Torreblanca contra la ciudad impune

FERNANDO DEL VALLE LORENCI. Director de ABC Córdoba
CUANDO el pasado 13 de enero ABC comenzó a publicar el serial de los agentes de la Línea Verde que se habían construido sus flamantes chalecitos sin licencia en la parcelación de Torreblanca sin que se hubiera abierto expediente contra ellos, las alarmas debieron de empezar a sonar fuerte en muchas dependencias municipales. Y en muchos despachos. No sabemos a qué altura. El conocimiento de este flagrante hecho delictivo, cometido por funcionarios públicos, existía en la casa capitular. No debió de ser agradable para determinadas personas sabedoras del asunto que éste terminara saliendo a la luz pública. Y menos en el medio de comunicación en que lo hizo.
Sin embargo, en la ciudad impune donde nunca pasa nada, ante situaciones de este tipo muy pronto comienzan a moverse los resortes para que al final, pues eso, que nunca pase nada. Que el infractor salga ileso y que la autoridad siempre tan competente mire hacia la Ribera por si acaso por allí pasa algún ave protegida camino de la Albolafia.
Así, una vez atenuado el estruendo de las primeras alarmas, la maquinaria impúdica del que me quede como estoy se puso en marcha, implacable. Se anunció la apertura de una investigación que aún tardaría algunas semanas en abrirse efectivamente. Corrieron las palabras de comprensión y amparo a los presuntos. Y comenzó la obscena y subterránea campaña de desprestigio contra el profesional que había investigado y destapado el caso y contra el periódico gracias a cuyas páginas toda Córdoba pudo enterarse de un escándalo tal. Y esta campañita sí que sabemos efectivamente de qué altos despachos provenía. Elevadísimos. Son las cosas de estos chicos del ABC, siempre metiendo el dedo en el ojo. Ya pasará la tormenta, debieron de pensar algunos.
Con lo que no contaban los grandes estrategas de la política local es que un entuerto de esta envergadura difícilmente puede quedarse en agua de borrajas. Más aún cuando sus protagonistas se ponen tan nerviosos y cometen tantas torpezas, no se sabe si al sentirse amparados por este clima oprobioso que todo lo puede. Tampoco contaba nadie con que una investigación puesta en marcha desde dentro acabara dando los frutos que ha dado. «El gobierno municipal podía haber decidido en enero decir que aquí nada pasa, aquí nada hay y ya está», afirmó ufano el pasado jueves el portavoz del grupo municipal de IU, Francisco Tejada. Algunos, querido Paco, siguieron creyendo que nada pasaría durante al menos un tiempo. Pero se encontraron con un trabajo ímprobo de la secretaria del Ayuntamiento, que no cedió a presiones y terminó desentrañando una telaraña que acabó por ser mucho más grave y tupida que los hechos que en su día denunció ABC. Que tan fácilmente podían haberse resuelto, por cierto.
Y en ésas estamos. Conscientes de encontrarnos ante uno de los casos más graves acaecidos en el Ayuntamiento en los últimos tiempos. Pero con muchas, muchísimas preguntas que aún no tienen respuesta. Con muchos vectores por desentrañar. Confiando en que la Justicia termine por poner las cosas en su sitio y resuelva tanta incógnita. Y felicitándonos de que siga habiendo periodistas que no comprenden, ni compartirán nunca, que ésta pueda ser la ciudad impune en la que nunca pasa nada.