Sánchez sigue escribiendo la historia a su medida y por eso las cosas le salen con el nivel de cutrerío que le corresponde a un tramposo.
Ayer no era el día de Franco desenterrado, sino de Sánchez glorificado y, después de que alguien le explicara quiénes fueron las Trece Rosas, se fue al cementerio de la Almudena a ponerle unas flores sin olvidarse de su fotógrafo y camarógrafo de cabecera para rentabilizar en beneficio propio un día de difuntos anticipado.
Se montó un número fúnebre para sí mismo y para la viuda de Franco – Carmen Calvo – convencido de que la historia le recordará como al valiente que dio una lanzada a moro muerto, y luego se pidió abrir el telediario de la 1 de Televisión española, que es suya, para proclamar a los cuatro vientos su triunfo sobre un cadáver con cuarenta años de antigüedad, al que sin saberlo ni quererlo, le ofreció unos honores inimaginados al pasearlo en helicóptero por los cielos de Madrid como si fuese una estrella de rock.
El doctor sin laude solo consiguió que unos cuantos y escasos recalcitrantes con banderas preconstitucionales y vivas al dictador, actuaran de clá necrológica en el cementerio de Mingorrubio, pero no se produjo ninguna manifestación de esos supuestos millones de franquistas que según Sánchez, sus socios de Podemos y la derechona independentista, ven por todas partes.
Lo que ha hecho el “Presidente de gobierno en funciones de desenterrador y sepulturero”, ha sido, sea dicho con todo respeto, marcarse un coitus interruptus al que no se ha opuesto ningún partido político constitucionalista, y todo eso para ganar un puñado de votos, que ya los tenía.
Algunos compañeros políticos de Pedro Sánchez mayores y más listos que él, decían que “contra Franco se vivía mejor”, pero ellos al menos arriesgaron años de cárcel o sanciones administrativas, no como el actual y preclaro líder de la izquierda que estoy seguro que disfrutaría si en el Palacio de la Moncloa Iván Redondo le instalara un juego electrónico llamado space invader, con el que en vez de matar marcianitos disparase contra la tumba de Franco.
Ayer no vi el espectáculo que ofreció la televisión porque tenía cosas más urgentes e importantes a las que dedicar mi tiempo, pero hoy de mañanita he leído en los periodicos varios artículos. Uno de ellos dice que “ahora que Franco está reenterrado, habrá que ponerse a arreglar las pensiones, el paro, la vivienda y la economía” y yo me temo que Sánchez seguirá buscando fascistas muertos porque los necesita para justificar su ineptitud.
Diego Armario
No hay comentarios:
Publicar un comentario