El independentismo ha sido derrotado y va a intentar convertir su hundimiento en victoria. Siguen con su hazaña grotesca, según el estilo satírico del Conde de Villamediana, con los cacos de las Españas y los donjulianes de las traiciones.
No aprenden nada de sus continuas y sonadas paridas históricas. Daniel Bernabé analiza el procés como la construcción solo narrativa de un gobierno independiente, «una chapuza de dimensiones cósmicas, paradójicamente muy española», fruto de la crisis de régimen con el «rojigualdismo, en su vertiente reaccionaria y canalla que oculta el proceso de involución política». Bernabé hace alusión a la esperpéntica huida del que fingió ser presidente de esa republica imaginaria y cómo tomó un vino en Gerona y luego salió de naja y llegó a Flandes, donde se han escondido históricamente los desleales.
El derrape de la unilateralidad, apoyada por menos de la mitad de la población, ha fracasado con la euroorden de nuevo en marcha y apoyo de Europa. Los presos no podrán ir en las listas y los agitadores practican el derecho al pataleo con el Tsunami Democrático, que el Gobierno califica de violencia organizada y generalizada.
La última carlistada, con tractores y las marchas que parten de ciudades con el objetivo de llegar a Barcelona, no va a borrar la pajarraca de las hogueras organizada por la guardia joven del supremacismo. Barcelona volvió a ser una noche la rosa de fuego.
Las Ramblas, la calle que Lorca deseaba que no se acabara nunca, con sus alas góticas, sus fuentes romanas y las acordeones de los marineros del mundo, era otra vez incendiada. Gente solvente me dice que cuando se abra el sumario de los CDR vamos a saber que detrás de las sonrisas se escondía una guerrilla nacionalista en ciernes.
Hay quien piensa que el conflicto no puede resolverse, solo aplazarse. En una carta abierta a la ciudadanía, IU escribe: «Los gobiernos centrales del bipartidismo echan de menos las negociaciones con Pujol, que como todo el mundo sabe era el jefe de una banda mafiosa que ha gobernado, un ladrón con madre superiora incluida en su organigrama siciliano».
Y añaden en el texto: «La posibilidad de que Cataluña se separe de España está hoy más cerca y la responsabilidad es del bipartidismo agonizante y de los dinosaurios del 78». El PSOE ha hecho un llamamiento para que nadie use el «imaginario derecho a decidir» porque no existe en las democracias europeas.
La campaña electoral lo enreda todo y cada partido lleva una Cataluña en el argumentario. Pablo Iglesias sospecha que se está orquestando un Gobierno PP-PSOE para después del 10-N utilizando la sentencia y los disturbios como excusa.
Raúl del Pozo ( El Mundo
No hay comentarios:
Publicar un comentario