lunes, 24 de enero de 2022

La Moncloa dispara el gasto en propaganda un 32%: más de 115 millones al año para autobombo

 

El Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos se gasta en publicidad oficial casi el doble que cuando gobernaba Mariano Rajoy

A la par, el servicio de comunicación del Gobierno cuesta 69 millones de euros anuales, un 28% más que con el PP


El Gobierno de Pedro Sánchez ha pisado el acelerador del gasto en propaganda informativa y publicitaria, autobombo regado de forma creciente con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. En solo dos años, entre 2019 y 2020, Sánchez disparó el gasto en comunicación y publicidad institucional un 32%. Y todo apunta a que en 2021 se habrá producido otro incremento añadido, a la vista tanto del dinero consumido hasta noviembre por el servicio de comunicación como de las abultadas previsiones de gasto en publicidad ministerial que anunció el Ejecutivo, muy superiores a las de ejercicios anteriores.

A falta de los números que arroje 2021 –aún no se han publicado–, los de años anteriores son elocuentes. Sánchez se instaló en La Moncloa

el 1 de junio de 2018, gracias a la moción de censura con la que derribó a Mariano Rajoy (PP). En 2016 y 2017, los dos últimos años completos de la era Rajoy, su Gobierno dedicó una media de 80 millones al año a publicidad institucional y a costear el servicio de comunicación –54 millones a comunicación y 26 a publicidad oficial–. Sin embargo, entre 2019 y 2020, los dos primeros años completos con Sánchez al frente del Ejecutivo, el coste medio anual se ha disparado hasta los 106 millones, y escalando con fuerza. En 2020 alcanzó los 116,7 millones de euros: 68,8 millones en comunicación y 47,9 millones en publicidad, según la documentación oficial recopilada por ABC.

En promedio, por tanto, Sánchez ha disparado el gasto de conjunto un 32% respecto a sus antecesores del PP. Y eso sin contar el previsible incremento que se haya producido en 2021.

Discriminación informativa

De la propaganda informativa se encarga el servicio de prensa controlado desde la Presidencia del Gobierno. Su responsable político es el secretario de Estado de ComunicaciónFrancesc Vallès, que esta semana ha desatado la polémica al discriminar a los medios de comunicación que le resultan incómodos al Ejecutivo por sus informaciones, entre ellos ABC. Vallès decidió segregar a los medios críticos y relegarlos en una presentación sobre fondos europeos. Lejos de rectificar, Vallès ha anunciado que no descarta seguir usando esos modos, porque entiende que el Gobierno es libre de decidir a quién llama y cómo. «Los criterios son los que establece el convocante», dice Vallès, cuyo nutrido servicio de comunicación oficial consume unos 69 millones de euros al año, 15 de ellos en sueldos, 3,2 millones más del coste salarial que tuvo esta misma unidad en el último año completo de Rajoy en La Moncloa.

En 2020 el Gobierno consumió casi 50 millones de euros en publicidad, y se reservó 123 millones para gastárselos en 2021

Para 2022, el presupuesto asignado a este servicio es todavía mayor. Alcanza los 79,28 millones de euros en total, de los que 16,12 se han consignado para sueldos. Del resto de gastos, el más abultado es el pago a la Agencia Efe por cubrir información «de interés público». El Gobierno se ha convertido de esta forma en el mayor cliente de esta agencia de noticias estatal. Baste un dato: entre enero y noviembre de 2021, el Gobierno le inyectó por esta vía más de 40 millones de euros.

En su conjunto, entre sueldos y gastos diversos de gestión, el servicio de comunicación del Gobierno de Sánchez cuesta un 28% más que lo que costaba el de sus antecesores del PP. En cifra absoluta, es 15 millones de euros más caro.

Publicidad y poder

Pero el autobombo informativo es solo una de las dos grandes patas sobre las que descansa la cara estrategia propagandística del Gobierno. La otra es la publicidad institucional, el enorme caudal de dinero público que reparte entre los medios de comunicación. La inversión publicitaria oficial es una tentadora herramienta para gestionar voluntades, filias y fobias mediáticas desde el poder. Y, a más dinero disponible, mayor capacidad potencial para influir en el escenario mediático. Más aún en tiempos de crisis, en los que la publicidad pública gana peso en el agregado de los ingresos comerciales de las empresas informativas. Pues bien, el Gobierno de Sánchez no ha dudado en disparar el gasto en publicidad institucional. En la práctica, esto ha reforzado su capacidad de influencia en el panorama mediático español por la vía de la inversión publicitaria pagada con cargo al presupuesto de todos los españoles. Hasta 2020 –último año completo del que hay datos–, el Ejecutivo de Pedro Sánchez había disparado el gasto en publicidad institucional un 42%. Y, a falta de que se conozca la liquidación de 2021, hace un año ya dejó claro que pensaba gastar todavía más, según hizo constar en el plan diseñado para ese ejercicio: se reservó una cifra récord de 123,38 millones de euros para gastar en publicidad institucional a lo largo de 2021.

En los dos últimos años de la presidencia de Rajoy –2016 y 2017–, el Gobierno del PP se gastó en publicidad institucional una media de 26 millones anuales. Sin embargo, en los dos primeros años completos de presidencia de Sánchez –2019 y 2020–, su Ejecutivo consumió en acciones publicitarias una media de 37 millones por ejercicio, y la tendencia era de acelerado aumento: de los 25,91 millones que se gastó en 2019, pasó a 47,86 millones en 2020. El Gobierno de Sánchez lo justificó por las campañas lanzadas en torno al Covid, pero dos tercios de todo lo que repartió en 2020 en publicidad oficial no salieron del Ministerio de Sanidad.

Para 2021, el Ejecutivo PSOE-Unidas Podemos decidió disparar aún más su presupuesto para publicidad institucional. Lo elevó hasta los citados 123,38 millones de euros, y el ministerio más nutrido fue el de Agricultura, Pesca y Alimentación, con 23,25 millones disponibles para campañas publicitarias, seguido de los Ministerios deTransición Ecológica (16,33 millones), Sanidad (14,44 millones) e Igualdad (13,88 millones). Aún no se sabe cuánto se ha consumido de todo ese presupuesto que se reservó para publicidad oficial en 2021, porque el Gobierno todavía no ha publicado este último informe anual de gastos publicitarios.

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