miércoles, 25 de noviembre de 2020

El fielato de Iglesias


Al líder de Podemos le entró ayer un ataque de cuernos y el presidente le dió satisfacción en tiempo récord


Media mañana les duró ayer a los ministros económicos el sueño de

dejar a Pablo Iglesias fuera de la comisión de control de los fondos

europeos. Comisión que en realidad sirve de poco porque Sánchez ha

centralizado la gestión real de los proyectos bajo la supervisión de ese

Gabinete paralelo que coordina y en la práctica dirige desde La

Moncloa el trabajo de los ministerios. Sea como fuere, en la alineación

de ese equipo no figuraba en un primer momento el líder de Podemos,

aunque sí una Yolanda Díaz que al parecer no figura ya en su círculo

directo. Tras conocer por la radio el borrador del decreto al macho alfa

le entró un ataque de cuernos, exigió una rectificación

 al presidente y la obtuvo en tiempo récord: apenas unas horas

después compareció María Jesús Montero para anunciar que la

comisión de marras se había convertido en un pleno de todo el

Gobierno, incluido naturalmente el celoso vicepresidente tercero.

Sucede que dicha vicepresidencia, la de Asuntos Sociales, carece de

competencias en materia de economía, por lo que el interés de su

titular en formar parte del equipo gestor del dinero de la UE obedece

sólo a dejar claro el peso de su influencia política. Mensaje para sus

colegas socialistas: no piensa quedarse al margen de ninguna cuestión

simbólica o decisiva y tiene suficiente capacidad de presión para que

cualquier maniobra en su contra resulte fallida. Ya intentaron

excluirlo del comité de la pandemia y su respuesta fue la misma: una

llamada a Sánchez y al instante tuvo reservada una silla. ¿Para qué?

Para estorbar, para meter baza conspirativa, para que ningún plan

gubernamental quede exento de su dosis de ideología. Para que conste

que la cadena de mando no funciona sin su fielato intervencionista y,

sobre todo, que el Ejecutivo entero le debe pleitesía. Que sus

adversarios internos, esos que andan llorando por las esquinas, se

olviden de la más mínima esperanza de perderlo de vista. No es el

cariño sino el poder lo que le motiva, y por mucho que lo aborrezcan,

el presidente sabe que lo necesita.


Todas esas especulaciones madrileñas sobre un giro moderado tras los

Presupuestos son pensamiento ilusorio, fantasías condenadas al

fracaso. La coalición soportará tensiones, conflictos y hasta portazos

porque como todo matrimonio de conveniencia se sustenta en un

mutuo principio pragmático. No hay legislatura posible con los

escaños del PSOE, del PNV y de Ciudadanos; es Iglesias el que aporta

el apoyo parlamentario, el suyo y el de los separatistas catalanes y

vascos. Tiene la llave del mandato y ha entendido rápido que a su

socio sólo le interesa -como a él mismo- su propio liderazgo: ni el

partido, ni el Consejo de Ministros, ni la compleja estructura del

Estado. Entre ambos no caben interferencias de personajes

secundarios. En el darwinismo de la zoología política,los límites del territorio se marcan meando


Ignacio CamachoIgnacio Camacho

No hay comentarios: