lunes, 30 de septiembre de 2019

Quim Torra avala la estrategia violenta de los CDR para conseguir la independencia

Quim Torra avala la estrategia violenta de los CDR para conseguir la independencia

El presidente catalán culmina un año de apoyo incondicional a los Comités de Defensa de la República avalando la desobediencia
El presidente catalán, Quim Torra, habla con miembros de los CDR, en...
El presidente catalán, Quim Torra, habla con miembros de los CDR, en una visita a Molins de Rei (Barcelona). JORDI SOTERAS
Acababa de ratificar el Parlament su apuesta por la "desobediencia", la expulsión de la Guardia Civil de Cataluña y la "amnistía" a los líderes del procés, cuando Quim Torra arrancó a aplaudir desde su escaño mientras profería gritos de "libertad".
La mayoría de los diputados independentistas imitaron al president que, con su gesto, no estaba celebrando las renovadas intenciones insurrectas de la Cámara catalana, sino exigiendo en sede parlamentaria la liberación de los siete integrantes de los Comités de Defensa de la República (CDR) que acababan de ingresar en prisión provisional por planear acciones violentas coincidiendo con la pronta publicación de la sentencia del Tribunal Supremo.
Conocía el jefe del Ejecutivo catalán que dos de los encarcelados ya habían confesado a los investigadores su intención de usar el material explosivo incautado para "hacer ruido" este otoño, pero eso no le impidió jalear a los radicales independentistas. Una acción que para los diputados constitucionalistas de PP y Ciudadanos constituyó un aval institucional de la Generalitat al uso del «terrorismo» para conquistar la secesión y responder al fallo del Supremo.
Así culminó Torra un año de apoyo incondicional a los CDR, grupúsculos cada vez más organizados que no se conforman con los actos de protesta y boicot promovidos por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y pretenden elevar la presión sobre el Estado y las propias formaciones secesionistas -especialmente ERC y el PDeCat- con acciones como las que han propiciado el encarcelamiento de siete de sus miembros.

"Toda la familia apuntada a los CDR"

El president -que se jactó de tener a "toda la familia apuntada a los CDR"- comenzó a alentar a los violentos aprovechando la conmemoración del primer aniversario del 1-O. Mientras los radicales colapsaban Cataluña con cortes viarios y ferroviarios, Torra les animó micrófono en mano con su célebre "apretad, hacéis bien en apretar".
Desde entonces, el sustituto de Carles Puigdemont ha respaldado la violencia para imponer la autodeterminación en más ocasiones, como cuando sugirió que Cataluña debería imitar la "vía eslovena" para certificar su separación del resto de España, dando por válido el resultado del referéndum ilegal de 2017.
A pesar de que el país balcánico se independizó de Yugoslavia tras una guerra de 10 días que causó 74 muertos: 44 miembros del ejército yugoslavo, 18 eslovenos y 12 extranjeros, Torra proclamó: "Ya no hay marcha atrás y estamos dispuestos a todo para vivir libres. Hagamos como ellos. Los eslovenos lo tuvieron claro. Decidieron determinarse y tirar hacia adelante en el camino de la libertad con todas las consecuencias hasta conseguirlo".
"La vía eslovena es nuestra vía", manifestó el presidente catalán durante una visita a Bruselas para presentar junto a Puigdemont el Consell per la República, el Govern paralelo que el prófugo intentó impulsar sin éxito desde el extranjero.
El lenguaje belicista es una constante en las intervenciones institucionales de Torra. Como cuando convocó a los catalanes a participar en el "combate" de la Diada de 2018 siguiendo el ejemplo de "los catalanes de 1714 que defendieron fielmente Cataluña hasta el último instante del combate del 11 de septiembre". O como cuando utilizó su mensaje de Fin de Año para llamar al "pueblo catalán" a "sublevarse".

Autor de un libro que promueve la confrontación

El pensamiento desarrollado por el president durante su todavía corto mandato queda fielmente resumido en los artículos y obras publicadas antes de su toma de posesión, cuando combinaba su faceta de historiador y colaborador de medios independentistas con la de organizador de los fastos del Tricentenario por encargo del entonces alcalde de Barcelona, el nacionalista Xavier Trias.
Para conocer su ideario, durante el debate de su investidura recomendó a Inés Arrimadas su obra Els últims 100 metres El full de ruta per guanyar la República Catalana. Obra en la que promueve la confrontación al defender que "el independentismo concentra sus fuerzas contra un único advesario: aquellos que no quieren la libertad de su nación" o que sólo "el independentista es un ciudadano útil" y no una "bestia con forma humana", como definía en otro artículo a los no separatistas.
En su obra culmen también demuestra Torra qué entiende por "acción no violenta". Parafraseando al politólogo Gene Sharp y su método para derrocar dictaduras, apuesta Torra por tres fases para conseguir la secesión: "La de protesta y persuasión"; "la de no cooperación mediante acciones de resistencia con repercusiones sociales y económicas como huelgas, boicots y políticas de rechazo de la autoridad" y la de "intervención", esto es, "la alteración normal de la sociedad y la creación de instituciones alternativas para sustituir el poder del adversario con formas paralelas de poder popular".
En 2014, tras la consulta del 9-N, dio por superada Torra la fase de no cooperación y, tras la sentencia del 1-O, apuesta por desarrollar el resto del plan. Una hoja de ruta con los CDR.
EL MUNDO

Uno de los CDR detenidos confesó que Torra sabía de los planes del grupo radical separatista




CDR, torra, atentados, terroristas, planes, grupo, confesiónUno de los siete CDR encarcelados por delitos de terrorismo, tenencia de explosivos y conspiración para causar daños, confesó al juez de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, el pasado jueves que el presidente de la Generalitat, Quim Torra, estaba al tanto de los planes del grupo radical separatista, que entre ellos, estaba el de encerrarse en el Parlament ‘el día D’ durante cinco días.

Explicó que desde dentro del Parlament de la Generalitat les iban a facilitar la entrada a la cámara regional y en ese plazo iban a tratar de que el propio Torra o el ex president fugado Carles Puigdemont declarara la independencia unilateral, como colofón a una escalada de violencia con ataques coordinados a infraestructuras básicas. "A mí me dicen que Torra lo sabía", indicó el CDR al magistrado, según ha publicado ‘ABC
Jefe intelectual
Ante estas acusaciones, el partido de Santiago Abascal, Vox, ha acusado al presidente de la Generalitat, Quim Torra, de ser el "jefe intelectual" de los CDR y de que "conocía" el "ataque terrorista" que preparaba el comando y "lo iba a facilitar".

"¿Cómo iba a condenar Torra el ataque terrorista que preparaban los CDR si es el jefe intelectual del comando, conocía el plan y lo iba a facilitar?", ha preguntado Vox en Twitter. Además, ha señalado que "mientras, el Gobierno en defunciones abronca a la Guardia Civil". "Esto no es una pesadilla, es la realidad que sufre España", ha lamentado.

domingo, 29 de septiembre de 2019

El Chau-Chau Así se ha enterado Europa de que en Cataluña hay terrorismo

Operación de la Guardia Civil contra los CDR. 

Los CDR detenidos el pasado lunes planeaban atentados terroristas para el aniversario del 1-O y para el día en que se haga pública la sentencia del procés. Tras la operación de la Guardia Civil, no tardaron en llegar las reacciones de los líderes independentistas, entre ellos Quim Torra, que la calificaron de “montaje político”.
De los hechos ocurridos el martes, ya ha sido informada la Comisión Europea. La portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Monserrat, ha reclamado, en una carta enviada a la Comisión, un pronunciamiento público en defensa del Estado de derecho. También ha solicitado una normativa para prevenir el independentismo radical en Europa.  Además, apela a Bruselas a reflexionar sobre la reacción del presidente de la Generalitat. Puede leer la carta completa a continuación.



EL CAMPO DE MARTE CATALÁN


EL CAMPO DE MARTE CATALÁN
No se conoce, desde luego, precedente en el que un Gobierno, a la sazón representante máximo del Estado en Cataluña, y un Parlamento legitimen de forma tan artera a unos supuestos terroristas.
Pero tampoco nunca un ex presidente en fuga, como el prófugo Puigdemont, había presumido de que «damos miedo, y más miedo que daremos», según exclamó el 1 de julio de 2017 ante medio millar de alcaldes en la Universidad de Barcelona en abierta amenaza al Estado; ni que otro en ejercicio, su valido Torra, alentara a esas guerrillas de los CDR al grito enronquecido de «Apretad, apretad, hacéis bien en apretar» con ocasión del primer aniversario del referéndum ilegal, tras confesarse uno de ellos y jactarse de que «yo tengo toda mi familia apuntada a los CDR», convirtiéndose en cómplice de sus acciones.
Éste ha pasado de negarse a condenar los actos tumultuarios de los CDR -ni siquiera cuando señalaron con excrementos las sedes del Pdecat y ERC y amenazaron al Govern por no aplicar los resultados del simulacro de referéndum del 1-O- a respaldar su explosivo terrorismo. Es más, según uno de los arrepentidos del Equipo de Respuesta Táctica (ERT) estaba al corriente de los planes y otro de ellos mantuvo contacto directo con él, según la investigación.
En el archipiélago Orwell catalán, merced a su absoluto control de los medios, bien entregados a la mentira, bien resignados a la servidumbre voluntaria de un silencio ominoso, el manejo de la información le permite amalgamar la realidad a conveniencia e incluso hacerla olvidar como si no hubiera sido.
Así, Pilar Rahola, autora de la biografía de MasEl rey Arturo y consejera áulica de Puigdemont, determina que los CDR son «un movimiento cívico, transversal y con gente de buena fe». O la televisión oficial considera «una gran acción mediática» colocar una bomba en el Parlamento.
De este modo, corrobora la distorsión cognitiva del nacionalismo. «El nacionalista -escribió Orwell, que vivió la Cataluña de la Guerra Civil- no sólo no desaprueba atrocidades cometidas por su bando, sino que tiene una notable capacidad para ni siquiera enterarse de ello».
Lo peor, empero, es que esa ceguera voluntaria sea adoptada por aquéllos que, como Chamberlain, han de refrenar y reconducir esa deriva totalitaria. Por más que los votos que hoy los sostienen en La Moncloa provengan de declarados insumisos al Estado, no desean enemistarse con ellos por si han de precisar de sus sufragios tras la ruleta de la fortuna del 10-N o anhelan que, haciéndose los distraídos, devolverán el tigre a su jaula.
En ese delirio de la sinrazón, cobraría sentido la confusa reacción del Gobierno con respecto a la detención del supuesto comando terrorista de los CDR. Llama poderosamente la atención la bronca del ministro Marlaska a los mandos de la Guardia Civil, revelada por EL MUNDO, porque éstos no le pormenorizaron la operación Judas -reveladora denominación que alerta de posibles traiciones- cuando 72 horas le anticiparon el calado de la misma. No se puede desconocer -mucho menos un ministro-juez- que esos guardias civiles, si bien están bajo su mando operativo, son policía judicial y, en consecuencia, se deben al juez de la causa.
Sabedor, además, Marlaska de cómo se la jugaron como magistrado los cargos policiales del ministro Rubalcaba al sabotear el 4 de mayo de 2006, para no interferir las conversaciones secretas de Zapatero con ETA, el desmantelamiento del aparato de extorsión de la banda en el bar Faisán mediante un chivatazo a miembros de la organización sobre su detención inminente.
Como Marlaska hizo figurar en las diligencias sobre la delación, los jefes policiales, más atentos a Rubalcaba como ministro que a él como juez, no le dieron cuenta de la filtración hasta discurridas 72 horas cuando «disponían del teléfono profesional de este instructor y su móvil».
Por eso, al margen de que a Sánchez y a Marlaska les resulte difícil entender algunas cosas cuando su sueldo depende de no entenderlas, parece evidenciarse que ahora como entonces el Gobierno en funciones hubiera preferido que esta operación judicial no se hubiera anticipado a la sentencia del 1-0. Habría supuesto una temeridad que, conociendo la inmediatez de los planes terroristas, el juez García Castellón hubiera supeditado su urgente actuación al calendario político.
Desgraciadamente, quedan atrás aquellos pretéritos tiempos -engañosos por lo demás- en los que los nacionalistas vascos parecían de Marte, a causa del terrorismo, y sus colegas catalanes simulaban ser de Venus. Pero no es que estos últimos, tras 40 años en Venus, hayan mutado de naturaleza para cultivar con entusiasmo los campos de Marte, pues siempre fueron marcianos.
Pese a su máscara venusina, blasonando el cacareado seny de los tiempos dorados del pujolismo, el nacionalismo catalán ha ejercido una violencia, más sutil si se quiere. Pero violencia al fin y al cabo, como sufren hoy en día muchos catalanes que no se someten a las horcas caudinas del separatismo obligatorio.
«¿Cómo es posible -se preguntaba y conviene preguntarse 38 años después- que Cataluña haya caído nuevamente para hundirse poco a poco en una situación dolorosa, como la que está empezando a producirse?». Pues seguramente practicando el mal, mientras proclamaba el bien. Fue la estratagema de un Pujol que, mientras se llenaba los bolsillos, siempre concibió que, «hecho el país, hay que hacer el Estado» en una España que, con respecto al nacionalismo, ha estado guiada por una izquierda ciega y una derecha paralítica.
Francisco Rosell ( El Mundo )

sábado, 28 de septiembre de 2019

Uno de los terroristas que Torra pidió liberar señala como cómplice al presidente catalán

Implica al líder separatista en un plan para asaltar el Parlamento regional

Uno de los terroristas que Torra pidió liberar señala como cómplice al presidente catalán

El caso de los separatistas de los CDR detenidos este lunes, que preparaban acciones violentas con explosivos, ha dado un giro extremadamente grave en las últimas horas.
Involucra a Torra en un plan para asaltar el Parlamento catalán
El diario Abc publicó anoche que uno de los detenidos ha declarado ante el juez que pensaban asaltar el Parlamento catalán en el llamado “día D”, fecha que ese grupo situaba entre el aniversario del golpe separatista del 1-O y la publicación de la sentencia sobre ese golpe, que se espera para comienzos de octubre. Uno de los dos detenidos que admitieron haber comprado explosivos y haber hecho pruebas con ellos ha explicado que desde dentro del Parlamento catalán les iban a facilitar la entrada, y ha involucrado en ese plan a Quim Torra, presidente del Gobierno catalán. Recordemos que estos detenidos están acusados de delitos de posesión ilegal de explosivos, pertenencia a grupo terrorista y conspiración para delinquir.
Una declaración que deja aún más en entredicho el apoyo de Torra a los detenidos
Recordemos que este mismo lunes Torra salió en apoyo de los detenidos, y este jueves su partido apoyó una resolución pidiendo la salida de la Guardia Civil de Cataluña debido a su actuación contra esos terroristas. De hecho, en esa sesión del Parlamento catalán Torra pidió a gritos la libertad de los detenidos, en un bochornoso espectáculo que situó a los partidos separatistas, una vez más, en contra del Estado de Derecho y en apoyo a los violentos. Después de esa declaración, el apoyo de Torra a esos delincuentes no sólo queda como un acto vergonzoso, sino también como un posible acto de complicidad, a fin de librarles de la cárcel y de impedir que descubriesen lo que finalmente se ha sabido por boca de uno de los detenidos.
Un hecho muy grave y que requiere una inmediata investigación judicial
Estos hechos son de una gravedad extrema. Torra ya había hecho algo sin precedentes al salir en apoyo de unos detenidos por terrorismo y al arremeter contra la Guardia Civil, incluso cuando ya se sabía que dos de los arrestados habían confesado tanto la adquisición de los explosivos como su manipulación. Que ahora uno de los terroristas le señale como cómplice añade un grado más de anormalidad a la situación que atraviesa Cataluña. Es la primera vez que el presidente de un gobierno autonómico sale en apoyo de unos terroristas, y es también la primera vez que un terrorista señala a un presidente regional como cómplice de un plan para asaltar un parlamento autonómico. Lo que publica Abc es algo gravísimo y esto debe dar lugar cuanto antes a una investigación judicial que aclare a fondo toda esta trama.
El Gobierno sigue sin ver motivos para aplicar el artículo 155 de la Constitución
Por otra parte, y en vista de la deriva de este caso, resulta incomprensible la declaración de ayer del Gobierno señalando que “no dudará” en aplicar el 155 en Cataluña si “concurren las circunstancias”, lo que viene a significar que no considera que esas circunstancias se den a día de hoy. Esta misma semana hemos visto a los partidos separatistas del Gobierno catalán, incluido el de Torra, apoyando a unos terroristas y arremetiendo contra las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ahora resulta que uno de los terroristas detenidos señala a Torra como cómplice de un plan para asaltar el Parlamento catalán. ¿A qué espera el Gobierno para aplicar el 155, a que haya muertos? La tibieza de Sánchez ante los separatistas está siendo aún peor que la de Rajoy. Y no podemos olvidar, en medio de estas circunstancias, que el actual presidente del Gobierno no ha descartado conceder el indulto a los golpistas si son condenados, que es como garantizarles de antemano que aunque la Justicia les declare culpables de delitos tan sumamente graves como los de rebelión y sedición, al final quedarán impunes. ¿Sánchez también tiene pensado aplicar ese indulto si el actual Gobierno catalán resulta implicado en un caso de terrorismo?
¿El Gobierno de Sánchez estaba informado de esa conspiración?
Así mismo, cabe preguntarse: ¿los servicios de seguridad del Estado no tenían conocimiento alguno de ese plan para asaltar el Parlamento catalán? Cuesta creer que el Centro Nacional de Inteligencia, a las órdenes del Gobierno, desconociese ese plan y no se lo hubiese comunicado al Gobierno. Por otra parte, la bronca de Marlaska a la Guardia Civil por las detenciones de esos CDR resulta todavía más escandalosa a la luz de lo que publica hoy el diario Abc. ¿Acaso el ministro del Interior pretendía que no se destapase lo que ha logrado desvelar esa operación de la Benemérita? Si en su conjunto el Gobierno socialista está quedando en serio entredicho con su debilidad frente al desafío de los separatistas, el papel de Marlaska en esta crisis se vuelve cada vez más oscuro. Y más si tenemos en cuenta que el año pasado el ministro del Interior ya había abroncado a los constitucionalistas por hacer un acto de apoyo a la Guardia Civil en Alsasua (Navarra) después de la paliza que recibieron dos agentes de la Benemérita y sus parejas a manos de una turba de proetarras en octubre de 2016. España debe tener un ministro del Interior que abronque a los que atacan al Estado de Derecho, y no a quienes lo defienden. Si Marlaska es incapaz de entender algo tan básico, lo que tiene que hacer es dimitir e irse a su casa.
Foto: Efe.

viernes, 27 de septiembre de 2019

Los CDR y el terrorismo islámico

Hilos nocturno “El juez investiga una cita “clandestina” de los CDR con alguien de “componente peligroso””La respuesta fácil sería pensar alguien del entorno del grupo terrorista ETA. Seamos sinceros eso no pondrían nerviosos a los CDR
La cita fue el “15 de septiembre de 2018 en “la máxima clandestinidad” según indica El Confidencial
Otra opción sería alguien relacionado con Rusia. Pero volvemos a la sinceridad. Hay clases y clases. Pudiendo hablar con Puigdemont no hablaran con la púrria. Son rusos pero no idiotas
Y como siempre nos queda la opción que más miedo podría dar a un acomplejado catalán de extraradio, un marroquí.
Ya conócenos la relación de Canovelles, Cuartel de la Guardia Civil presumiblemente objetivo, y donde hay el único candidado marroquí a listas del partido de Puigdemont. Un agente se la seguridad marroquí.
Aquí en la intimidad lo que se diría en clásico un espía. Aquí el pájaro
Se ha escrito por activa y por pasiva que el independentismo catalán tiene un aliado natural. Cierta parte de los servicios secretos marroquíes. Ambos con ganas de destruir a su “enemigo” España
Ya enlazamos en su momento algunas “casualidades” en los atentados de agosto del 2017. Y es curioso porque el único elemento que puede dar miedo a unas terroristas racistas como CDR es lo que llamarían un “moro”.
Comentamos unas horas antes del Auto que habría alguna sorpresa. No es que la presencia de servicios secretos marroquíes sean una sorpresa, pero quizás para los patrios catalanes saber que detrás de sus terroristas puede haber un gobierno poco demócrata como el de Marruecos
Como mínimo, como les paso a algunos de los CDR detenidos, puede espantar. Seamos sinceros en un apunte. Como es sabido y explicado no es el Gobierno de Marruecos de forma formal pero si un grupo de personas con un poder real importante
Y aunque muchos crean que detrás de todo el proces podría estar la Rusia de Putin, económicamente cree es poco dudable, no es más cierto que logística y peor de forma intelectual está una parte de la Nomenclatura de Marruecos
Y seamos sinceros Rusia es un enemigo pesado, pero al que podemos convencer – son negocios – pero Marruecos es un tema de honor, rabia e ira. Y que algunos catalanes, Puigdemont sabe cuales, se hayan vendido a ese juego es muy peligroso