Los negociadores batasunos fijan su mirada en su siguiente objetivo tras lograr la Alcaldía de Pamplona. Y aprovecharán el trámite de enmiendas de la ley de amnistía para sacar a "sus 200".
18 de octubre de 2021, Eibar (Guipúzcoa), Arnaldo Otegi: "Tenemos a 200 dentro. Y esos 200 tienen que salir de la cárcel. Si para eso hay que votar los presupuestos. Así de alto y claro os lo decimos".
Aquel micrófono oculto en una asamblea de las bases batasunas delató hace ya dos años el punto y final de la hoja de ruta de Bildu en su alianza estratégica con el PSOE de Pedro Sánchez. Y tal como informó este jueves en ESdiario Esther Jaén, la moción de censura avalada por los socialistas navarros para entregar la Alcaldía de Pamplona al bildu Joseba Asirón no es ni mucho menos el punto y final de los pagos de Moncloa a la formación de Otegi.
Es verdad, como llevan años denunciando la AVT y Covite, que el ministro del Interior lleva desde su llegada al cargo allanando el camino con dos decisiones trascendentales y estratégicas, pactadas antes por Ferraz a dos bandas, con Bildu y con el PNV.
18 de octubre de 2021, Eibar (Guipúzcoa), Arnaldo Otegi: "Tenemos a 200 dentro. Y esos 200 tienen que salir de la cárcel. Si para eso hay que votar los presupuestos. Así de alto y claro os lo decimos".
La primera, el medidísimo plan de acercamiento de presos etarras a cárceles vascas engrasado con un discutido programa de concesión de segundos y terceros grados. Baste este dato, el 92% de los presos de ETA acabó en 2022 en cárceles del País Vasco y Navarra. Conclusión: no queda un solo recluso terroristas en cárceles que no sean vascas.
La segunda pata del plan de Sánchez pasó por acelerar la tranferencia de Instituciones Penitenciarias al Gobierno Vasco, en manos del PNV. Solo en 2022, el Gobierno de Urkullu concedió 32 terceros grados (un régimen de semilibertad), de los que la Fiscalía recurrió 22 y la Audiencia Nacional revocó 6. Curiosamente, una de las quejas que los diputados de Bildu trasladaron a Sánchez fue esa actitud de la Fiscalía.
Sánchez con Bildu: pantalla (Pamplona), llama a pantalla (presos de ETA).
En Bildu son más que conscientes que la "solución" a esos 200 que Otegi consideraba como suyos será el espaldarazo definitivo para el asalto al Palacio de Ajuria Enea en las próximas elecciones vascas. Por eso en la AVT se teme que la salida de los presos terroristas, acogidos de alguna u otra forma por la ley de amnistía que ya se tramita en el Congreso, sea más pronto que tarde.
Y mientras, se recuerda desde la Policía y la Guardia Civil y desde las propias asociaciones de víctimas, hay más de 300 asesinatos aún sin resolver. Y muchos de esos 200 que pueden salir a la calle se han negado a colaborar para aclararlos.
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