Pablo Iglesias se ha propuesto compatibilizar su trabajo en el Gobierno con su papel de candidato en precampaña a las elecciones en la Comunidad de Madrid. Por eso ha anunciado que su intención es no abandonar el Consejo de Ministros hasta que comience oficialmente la campaña electoral, el próximo 18 de abril.
Sin embargo, la decisión de que el vicepresidente segundo mantenga su puesto recae exclusivamente en Pedro Sánchez.
Un aspecto que no han pasado por alto varios ministros y destacados dirigentes del PSOE, según algunos comentarios que le han llegado a El Chivato este lunes, cuando han comprobado con perplejidad como Pablo Iglesias “le había organizado una crisis de Gobierno a Sánchez, que es el presidente, aprovechando que estaba en Francia”.
Por ello, El Chivato ha podido escuchar a estos destacados cargos socialistas criticar con dureza que Pedro Sánchez permita a Pablo Iglesias beneficiarse de la enorme exposición mediática que supone mantenerse durante un mes más en la vicepresidencia segunda del Gobierno.
Aseguran que el mensaje ya se ha hecho llegar a La Moncloa y destacan que esa posición de Iglesias en el Ejecutivo le ofrece una ventaja competitiva respecto a otros candidatos en Madrid, incluido el propio líder socialista, Ángel Gabilondo.
“Solo falta que le dejemos hacer campaña desde su ministerio. No se le puede permitir que se ‘marque un Illa’. Sánchez tiene que cesarle cuanto antes”, advierten.
Recuerdan que el propio Zapatero cesó a José Montilla como ministro de Industria para que se presentara a la presidencia de la Generalitat el 30 de agosto de 2006, dos meses antes de celebrarse las autonómicas catalanas. “Parece lo más higiénico”, deslizan.
Pese a ello, hay un clamoroso precedente: la continuidad de Salvador Illa al frente del Ministerio de Sanidad hasta el comienzo de la campaña electoral en Cataluña fue un “empeño personal” de Sánchez y sus asesores en Moncloa. Esa decisión se defendió con uñas y dientes.
En el equipo electoral consideraban entonces que el candidato Illa, en plena campaña de vacunación, se beneficiaba de la enorme exposición mediática que suponía ese desempeño. El PSC acabó siendo la fuerza más votada en las catalanas. “Pero el escenario ahora es otro: no vamos a hacerle la campaña a Iglesias”, protestan en el PSOE.
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