viernes, 18 de enero de 2019

EL SUELDO DEL PRESIDENTE O LA ANARQUÍA



La cobertura de la presentación del proyecto de los Presupuestos generales ha suscitado alguna polémica. Varios lectores critican la existencia o el titular de la pieza Presupuestos 2019: Pedro Sánchez se sube el sueldo hasta los 82.978 euros y hará 30 viajes oficiales. Algunos señalan que el hecho tiene poca trascendencia, que se trata de una subida ínfima o que con la información “se pretende crear una opinión negativa“.
Intentar rendir cuentas debe de ser harto complicado. Refutar tal acusación, en cambio, para nada. Baste apuntar que si la pieza sobre el salario de Sánchez no se hubiera publicado las críticas también gotearían, aunque por el canalón opuesto. Menos mal que en esta sección no se trata de rendir cuentas.
Salvando las teorías conspiranoicas sobre los masones, pues EL MUNDO no tiene por costumbre disfrazar opiniones en titulares asépticos (más bien lo contrario), no yerran del todo los lectores. El aumento del sueldo del presidente del Gobierno es ínfimo. Pero su publicación no carece de trascendencia ni mucho menos falsea la realidad: está enmarcada en la información de las diferentes partidas de los Presupuestos y responde, como se indica en la pieza, a la aplicación de la subida del 2,25% del salario de los funcionarios.
Más interesante resulta lo que pone de relieve esta pequeña polémica, un problema casi constante desde hace años: internet, sobre todo a través de las redes sociales, los buscadores y los servicios de mensajería, propicia en ocasiones una desafortunada atomización de la lectura en piezas inconexas, lo que desencadena una equívoca anarquía.
El artículo en cuestión forma parte de un conjunto de piezas que desgrana partida a partida las Cuentas. Así como la edición de papel permite organizar y jerarquizar el contenido a través del diseño (por la anchura de los titulares, el cuerpo utilizado o la posición de la noticia, en la propia página y en el periódico), cuando una noticia abandona la portada de elmundo.es y navega por el limbo de la red se pierde tal organización, un elemento si no esencial para su lectura sí determinante para su completa comprensión. Cómo combatir tal alejamiento es una incógnita de difícil solución. Es elocuente que la pequeña pieza de Sánchez se publicase en la última página del especial que el diario confeccionó ese día.
La información también originó entre los lectores un debate que es objeto de polémica desde hace tiempo: ¿está en consonancia el sueldo del presidente con su responsabilidad? Existen numerosos análisis basados en el PIB per cápita o en comparativas con el salario mínimo del resto de mortales que concluyen que el presidente español cobra poco en relación con sus homólogos.
Aparcando la demagogia ‘antiestablishment’, la cuantía bien puede definirse como insuficiente: no para vivir, sino para atraer a La Moncloa a los más cualificados. El panorama de las retribuciones de los altos cargos de la Administración muestra algo totalmente objetivo: un desbarajuste irracional. Quien toma las decisiones no puede cobrar menos que sus subordinados.
David Lema ( El Mundo )
viñeta de Linda Galmor

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