Ahora van a por nuestras Fuerzas Armadas: desprestigiar a los militares es sólo el inicio
En los últimos días ha habido una polémica promovida por un medio de extrema izquierda sobre los exabruptos de unos militares retirados en WhatsApp.
Objetivo: tapar el escandaloso pacto del Gobierno con los proetarras
El propósito de esa polémica era más que evidente: tapar el pacto del Gobierno con los herederos políticos de ETA para aprobar los presupuestos. Un pacto escandaloso con un partido que no condena los crímenes etarras, pacto que convierte a España en el único país de Europa cuyo gobierno acceder a pactar sus cuentas públicas con quienes no condenan el terrorismo y además se dedican a homenajear a los terroristas a su salida de prisión.
Ola de ataques a instituciones desde el ejecutivo y su entorno
Da la casualidad que de las más de 800 personas asesinadas por ETA, 301 eran militares: 98 miembros de las Fuerzas Armadas y 203 miembros de la Guardia Civil. Y da la casualidad de que este Gobierno está llevando a cabo una campaña de ataque y asalto a las instituciones del Estado para anularlas y/o ponerlas al servicio de sus intereses partidistas. Lo han hecho con la Corona, la Fiscalía, los jueces y ya empezaron hace tiempo a hacerlo con la Guardia Civil, cesando a mandos que podían perjudicar al PSOE ya que estaban investigando presuntos delitos cometidos por miembros de ese partido.
Estos asaltos a las instituciones siempre empiezan en medios próximos al Gobierno con campañas de desprestigio. Los ataques que vienen sufriendo la Corona y los jueces desde el entorno mediático del ejecutivo han sido los más escandalosos, pero no son los únicos. Recordemos que en junio desde un medio afín al Gobierno se animó sin rodeos a “purgar la Guardia Civil”, una expresión puramente estalinista. Era de esperar que el próximo blanco a batir fuese una de las instituciones más odiadas por la extrema izquierda y por los separatistas que apoyan a este Gobierno: nuestras Fuerzas Armadas.
Desprestigian a los militares tachándolos de «franquistas»
Ayer mismo, el medio que dio noticia de los citados exabruptos en un chat publicó una noticia presentando a los militares españoles como “franquistas”, y eso 45 años después de la muerte de Franco: un patético intento de desprestigiar a nuestros militares. Que un ministro comunista se haya hecho fotos junto al retrato del dictador y genocida Lenin no ha merecido, sin embargo, ningún reproche de ese medio, como tampoco ha hecho reproche alguno a que desde un partido del Gobierno se ensalce al dictador comunista Fidel Castro, y todo ello en público, no en un canal privado de WhatsApp.
PSOE y Podemos quieren legalizar las injurias y amenazas a los Ejércitos
Los ataques a las Fuerzas Armadas no son nuevos y han contado con el apoyo del PSOE. Recordemos que hace dos años los socialistas apoyaron una propuesta para despenalizar las injurias y amenazas a los Ejércitos (Artículo 504 del Código Penal). La propuesta fue presentada por Podemos y apoyada por los separatistas: una foto de familia del actual Gobierno y de sus socios parlamentarios. Ya siendo parte del ejecutivo, Podemos volvió a registrar esa propuesta hace unos meses, junto con la pretensión de legalizar la apología del terrorismo y los ultrajes a España.
Lo que esas propuestas dejan en evidencia es que para este Gobierno y para su entorno mediático, lo grave es que unos militares retirados y ya muy mayores suelten exabruptos en una charla por WhastApp (lo cual está muy mal, todo sea dicho), un hecho que el Ministerio de Defensa ya ha puesto en conocimiento de la Fiscalía. Pero si sus colegas separatistas y de ultraizquierda ensalzan a los asesinos de más de 300 militares españoles o amenazan a nuestros Ejércitos, eso lo consideran “libertad de expresión”, que es el concepto invocado en la citada propuesta parlamentaria de Podemos para legalizar esos delitos.
Miembros del Gobierno apoyaron a delincuentes condenados por apología del terrorismo
Esa escandalosa doble vara de medir no es nueva. En 2017 Pablo Iglesias apoyó a un rapero comunista condenado por hacer apología del terrorismo y lanzar amenazas de muerte contra políticos a través de sus canciones. Ese mismo Pablo Iglesias un año después criticó el Himno de la Armada por los versos que dicen “Hay que morir o triunfar / que nos enseña la Historia / en Lepanto la Victoria / y la muerte en Trafalgar”, versos que no incurren en ningún delito.
En abril de 2018, el hoy ministro de Consumo Alberto Garzón apoyó a un rapero que incitó a asaltar a tiros una residencia de la Familia Real. Todo ello en público, no en un chat de WhatsApp. Casualmente, el medio de ultraizquierda que se ha escandalizado por los exabruptos de unos militares retirados en un chat, Infolibre, apoyó entonces a Valtonyc y a Pablo Hásel, ambos condenados por apología del terrorismo, alegando que lo suyo era “libertad de expresión”.
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Foto: Ejército de Tierra. Imagen del desfile militar del 12 de octubre de 2018, Día de la Fiesta Nacional, en Madrid.
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