El 24 de septiembre de 1936, los milicianos del PSOE-PCE entraron en la pequeña localidad de Granja de Torrehermosa (Badajoz), donde asesinaron a tiros, palos y hachazos a 35 varones, 11 mujeres y dos niñas. Los criminales, después de robar en los domicilios de sus víctimas, se dirigieron al cementerio. Allí abrieron nichos y féretros con la intención de despojar a los muertos de anillos, dientes de oro y cualquier otro pequeño objeto de valor. 
Años más tarde, el 27 de mayo de 1987,  TVE, bajo control del PSOE, emitió un documental en el que se afirmaba, con todo lujo de detallas y “datos” contrastados, que la matanza había sido obra de las tropas “franquistas”… lo que produjo verdadero estupor entre quienes fueron testigos directos de lo que ocurrió en aquella aciaga jornada.
Al embuste de TVE respondió el diario ABC con un artículo publicado el 31 de mayo del mismo año:
“Los menguados supervivientes de aquella matanza reconocieron, con dolor y estupor, a los suyos. Los que aparecían asesinados por la represión franquista no eran otros que los miembros de una ilustre familia de Granja de Torrehermosa (Badajoz), que fueron brutalmente masacrados en su domicilio por milicianos de Frente Popular el 24 de septiembre de 1936. En la masacre cayeron desde el abuelo, Sebastián de Gala Ortiz, de setenta y ocho años, hasta su nieta de dos años, María de las Nieves de la Gala Durán, y así hasta catorce miembros de la familia, amén de las dos sirvientas de la familia y una hija de la costurera de once años. Los hombres jóvenes de la casa, Francisco, Ernesto y Felipe de la Gala, ya habían sido asesinados semanas antes”. (Cit. por Nicolás Salas, La otra memoria histórica)
Los milicianos se ensañaron especialmente con los miembros de la familia De Gala-Llera, como queda demostrado por las fotografías que se tomaron a los pocos días y el informe forense:
“En el exterior del cementerio de dicho pueblo, y al lado izquierdo de la puerta que le da entrada, se encontraba profusamente hacinado un montón de cadáveres en número de once, de los cuales ocho eran de mujeres de diversas edades, dos de niñas y uno de hombre. 
El estado de descomposición de tales cadáveres dificultaba extraordinariamente un reconocimiento minucioso y detallado de los mismos. Con toda seguridad la muerte violenta que han sufrido estas víctimas se produjo de cuarenta y ocho a setenta y dos horas antes de hacerse este informe.
La identificación de las víctimas se hizo difícil por la causa antes dicha y no pudo ser completa. Sin embargo, los datos conseguidos son los siguientes:
1-Cadáver de hombre de unos 60 años de edad, herida de hacha en la región parietal izquierda y herida de bala en la región precordial.
2-Cadáver de niña de unos 5 años de edad, herida de hacha u otro instrumento cortante y pesado, en el parietal derecho, fractura completa del cráneo con magullamiento, fractura completa del brazo y antebrazo derecho y extensas contusiones en la región lumbar y dorsal. La muerte fue producida, al parecer, por golpe violento de la víctima contra el suelo o pared, con fractura de la extremidad superior derecha y contusiones, y una vez en el suelo herida en el cráneo.
3-Otro cadáver de niña de unos 9 a 10 años, fractura con magullamiento del cráneo (…) fractura completa del brazo derecho y signos de violación o intentos.
4-Cadáver de una joven de 22 a 26 años, con tremendo golpe entre parietal izquierdo y el occipital, con hundimiento de la bóveda craneana, salida de la masa encefálica e inclusión del pelo dentro del cráneo, balazo en la región maxilar derecha, sin orificio de salida, seguramente producido por bala de plomo de un calibre de 44 a 48.
5-Cadáver de una mujer de unos 58 a 60 años de edad, extensa herida por hacha al lado derecho del cráneo y cara.
6-Cadáver de joven de unos 30 años de edad, con desarticulación completa de la cabeza, contusión extensa en la región frontal izquierda y desgarramiento de la vulva por objeto contundente. En esta víctima hubo posible violación hecha con anterioridad.
7-Cadáver de mujer con extensa herida cortante, posiblemente producida por hacha  en la ingle derecha, con rotura del paquete básculo-nervioso y capas musculares, no pudiéndosele hacer una inspección por encontrarse debajo de los otros cadáveres.
8-Cadáver de mujer con extensa herida en la cara interna de la pierna izquierda, producida por hacha, con desgarramiento de todos los tejidos.
9-Cadáver de mujer de unos 24 a 26 años de edad, con magullamiento del cráneo, desarticulación de la cabeza, fractura del brazo derecho, exoftalmia del ojo izquierdo, contusiones en la región genital producidas por una posible violación.
10-Cadáver de mujer con herida extensa por instrumento muy cortante en la región maxilo-parietal-temporal izquierda.
11-Cadáver de mujer que por encontrarse completamente debajo de los demás no pudo ser reconocido”. (Informe forense publicado en La otra memoria histórica, editorial Almuzara).
La PSOE siempre ha estado convencida (y lo sigue estando) de que la mentira es un arma cargada de futuro… y razón no le falta. Sin embargo, sus afiliados, en este caso concreto, no fueron originales en su vileza de culpar a otros de la matanza de Granja de Torrehermosa, puesto que simplemente siguieron las enseñanzas de Stalin, que de intoxicar con propaganda era un maestro. Y buen ejemplo de ello fue la masacre de Katyn.
En 1940, Stalin ordenó a su Ejército Rojo el exterminio de 22.000 soldados polacos que habían caído prisioneros después de la invasión soviética de Polonia. Una vez aplicada la “solución final”, el aparato propagandístico de Stalin acusó a los nazis, que en materia de genocidios eran unos verdaderos profesionales, de la matanza