Hay que decir que Albert Donaire parece ser el típico independentista, pues considerar que es superior al resto y muestra mucho carácter con escasa educación, pero en el momento en el que se le imponen unas condiciones de buena educación y cortesía con seriedad y contundencia, se comporta con el respeto debido a la autoridad. Por eso mismo, los actos de acoso contra él carecen de sentido, pues basta con ignorarle o con imponer el orden en su conducta con autoridad para frenarle.

Manuel Marchena está mostrando el camino sobre como tratar, con autoridad, a los defensores del secesionismo catalán y hasta se puede destacar que es posible que, si el Gobierno nacional en cada legislatura hubiera obrado con los dirigentes independentistas en Cataluña como el propio Manuel Marchena frente a Albert Donaire, con carácter y corrección, ahora mismo no habría ni juicio contra los secesionistas ni conflicto político.