Escalada de tensión en el Golfo Pérsico
Sala de control de la fragata 'Méndez Núñez'.
Sala de control de la fragata 'Méndez Núñez'.
La decisión del gobierno de Pedro Sánchez de retirar la fragata 'Méndez Núñez' de la escolta del portaaviones 'Abraham Lincoln' puede poner en peligro el gran contrato al que aspira Navantia para fabricar veinte fragatas similares.
Máxima atención en Navantia a los movimientos militares de España en el Golfo Pérsico. La decisión del gobierno de Pedro Sánchez de retirar la fragata ‘Méndez Núñez’, que acompañaba como escolta al portaaviones ‘Abraham Lincoln’ desplegado en la zona, pone en entredicho las opciones de España de participar en un gran contrato para la fabricación de 20 fragatas basadas precisamente en el diseño de la ‘Méndez Núñez’. Su despliegue servía como examen del modelo.
En las Fuerzas Armadas no recuerdan un desplante así a Estados Unidos desde la famosa imagen de Zapatero negándose a levantarse ante la bandera norteamericana. La fragata ‘Méndez Núñez’ ha abandonado el grupo de combate del portaaviones ‘Abraham Lincoln’, al que el Pentágono ha dado orden de entrar en aguas del Golfo Pérsico. Una medida de presión a Irán tras la reciente escalada de tensión entre Washington y Teherán.
El buque de la Armada española era la única unidad no estadounidense que escoltaba al portaaviones. La orden que han recibido del gobierno de Sánchez es que no atraviesen el estrecho de Ormuz y permanezcan en un puerto cercano en India hasta que la agrupación naval finalice su misión en el Golfo Pérsico. Después se volvería a sumar al grupo, aunque está por ver si la Casa Blanca aceptará su vuelta.
Contrato en 2020
La presencia de la ‘Méndez Núñez’ como escolta del portaaviones ‘Abraham Lincoln’ supone un hito militar para la Armada española. Pero su misión también tiene una vertiente comercial. España, a través de Navantia, participa en un importante concurso para la venta de 20 fragatas a Estados Unidos que se resolverá previsiblemente en 2020.
Máxima atención en Navantia a los movimientos militares de España en el Golfo Pérsico. La decisión del gobierno de Pedro Sánchez de retirar la fragata ‘Méndez Núñez’, que acompañaba como escolta al portaaviones ‘Abraham Lincoln’ desplegado en la zona, pone en entredicho las opciones de España de participar en un gran contrato para la fabricación de 20 fragatas basadas precisamente en el diseño de la ‘Méndez Núñez’. Su despliegue servía como examen del modelo.
En las Fuerzas Armadas no recuerdan un desplante así a Estados Unidos desde la famosa imagen de Zapatero negándose a levantarse ante la bandera norteamericana. La fragata ‘Méndez Núñez’ ha abandonado el grupo de combate del portaaviones ‘Abraham Lincoln’, al que el Pentágono ha dado orden de entrar en aguas del Golfo Pérsico. Una medida de presión a Irán tras la reciente escalada de tensión entre Washington y Teherán.
El buque de la Armada española era la única unidad no estadounidense que escoltaba al portaaviones. La orden que han recibido del gobierno de Sánchez es que no atraviesen el estrecho de Ormuz y permanezcan en un puerto cercano en India hasta que la agrupación naval finalice su misión en el Golfo Pérsico. Después se volvería a sumar al grupo, aunque está por ver si la Casa Blanca aceptará su vuelta.
Contrato en 2020
La presencia de la ‘Méndez Núñez’ como escolta del portaaviones ‘Abraham Lincoln’ supone un hito militar para la Armada española. Pero su misión también tiene una vertiente comercial. España, a través de Navantia, participa en un importante concurso para la venta de 20 fragatas a Estados Unidos que se resolverá previsiblemente en 2020.
Navantia se alió con los astilleros estadounidenses Bath Iron Works –propiedad de General Dynamics- para presentar un diseño de fragata con el que competir en el programa FFG(X). Estados Unidos busca veinte fragatas y la firma española propone una versión adaptada de las F-100 españolas, clase a la que pertenece la ‘Méndez Núñez’. Su principal baza comercial es la adaptación del sistema de combate Aegis, capaz de detectar, monitorizar y neutralizar amenazas de misiles contra una flota naval. Un escenario muy similar al que se enfrenta ahora el grupo del ‘Abraham Lincoln’ en el Golfo Pérsico.
Fuentes de los astilleros españoles admiten a OKDIARIO que el desarrollo de acontecimientos “no parece positivo para los planes” de la firma española en Estados Unidos. La apuesta ha sido muy importante. El pasado mes de febrero Navantia inauguró una oficina en Washington para gestionar el programa FFG(X) cerca de la cadena de decisión del Pentágono.
Preocupación en Navantia
En Navantia se sigue con interés el desarrollo de acontecimientos, y aunque desde la firma no se quiere entrar a valorar “decisiones políticas”, sí admiten que la retirada del buque puede tener “efectos negativos” en el concurso.
El contrato de fragatas se estima en alrededor de 17.000 millones de euros, teniendo en cuenta que el Pentágono ha limitado el coste de cada fragata en unos 850 millones cada unidad. España participaría en la fase de diseño y en el soporte de ingeniería.
Por ley, Estados Unidos no permite la fabricación de armamento fuera de su territorio, por lo que si el consorcio de Navantia resultase elegido, las fragatas no se fabricarían en España.
Fuentes de los astilleros españoles admiten a OKDIARIO que el desarrollo de acontecimientos “no parece positivo para los planes” de la firma española en Estados Unidos. La apuesta ha sido muy importante. El pasado mes de febrero Navantia inauguró una oficina en Washington para gestionar el programa FFG(X) cerca de la cadena de decisión del Pentágono.
Preocupación en Navantia
En Navantia se sigue con interés el desarrollo de acontecimientos, y aunque desde la firma no se quiere entrar a valorar “decisiones políticas”, sí admiten que la retirada del buque puede tener “efectos negativos” en el concurso.
El contrato de fragatas se estima en alrededor de 17.000 millones de euros, teniendo en cuenta que el Pentágono ha limitado el coste de cada fragata en unos 850 millones cada unidad. España participaría en la fase de diseño y en el soporte de ingeniería.
Por ley, Estados Unidos no permite la fabricación de armamento fuera de su territorio, por lo que si el consorcio de Navantia resultase elegido, las fragatas no se fabricarían en España.
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