PABLO XIMÉNEZ DE SANDOVAL
Ignoremos a todos los cargos del PSOE, por razones obvias, y aun así la lista de personalidades que han firmado en apoyo de José Antonio Griñán es verdaderamente notable. El expresidente de la Junta de Andalucía, de 76 años, fue condenado el pasado mes de julio por el Tribunal Supremo a seis años de cárcel por el caso ERE, la trama en la que se desviaron cientos de millones en ayudas públicas para resolver la vida a amiguetes por medio de prejubilaciones fraudulentas (aquí tiene la sentencia y aquí se la explica Reyes Rincón). Griñán debe ahora ingresar en prisión. El pasado 1 de septiembre, su esposa y sus tres hijos registraron una petición de indulto ante el Ministerio de Justicia por razones de “humanidad y equidad” y pidieron expresamente que no se enrede en el debate político. Desde entonces, la petición ha acumulado una lista de apoyos que desafía la intuición. Según el último recuento publicado se han significado en apoyo del indulto personas tan conocidas como los escritores Fernando Savater, Manuel Vicent, Luis García Montero, Javier Cercas, el seleccionador Vicente del Bosque, el director de cine José Luis Garci, el periodista Iñaki Gabilondo, antiguos magistrados, antiguos dirigentes sindicales, profesores universitarios y, en el mundo de la política, excargos del PP andaluz como Juan Ojeda, políticos de IU, del catalanismo, del andalucismo, de la órbita de Podemos… Aquí tiene la lista más exhaustiva que he encontrado.
Uno de los firmantes es el exmagistrado del Supremo José Antonio Martín Pallín, que hoy expone sus argumentos a favor del indulto en una tribuna en nuestras páginas. Escribe: “Estimo que, ante el desatino judicial, el indulto solicitado y los que se presenten en el futuro deben concederse por razones de justicia y equidad. Según el artículo 4 del Código Penal, el juez o tribunal puede suspender la ejecución de la pena mientras no se resuelva sobre el indulto cuando, de ser ejecutada la sentencia, la finalidad de este pudiera resultar ilusoria. Según la Constitución, uno de los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico es la justicia. De momento, la única forma de restaurarla es mediante el ejercicio del derecho de gracia”. Lea aquí sus argumentos: ‘Caso ERE’: una sentencia equivocada y un indulto justificado.
El artículo de Martín Pallín nos sirve de entrada a un debate que lleva circulando desde el día que salió la sentencia y que en algún momento deberá resolver el Consejo de Ministros. Más allá de la obviedad de que las sentencias están para cumplirlas, que en eso estamos todos de acuerdo, aquí tiene algunos puntos de vista más sobre el caso de José Antonio Griñán.
El escritor Fernando Savater, otro de los firmantes, lo contó en una columna: “Deploro y condeno las faltas del político socialista, en parte castigadas por su zarandeo procesal y su deshonor político. Pero no soy juez, ni verdugo”. Lea aquí: He firmado por el indulto a Griñán.
El abogado Enrique Lillo critica la sentencia: “Ante la ausencia de prueba directa y clara de la autoría de los hechos por los dirigentes políticos de la Junta, se acude a consideraciones genéricas sobre supuestas interpretaciones —“debía conocer”, “debía saber”, “no es lógico que no lo conociera”— que no pueden armar una motivación suficiente de una prueba condenatoria”. Léalo aquí: El caso de los ERE de Andalucía: vicios de una sentencia.
Y la catedrática Ana Carmona explica los condicionantes del indulto: “El Ejecutivo se encuentra solo ante el peligro, debiendo calibrar las consecuencias políticas derivadas de una decisión que, con independencia de cuál sea, rebasa el terreno de lo estrictamente individual —la puesta en libertad o no del condenado— para situarse en el centro del debate público”. Léalo aquí: Sobre el indulto a Griñán.
Aparte, si tiene la suerte de poder ignorar completamente a un tipo llamado Elon Musk en Twitter, aproveche para echar un vistazo a nuestras lecturas de Opinión de este miércoles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario