domingo, 23 de marzo de 2008

EL VETO DE DOÑAROSA

Leo hoy en el diario ABC. de Córdoba un editorial del Director de la edición de Còrdoba que por su interés lo coloco en mi blog,para que sepan los cordobeses como trata Rosita a este diario que le dice las verdades y las iregularidades que hace en el Ayuntamiento.


CRÓNICAS DE LOS DISCRETOS: El veto

por FERNANDO DEL VALLE LORENCI (Director de ABC Córdoba)
PARA empezar, les rogaré que sepan disculpar que hoy, Domingo de Resurrección, hable de nosotros, que nunca deberíamos ser noticia. Pero existen ocasiones en las que, sin quererlo, nos vemos abocados a convertirnos en ella. O al menos, y como sucede en el caso que paso a relatarles, nos volvemos pacientes sujetos que soportan las consecuencias de los actos de quienes realmente son noticia por cuanto elaboran la actualidad. Me explico.
Como ustedes habrán visto publicado en éste su diario, el Ayuntamiento de Córdoba ha vuelto a negar una campaña de publicidad institucional a ABC. Sorprendentemente, los habituales anuncios con los que el Consistorio anima a los cordobeses a no coger el coche en estos días de Semana Santa y utilizar el transporte público han desaparecido de nuestras páginas. Hasta la fecha, y desde el nacimiento de la edición cordobesa de ABC, siempre habían sido insertados. Pero esta vez no. ¿Será porque Rosa Aguilar piensa que los lectores de ABC ya son lo suficientemente cívicos y van al Centro a pie a ver las procesiones? A mí no me cabe la menor duda de que cívicos y educados, nuestros lectores lo son un rato, pero mucho me temo que ése no es el motivo de este espurio veto.
Principalmente, porque es la segunda vez en lo que va de año que ocurre. Ya antes a nuestro diario le fue negada otra campaña publicitaria con la que tradicionalmente había contado, la de la oferta cordobesa en la Feria del Turismo (Fitur). Casualmente (¿?), aquella feria coincidió en el tiempo con las informaciones que publicó ABC sobre los policías locales que se habían construido unas viviendas ilegales en la parcelación de Torreblanca y las aún poco claras actuaciones que para solventar el asunto había emprendido el área de Seguridad y Tráfico. Entre esos agentes, como se recordará, estaba incluso un escolta de la propia alcaldesa. A la que parece que le enfurece un tanto que los cordobeses conozcan, vía nuestro periódico, que en todas partes hay garbanzos más oscuros y que no siempre se separa con denuedo el grano de la paja. Con perdón.
No. Este Ayuntamiento, tan de izquierdas, tan de progreso, entiende que los medios de comunicación deben estar a su servicio. Serán rescoldos de la pátina comunista que aún queda a algunos de nuestros munícipes. Reminiscencias del «Pravda». O de la prensa del Movimiento, que ya se sabe que los extremos se tocan.
Y es por eso que, cuando les sale una voz crítica, además de intentar matar al mensajero esparciendo insidias inaceptables, tratan de cortarle la voz con el único instrumento que tienen: el chantaje. Chantaje por cierto por cuatro perras, que es de lo que al fin y al cabo estamos hablando. Sin las que ABC Córdoba, por supuesto, puede mantenerse perfectamente gracias al crédito obtenido entre sus anunciantes y lectores, que lo mantienen como segunda opción de la prensa cordobesa casi doblando en difusión a la tercera.
Pero un abyecto chantaje que, no se debería olvidar, se establece con dinero público. Dinero que no es de Izquierda Unida, ni de Rosa Aguilar, ni de su lugarteniente el delegado de Presidencia, encargado de distribuir la publicidad institucional. Es dinero de todos. Entre ellos, muchos lectores de ABC. A los que estoy seguro no les gusta ser vetados por leer un periódico que ha sido, es y será independiente. Pero allá cada uno con sus actos. Y reitero mis disculpas.

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