domingo, 10 de octubre de 2021

González Laya está “dolida”: esperaba una llamada de Pedro Sánchez tras haberle salvado la cara ante el juez

 


La ex ministra confiesa que lo está pasando mal porque el presidente aún no se ha puesto en contacto con ella después de negarse a revelar quién dio la orden para autorizar la entrada de Ghali en España


Arancha González Laya acudió el pasado lunes a los juzgados de Zaragoza para declarar como imputada por el ‘caso Ghali’. Un escándalo que ha puesto también en el punto de mira al propio Pedro Sánchez. La ex ministra de Exteriores confiesa estos días estar “dolida” por la distancia que ha marcado el presidente tras haberle salvado la cara.

Hay que destacar que el testimonio de González Laya resultaba clave si desvelaba cómo se había decidido la operación, quién fue su último responsable y quiénes lo ejecutaron desde el Gobierno.

La investigación habría dado un salto sustancial y habría emprendido ruta hacia el Tribunal Supremo, al haber podido implicar a miembros en activo del Ejecutivo que son aforados.

González Laya se encuentra “dolida”

La ex ministra de Exteriores, de la que Pedro Sánchez prescindió abruptamente en su crisis de Gobierno del pasado mes de julio, se ha alineado a favor del Ejecutivo del que fue despedida. Ya apuntó en esa dirección, recuerdan en su entorno, el hecho de que Laya aceptara a la Abogacía del Estado como defensa letrada.

En público, el titular de Presidencia, Félix Bolaños, no ha querido precisar si ha estado en contacto con la ex ministra. Sin embargo, ECD ha podido confirmar, por fuentes conocedoras de las conversaciones, que Bolaños ha contactado con González Laya y con el entorno de Carmen Calvo para conocer con antelación el sentido de sus declaraciones ante el juez.

El objetivo era lograr que la cadena de responsabilidades no “escale por encima” de la ex titular de Exteriores, y, por tanto, que la investigación no llegue hasta el presidente del Gobierno y su equipo en Moncloa.

Esperaba una llamada de Pedro Sánchez

Pese a “no tirar de la manta”, fuentes próximas a González Laya a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, aseguran que la ex ministra confiesa en privado que lo está pasando mal y que se ha sentido sola en los últimos días después de “comerse el marrón”.

Se queja de que Pedro Sánchez no ha mostrado ningún tipo de empatía hacia ella y simplemente ha mandado a Bolaños como intermediario. En su entorno explican que Laya esperaba al menos una llamada del presidente en la última semana.

Tras haberle salvado la cara ante el juez

En el círculo más íntimo de la ex ministra de Exteriores recuerdan que ha optado por el hermetismo, “por atrincherarse en el silencio” y, por tanto, por actuar de ‘cortafuegos’ del Ejecutivo y del propio presidente.

De momento están imputados la ex ministra de Exteriores y su entonces jefe de gabinete, Camilo Villarino. Pero la investigación se extiende ya al Ministerio del Interior, alcanza al de Defensa y acecha a la ex vicepresidenta Carmen Calvo, porque consta que, un par de días antes de la llegada del líder del Frente Polisario, desde su gabinete se interesaron por cómo se estaba preparando la operación.

Laya, el ‘cortafuegos’ de Sánchez

Por si esto fuera poco, González Laya sabe que Moncloa se ha movilizado en serio para tratar de que cualquier responsabilidad se circunscriba a ella y, en definitiva aislar al presidente Pedro Sánchez de una decisión que provocó un conflicto diplomático con Marruecos y que ahora ha acabado en los tribunales.

España y Marruecos vivieron el pasado mes de mayo su peor crisis en varias décadas, cuando las autoridades marroquíes permitieron la entrada irregular en Ceuta de más de 10.000 personas en protesta por la acogida de Ghali en un hospital español.

En el equipo del presidente se temía que la citación a Laya acabase salpicando a Sánchez. No se pasaba por alto que el PP ha exigido saber “quién es la X”, en el seno de la Presidencia, cuál es la identidad de la persona que dio las polémicas órdenes para autorizar la entrada del líder del Frente Polisario en el país.

La amenaza todavía acecha al presidente

En Presidencia también se ha comenzado a asumir que González Laya puede no ser la última ex integrante del Gobierno que tenga que dar explicaciones al magistrado. No pasan por alto que otra amenaza directa de que el ‘caso Ghali’ salpique al jefe del Ejecutivo es la declaración de la entonces jefa de gabinete de la vicepresidenta Carmen Calvo, María Isabel Valldecabres.

Su homólogo en Exteriores, el diplomático Camilo Villarino, declaró que, tres días antes del aterrizaje de Ghali en España, Valldecabres le preguntó si conocía que se iba a recibir al líder del Frente Polisario.

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