Uno de los soldados del primer pelotón que se encontraban junto al capitán en el ejercicio declara como testigo las palabras con las que dio la orden
La investigación revela que la prueba del lago de Cerro Muriano pudo «suspenderse o modificarse» tras un primer intento fallido
Uno de los soldados que se encontraba en el primer pelotón preparado para realizar el ejercicio 'cruce del lago' ese fatídico 21 de diciembre en la base de Cerro Muriano y que habían observado cómo el primer intento de demostración por parte de tres militares de cruzarlo había sido fallido ha declarado ante la Policía Judicial que la orden del capitán fue clara: «Me suda la p... todo, todo el mundo para adentro».
Esa orden malsonante llegaba, según reza en el atestado realizado por la Policía Judical de la Guardia Civil, después de comprobar él mismo como los tres militares que habían servido de avanzadilla tuvieron que regresar a la orilla de origen y uno de ellos incluso había perdido el fusil. La actitud del capitán fue, según declaran varios testigos ante los investigadores, esos instantes antes de introducir a todo el pelotón en el agua «dar un golpe en el casco -a este soldado que había perdido el arma- con la mano abierta».
Estas circunstancias han sido incluidas por los abogados de la familia del soldado Carlos León, el bufete Luis Romero, en su recurso de apelación ante la Audiencia Provincial contra la decisión del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba de inhibirse en favor de la Justicia Militar, que se ha presentado este jueves.
Estos letrados solicitan que dicho Juzgado de Instrucción sea el competente para llevar el caso. Porque, según ha informado este bufete, consideran que lo sucedido en el lago encaja con «unos hechos delictivos no tipificados en el Código Penal Militar, sino que únicamente son tipificados en el Código Penal Común al tratarse de un delito de homicidio doloso eventual, en comisión por omisión, al menos indiciariamente»
De vuelta a la secuencia de hechos reconstruidos con los testimonios recogidos por la Guardia Civil, cuando salen todos del agua y una vez fuera el capitán es cuando espeta esa orden y es entonces cuando el pelotón encabezado por un teniente y seguidamente los demás soldados se introducen en el agua en hilera, estando entre ellos el desaparecido cabo Jiménez.
Este testigo que se encontraba situado entre el soldado Léon -segundo de los militares fallecidos- que estaba delante y otro soldado que lo tenía detrás-, ha declarado que «el agua se encontraba tan fría que su cuerpo se quedó engarrotado y no le respondía; no sentía nada«, y ante los investigadores asemeja la situación a »un sueño en el que está nadando y no avanza, llegando a la mitad del lago muchos compañeros gritan «Socorro, me ahogo; me falle el cuerpo, no puedo nadar».
Pierde el conocimiento en el agua
Este soldado, sigue nadando, según su declaración, y adelanta al soldado León cuando nota que sus fuerzas flaquean se agarra a la cuerda viendo como la misma cada vez está más dentro del agua, bajando tanto que «incluso la notó debajo de sus pies«. En esos instantes lucha desesperadamente con la mochila para mantenerse a flote, el fusil al llevarlo también adherido con una cincha a su cuerpo le impide nadar y comienza a tragar bastante agua, se agarra a la mochila con una mano pero ya todo su cuerpo estaba bajo el agua, en ese instante pierde el conocimiento y lo sacan del agua.
Según refleja el atestado policial, al que ha tenido acceso ABC, y a falta de conocer un informe que el propio capitán envió a sus superiores sobre lo sucedido respecto a las características concretas del ejercicio -sobre todo, la longitud y profundidad del cruce del lago más la hora de realización-, el instructor de la Guardia Civil indica que el capitán tenía competencias para «suspender o modificar» la prueba al ser «responsable del ejercicio y tener competencia suficiente» para ello.
FLOTABILIDAD
La frase que según los testigos dijo el capitán adquiere gran relevancia en la investigación en cuanto la diligencia policial pone énfasis en el hecho de que fracasara un primer intento de abordar el paso del lago que se hizo antes de iniciar la maniobra conjunta por «problemas de flotabilidad de algunas de las mochilas», el frío y el agua con muy bajas temperaturas, así como el «nerviosismo creado en algunos soldados».
ABC DE CÓRDOBA
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