Si Pedro Sánchez hubiese decretado el confinamiento una semana antes los contagios por coronavirus se habrían reducido hasta en un 62%. Así lo asegura un estudio publicado este jueves por Fedea, que apunta además que, con ello, «se hubiera evitado probablemente el colapso de muchos hospitales en nuestro país».
El trabajo, How effective has been the Spanish lockdown to battle COVID-19? de Luis Orea, de la Universidad de Oviedo, e Inmaculada Álvarez, de la Universidad Autónoma de Madrid, destaca que «el estado de alarma ha permitido romper el círculo vicioso de contagios entre provincias», siendo «las que están más cerca de los principales epicentros del Covid-19 en España las que más se han beneficiado de esta medida».
Según los autores, «la movilidad de la gente entre provincias ha jugado también un papel significativo en la propagación del virus en España», pero «dicha fuente de propagación, sin embargo, se reduce significativamente una vez que se decreta el estado de alarma. Por lo tanto, dicha medida no sólo ha permitido contener los contagios dentro de las provincias sino además los contagios procedentes de otras».
El informe señala que, si el estado de alarma y el confinamiento no se hubiesen decretado, el número de infecciones confirmadas habría pasado «de 126 a 617 mil casos a fecha de 4 de abril de 2020».
Por tanto, destacan, «con dicha medida se han evitado alrededor de 491.000 infecciones confirmadas, lo que representa una reducción media del 79.5% en el número de contagios potenciales».
No obstante, esos cálculos indican también que, si las medidas más drásticas se hubiesen tomado antes, los contagios se habrían reducido aún más. En ese caso, el número de casos confirmados, dice el estudio, hubiera pasado a 47.000. El 4 de abril, sin embargo, se notificaron 124.736 contagios. Es decir, se habrían evitado 77.736.
«Señalar finalmente que tal disminución hubiera evitado probablemente el colapso de muchos hospitales en nuestro país», se puede leer en el informe.
Sánchez anunció el estado de alarma el 13 de marzo. Sin embargo, no fue hasta un día después cuando se aprobó, tras pasar por el Consejo de Ministros extraordinario.
Una semana antes implicaría, por tanto, que el confinamiento y el resto de las medidas se hubiesen aplicado ya el 7 de marzo. Es decir, un día antes de la manifestación ideológica del 8-M, que el Ejecutivo autorizó y alentó. La marcha contó con la representación de distintos dirigentes de PSOE y Podemos. Apenas cuatro días después, las ministras Irene Montero (Igualdad) y Carolina Darias (Política Territorial) confirmaron su contagio.
En consecuencia, los autores del estudio concluyen que «hubo una falta de previsión por parte del Gobierno ya que no supo anticipar el desarrollo real del coronavirus en España».
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