jueves, 7 de enero de 2021

Sánchez empieza a poner coto a Iglesias en el Gobierno

 

Podemos seguirá presionando al PSOE para cumplir con los compromisos del pacto de la coalición

Pedro Sánchez rinde cuentas | Informe de su primer año de gobierno junto a Podemos en directo


El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el Senado, donde compareció sobre la pandemia, mira a su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias (septiembre) - Dani Gago

La mayoría de los ministros socialistas tenían la expectativa de que recuperarían autonomía en el Gobierno una vez estuviesen aprobados los Presupuestos. Porque así la debilidad del PSOE —con 120 diputados en un Congreso muy fracturado y con Unidas Podemos (UP) presionando dentro y fuera de La Moncloa— ya no sería tanta traba. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya trabaja para ir frenando algunas presiones de su socio. Podemos no percibe nada nuevo.

Hay cuatro elementos que demuestran ese intento del PSOE por diferenciarse y poner límites a la «invasión competencial» de UP. Uno, la negativa a reformar las mayorías parlamentarias para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ); dos, la propuesta para elevar a 35 el número de años utilizado para calcular la pensión; tres, su «no» a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y cuatro, una defensa explícita de la Monarquía parlamentaria, del pacto constitucional y las instituciones. Esto último desde siempre pero acentuado estos días por el discurso republicano de Podemos.

Los comités de seguimiento del pacto de coalición que se prometieron PSOE y UP al principio de la legislatura fracasaron después de que se confirmara que la alternativa útil para superar los problemas eran las reuniones de Sánchez e Iglesias.

UP quiere mantener esa misma dinámica, donde se ve fuerte. Pero en el PSOE tienen claro que ahora se abre una nueva etapa«Se puede gobernar con 120 escaños» con las cuentas públicas aprobadas, confiaba un alto cargo del Ejecutivo en una información publicada por ABC a mediados de noviembre.

En la última rueda de prensa del Consejo de Ministros, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, renunció a la reforma de las mayorías para renovar el CGPJ que reclama Podemos por el bloqueo del PP. «No vamos a tramitar nada que afecte a las mayorías necesarias para la renovación del órgano, no está en el ánimo del grupo mayoritario de la Cámara», dijo. El PSOE busca un acuerdo con el PP y Podemos lo quiere con ERC y Bildu.

Calvo resolvió así dos dudas. Por un lado, explicó que están en contra de las reclamaciones de Iglesias. Por otro, que no van a reactivar la reforma que tienen paralizada en el Congreso ni van a aceptar enmiendas de UP en este sentido durante la tramitación de la proposición de ley para limitar los poderes del CGPJ con el mandato caducado.

Calvo rechaza la subida del SMI

La vicepresidenta primera también fue tajante al asegurar que el Gobierno no iba a plantear una subida del SMI en estos momentos. Calvo cerró filas con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, y se posicionó en contra de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que había defendido el aumento para 2021 provocando malestar en los socialistas.

«Tendrá que seguir subiendo, pero ahora no toca —expresó Calvo en La Sexta—, pero tendrá que seguir subiendo porque es el compromiso de investidura del presidente Sánchez y tendrá que ser al ritmo al que interese a los derechos de los trabajadores».

La propuesta del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, sobre las pensiones también ha provocado tensiones en la coalición y críticas de los socios. Podemos la considera «inaceptable». Además, acusan a Sánchez de ir en contra de sus propias palabras al recordar un vídeo de 2018 donde criticaba a la exministra Fátima Báñez.

«Hemos escuchado decir a la ministra de Trabajo que lo que hay que hacer es aumentar los años de cotización... ¡No! Lo que hay que hacer es aumentar los salarios para sostener el sistema público de pensiones. ¡A ver si se enteran!», defendía entonces el presidente del Gobierno.

Desahucios: significativo

Por otro lado, es significativo que el día que se aprobó la ampliación del decreto antidesahucios, que incluía además la prohibición del corte de suministros, no había ningún ministro de UP al no formar parte de sus competencias.

Desde el entorno del vicepresidente Iglesias aseguran que por mucho que el PSOE presentara como suyas las medidas, se aprobaron gracias a la presión de Podemos. Pero para desbloquear la negociación tuvieron que aceptar a regañadientes la compensación que exigía el PSOE para grandes tenedores que pudieran ver pérdida de ingresos.

Desde Unidas Podemos señalan que las tensiones con los socialistas suelen surgir por una falta de voluntad con el programa de Gobierno. Y aseguran que seguirán apretando para cumplir todos los compromisos firmados.

Sánchez empieza a poner coto a Iglesias en el Gobierno es un contenido original de ABC.es

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