miércoles, 12 de febrero de 2020

DECÁLOGO DEL JOVEN SOCIALISTA, PUBLICADO POR S. CARRILLO EN 1934



El aparatchik Santiago Carrillo Solares fue nombrado en 1933 director de la publicación Renovación, órgano de la Federación de Juventudes Socialistas de España. En la edición del 17 de febrero de 1934, y debajo de la cabecera se publicó el «Decálogo del joven socialista», toda una incitación al terrorismo y a la violencia. Recuérdese que Carrillo JAMÁS pisó un frente de batalla, aunque sí ordenó matar, ¡incluso a sus camaradas! Transcribo el decálogo:
1. Los jóvenes socialistas deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo.
2. Cada nueve (tres filas de tres) formarán la década, añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo.
3. Hay que saludar con el brazo en alto -vertical- y el puño cerrado, que es un signo de hombría y virilidad. (Cáspita, homofobia.)
4. Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no despreciando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o de respeto.
5. Cada joven socialista, en el momento de la acción, debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente él depende la victoria.
6. Solamente debe ayudar a su compañero cuando éste ya no se baste a ayudarse por sí solo.
7. Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización en un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido, como asimismo el jefe de cada grupo. (Esto parece una fórmula fascista.)
8. La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro en que el socialismo sólo puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente.
9. Cada día, un esfuerzo nuevo, en la creencia de que al día siguiente puede sonar la hora de la revolución.
10. Y sobre todo esto: armarse. Como sea, donde sea y «por los procedimientos que sean». Armarse. Consigna: Ármate tú, al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar a un enemigo.
Hace poco, el mismo Carrillo se definió como terrorista. Ya sabemos por qué.
Si estas consignas, publicadas en febrero de 1934, tres meses después de la victoria de la derecha pacífica en las elecciones parlamentarias y ocho meses antes de la Revolución de Octubre, las hubiese firmado por ejemplo el cardenal Segura, el juez Garzón lo habría procesado por genocidio.
Libertad Digital

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