Se han abierto todas las puertas del cielo, de la ciudad y de la sierra: el marzo de sol que acaricia, madruga e ilumina una primavera diáfana, con el alba llena de cantos de pájaro y los corderitos blancos que pintó Velázquez. La primavera es el resplandor de la poesía y la poesía es inmortal.
Lo dice Shakespeare: “Ni el mármol ni los dorados monumentos de los príncipes sobrevivirán a la poderosa rima”. Pero este es un mes obsesivamente político y la política, al contrario que la poesía, es más útil que idílica.
En las mañanitas que cantaba el rey David, con la lira y la historia de una mujer que al nacer hizo que nacieran todas las flores, yo me dedico a pasar revista a todos los partidos como un sargento de guardia.
Una diputada del PSOE pronostica: “Pedro Sánchez se quiere rodear en el Congreso de una guardia pretoriana formada por los ex: ex ministros, ex delegados del Gobierno, ex altos cargos. Será un grupo parlamentario sin discrepancias, servil y pelota. El que fue elegido por los militantes con transparencia y participación, ha seleccionado él mismo, uno a uno al equipo que le acompañará. ¡Para que nadie se mueva!”.
Observo que Podemos es una nave sin las velas infladas. Me dan el parte: “Unos abandonan el barco y otros son despreciados por la lógica de la traición. El que primero levante la mano puede ser Judas“. Atacados por la paranoia de la izquierda, creen que aunque saquen menos escaños podrían formar parte del Gobierno si el sistema no obligara a Pedro y Albert a pactar después de unos meses de vacío de poder. “Lo que puede ocurrir en las provincias pequeñas será insólito si aquel resultado 2-1 a favor del PP se vuelve 1-2 en contra de ellos y a favor del PSOE”.
Al plantear las elecciones como un combate entre la CEDA y el Frente Popular en la era digital, habrá que elegir adónde le va a sorprender a uno el día 28 de abril.
En Génova dicen de Vox: “Es el partido de moda en bodas y bautizos”. Y también: “Puede que no saque más del 12% de los votos, 12 o 14 escaños, pero le puede quitar 25 asientos al PP”.
Pablo Casado mejora, dispara palabras con más precisión, ya no tira a todo lo que se mueve. Los populares creen que Ciudadanos se desdibuja con pucherazos y tránsfugas. “¿Qué hacían hasta las tantas Villegas y Girauta en Valladolid, si allí no dura tanto la movida?”. Albert Rivera contesta: “Ciudadanos está abierto al talento. ¿Quién tiene un problema: aquél al se le marchan los candidatos o el que los recibe?”.
Raúl del Pozo ( El Mundo )
No hay comentarios:
Publicar un comentario