su puesta en marcha hace ahora 15 años fue fruto de una laboriosa preparación que pronto obtuvo su recompensa. El Reina Sofía fue el primer centro autorizado para el trasplante pulmonar infantil y de los pioneros a nivel nacional. En Andalucía, además, es el único que puede realizar este tipo de cirugía. El doctor Salvatierra reconoce que el arranque fue difícil, "considerado como algo más experimental que clínico". Hoy, afortunadamente, es otro de los tratamientos estrella del centro cordobés que ha logrado salvar muchas vidas, como la de Emilio José Correro, trasplantado de los dos pulmones y el hígado hace justo un mes.Desde la puesta en marcha de este programa, la calidad de vida de los pacientes trasplantados ha mejorado sustancialmente y la esperanza de vida actual se sitúa en un 50% a los cinco años de la operación y en un 25% a los diez, datos que están sensiblemente por encima de los registrados en otros centros. "Es una intervención muy compleja que requiere la coordinación de muchos profesionales, pues es el único órgano que está en contacto con el ambiente, por lo que las posibilidades de infección y, por tanto, de rechazo se multiplican.La fibrosis quística y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son las principales indicaciones para el injerto pulmonar, aunque concretamente para combatir la segunda de las patologías que derivan en esta cirugía el mejor tratamiento "es evitar el tabaco". El jefe de Cirugía Torácica no descarta la posibilidad de trasplante de donante vivo relacionado, es decir, que un familiar ceda uno de sus pulmones al enfermo, aunque ahora mismo éticamente no está justificado porque la mortalidad no es lo suficientemente alta para que pongan en riesgo la vida de más de una persona. Uno de los retos más importantes a los que se enfrenta el doctor Salvatierra es el primer trasplante cardiopulmonar del Reina Sofía, una operación en la que se lleva trabajando mucho tiempo y para la que ya se han estudiado a varios candidatos. "Estoy seguro de que se hará muy pronto, pues tenemos algunos receptores", concluyó.

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