La "Intersindical-CSC" propone ahora llevar a cabo el paro el 21 de febrero, cuando ya hayan comenzado las sesiones en el Supremo.
El separatismo está más dividido que nunca. El enfrentamiento entre el preso Oriol Junqueras y el prófugo Carles Puigdemont se ha trasladado a los estamentos "cívicos" del movimiento. La Assemblea Nacional Catalana (ANC) anuncia "acciones directas" y se planta con una pancarta de lunes a viernes y de nueve de la mañana a nueve de la noche delante de la Generalidad. Acusa al "Govern" de autonomista. Esta "acción directa" durará un mes. Òmnium no quiso saber nada del asalto de la ANC a la sede de la Comisión Europea en Barcelona, sita en el céntrico paseo de Gràcia. Veinte voluntarios de la entidad permanecieron en las oficinas durante unas pocas horas. Fuera, sólo medio centenar acudieron al llamado de la presidenta de la entidad, Elisenda Paluzie.
El pinchazo en el "acompañamiento" a los presos ha disparado las alarmas en el independentismo. Ante la percepción de que buena parte de las bases han desconectado por el contraste entre las soflamas y la realidad, la Intersindical-Confederación Sindical Catalana, el sindicato que dirige el asesino del empresario José María Bultó y exmiembro del grupo terrorista "Terra Lliure", Carles Sastre, ha decidido desconvocar la huelga general prevista para este jueves. De momento, el paro queda trasladado al 21 de febrero.
En una nota emitida para justificar el paso atrás, el sindicato afirma que ha optado por el aplazamiento al día 21 "para garantizar un mayor éxito y movilización masiva". En su preaviso de huelga en la consejería de Trabajo de la Generalidad, el sindicato había previsto tres posibles días para la huelga, el 5, 6 y 7 de febrero con la intención de hacerla coincidir con el inicio del juicio, que el Supremo ha retrasado hasta el día 12. La excusa era que se cumplían siete años de la reforma laboral del PP. Tras conocer el aplazamiento, el sindicato optó por el 7, pero ante la escasa movilización por el traslado de los presos, se ha elegido el día 21 en la confianza de que las denuncias de los presos por el frío en Soto del Real, el retraso en la entrega de los ordenadores y las condiciones del traslado caldeen el ambiente.
El pinchazo en el "acompañamiento" a los presos ha disparado las alarmas en el independentismo. Ante la percepción de que buena parte de las bases han desconectado por el contraste entre las soflamas y la realidad, la Intersindical-Confederación Sindical Catalana, el sindicato que dirige el asesino del empresario José María Bultó y exmiembro del grupo terrorista "Terra Lliure", Carles Sastre, ha decidido desconvocar la huelga general prevista para este jueves. De momento, el paro queda trasladado al 21 de febrero.
En una nota emitida para justificar el paso atrás, el sindicato afirma que ha optado por el aplazamiento al día 21 "para garantizar un mayor éxito y movilización masiva". En su preaviso de huelga en la consejería de Trabajo de la Generalidad, el sindicato había previsto tres posibles días para la huelga, el 5, 6 y 7 de febrero con la intención de hacerla coincidir con el inicio del juicio, que el Supremo ha retrasado hasta el día 12. La excusa era que se cumplían siete años de la reforma laboral del PP. Tras conocer el aplazamiento, el sindicato optó por el 7, pero ante la escasa movilización por el traslado de los presos, se ha elegido el día 21 en la confianza de que las denuncias de los presos por el frío en Soto del Real, el retraso en la entrega de los ordenadores y las condiciones del traslado caldeen el ambiente.
La huelga del 7 contaba con el apoyo del presidente de la Generalidad, el gobierno regional en pleno, los partidos separatistas y las entidades. La del 21, en principio, también, aunque podría cancelarse si persisten las dudas sobre la capacidad de movilización de los separatistas.
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