jueves, 9 de septiembre de 2021

Montero quiere castigar sin fondos UE a las empresas que no usen el "todes"


El Instituto de las Mujeres edita unas guías en las que pide que el "uso del lenguaje inclusivo" -que para Igualdad incluye el género neutro- sea requisito para acceder a las ayudas.


Irene Montero presentando el cartel del último Orgullo.


El Ministerio de Igualdad quiere que las empresas pasen por el aro del lenguaje inclusivo como condición para recibir los fondos de la UE asociados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En total 140.000 millones de euros hasta 2026 (condicionados) de los que los primeros 9.000 llegaron a las arcas del Estado a mediados de agosto. 

Ya lo avisó Irene Montero en junio: "Mientras sea ministra de Igualdad siempre me van a encontrar del lado de un lenguaje que haga sentir a todas las personas que son importantes y que existen, y que tenemos una responsabilidad con ellas, ellos y elles". Porque, según Montero, "lo que no se nombra no existe". 

El Instituto de las Mujeres del departamento que ella dirige ha elaborado este verano unas Guías para incorporar la perspectiva de género en las actuaciones financiables en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (puede consultarlas aquí).

Una está dirigida a las administraciones públicas que convocan las licitaciones, subvenciones y ayudas financiadas con los Fondos Next Generation. Otra lo está a los aspirantes. La filosofía de ambas es la misma: excluir a las empresas, pymes y autónomos que presenten proyectos que no tengan en cuenta la igualdad entre hombres y mujeres. Incluido un "uso del lenguaje inclusivo y no sexista".  

La guía dirigida a las administraciones públicas propone que en los pliegos de las convocatorias se incluyan "cláusulas de exclusión" para descartar de plano los proyectos que no cumplan la normativa de igualdad en el ámbito laboral.

"Las cláusulas de exclusión deberán tener en cuenta que todas las entidades, independientemente del tamaño, están obligadas a disponer de medidas dirigidas a evitar cualquier tipo de discriminación laboral entre mujeres y hombres, al establecimiento de medidas de prevención del acoso sexual y por razón de sexo; y a disponer de un registro retributivo con datos desagregados por sexo, en los términos y condiciones establecidos en la normativa laboral".

El cartel del Orgullo 

Pero es que el departamento de Irene Montero va mucho más lejos y apuesta asimismo por incluir  "cláusulas que premien" acciones como ese "uso de lenguaje inclusivo y no sexista", que para la ministra no es solo el masculino y el femenino, sino también el neutro. Todos, todas, todes; chicos, chicas, chiques; solos, solas, soles; niño, niña, niñe; hijo, hija, hije.

Todos estos son términos que la ministra ha utilizado en público, hasta el punto de que por primera vez el Ministerio de Igualdad incluyó el término "todes" en la cartelería del Orgullo 2021:

Para el Instituto de las Mujeres no basta con que las empresas se comprometan con el lenguaje inclusivo en sus proyectos, sino que deberán incluir en su propuesta una "copia del protocolo de empleo del lenguaje inclusivo y no sexista, avalados por personal con formación especializada".

Esta última alusión a contratar a profesionales expertos en igualdad de género "para apoyar la incorporación de perspectiva de género en todas las fases del ciclo de vida del proyecto" no es baladí. De hecho supone un gasto más para las empresas, pymes y autónomos que opten a los fondos de la UE.

No en vano, las grandes consultoras ya están haciendo el agosto ofreciendo sus servicios de asesoramiento en éste y otros aspectos en la elaboración de pliegos y en el desarrollo de proyectos vinculados al maná europeo.

 

La guía también recoge otros pluses; cláusulas que premien la "mejora de permisos, flexibilidad de la jornada, teletrabajo, siempre con enfoque de igualdad y corresponsabilidad" y "existencia de una persona responsable de igualdad en la empresa o entidad".

"Recomendaciones" a los solicitantes

Eso en lo que respecta a la guía para las administraciones públicas, las convocantes de las ayudas. En la dirigida a las empresas solicitantes se les recomienda, entre otras cosas, "asegurar el uso de un lenguaje e imagen inclusiva y no sexista en todos los materiales del proyecto (documentales y audiovisuales), en la página web del proyecto, en los mensajes relacionados con el proyecto enviados a través de redes sociales y en todo evento de comunicación relacionado con el mismo".

Así como también "incorporar criterios que procuren una participación equilibrada y en igualdad de oportunidades de mujeres y hombres en los órganos de gobernanza y toma de decisiones, equipos de trabajo, sistemas de gestión, ejecución y seguimiento del proyecto y foros y órganos consultivos" y otras sugerencias. 

El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que aprobó el Gobierno en abril establece la igualdad de género como uno de sus ejes transversales. Y especifica: "En las convocatorias de ayudas en concurrencia competitiva y en sus órdenes de bases reguladoras se incorporarán requisitos y criterios que mejoren su impacto de género (...). También, en los planes estratégicos de subvenciones que se adopten en el marco del Plan se valorarán las actuaciones de efectiva consecución de la igualdad por parte de las entidades solicitantes". 

A ello se ha agarrado el Ministerio de Irene Montero para ir mucho más lejos en sus planteamientos.

esdiario

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