La máquina trituradora de un Ayuntamiento de la organización PSOE-A, de Susana Díaz, no dio a basto y se quemó.
Cuando perdieron el poder en Huévar del Aljarafe ante el PP, habían machacado un gran cantidad de documentación pero no pudieron acabar borrando toda prueba de sus actos al estropearse la máquina del trabajo frenético al que la habían sometido.
Según publica ABC, decenas de manuscritos atribuidos al primer teniente alcalde del PSOE-A, Francisco Martín González Bejarano, apuntan a que se compraron al menos 1000 votos de acuerdo a un plan organizado.
En el pasado ya se demostró con una grabación como miembros de la organización del PSOE-A obligaban a los trabajadores públicos a dejar de trabajar para ir a pedir el voto para el partido.
El propio José Antonio Griñán, expresidente de la Junta imputado por los ERE, tuvo que escuchar estas grabaciones en la comisión parlamentaria donde también se escucharon claramente las comisiones del 33% de su partido al que colaboraba.
Lo que se ha destapado ahora ha sido gracias a que la secretaria municipal dio las llaves antes de lo previsto por la alcaldesa Áurea María Borrego Moreno, del autodenominado Partido Socialista Obrero Español de Andalucía.
Se salvaron así parte de los documentos que demostraban el “plan 1000”, que no era una idea pública para ayudar al pueblo, mejorar infraestructuras o generar empleo, sino un sistema de compra de votos para las elecciones autonómicas y municipales de mayo de este años según afirma el diario.
Esos mil votos eran los que necesitaba la organización PSOE-A para seguir controlando el poder de forma absoluta.
Se controlaba a los vecinos apuntando, calle a calle, y puerta a puerta, su ideología, necesidades laborales para ofrecer contratos municipales en las casas donde había más de cuatro personas.
La nueva alcaldesa de Huévar, la popular María Eugenia Moreno, y la presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez, han afirmado que se han encontrado una deuda de 30 millones de euros y que van a llevar el caso a la Fiscalía por “el posible desfalco de dinero público tras haber encontrado facturas pagadas por el Ayuntamiento para la organización de un mitin del PSOE”.
Entre las carpetas y documentos hallados había unos listados del año 2011 titulado: «Listado 07 relación personal casos B Ayuntamiento de Huévar del Aljarafe».
Según detalla ABC, una de las notas salvadas de un concejal del PSOE dice: «Planteamiento trabajadores: vamos a ir de verdad a apoyar a los nuestros, no pueden haber varios miembros de una familia que no nos vota y ninguno de otras que en teoría sí nos vota. (…) Apoyar con contratos (aun de ½ privada) a chavales que nos puedan apoyar» (sic)
Luego añade: «No nos vamos a significar algunos para que todo siga igual, aquí hay gente que nos está puteando día sí y día también y los seguimos teniendo dentro», es decir una lista negra de trabajadores municipales para echarlos y luego añade: «Soraya, Elizabeth, Bejarano, etc., nos están machacando con la carita de buenos». Hoy “Soraya” es secretaria de la alcaldesa del PP.
En el “Plan 1000” se precisaban la situación laboral de los miembros de un domicilio anotando al lado si era “votante derecha” o no.
A la hora de dar trabajo, no solo eran municipales, sino que también se tiraba de los empleos que dependían de la Diputación de Sevilla.
Al intentar contactar el diario con el exteniente de alcalde de Huévar, el teléfono era atendido por una mujer que colgaba en cuanto los periodistas explicaban los motivos de la llamada.
Susana Díaz ascendió, a mitad de mandato, al que era alcalde de esa localidad en la época de esos papeles, Rafael Moreno, director general de Políticas de Empleo de la Junta de Andalucía.
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