martes, 15 de enero de 2019

EL QUE VENGA DETRÁS, QUE ARREE

EL QUE VENGA DETRÁS, QUE ARREE
La ministra María Jesús Montero acudió ayer al Congreso con su mejor sonrisa para presentar los fantásticos Presupuestos de 2019. Fantásticos porque las previsiones de ingresos y crecimiento sólo se alcanzan echándole imaginación. Y mucha. Pero allí estaba ella en el Salón de los Pasos Perdidos mostrando, podría decirse que con orgullo, el libro amarillo.
Obviamente, no dijo ni pío de la hipoteca que los españoles contraeremos como llegue a aprobarse el Proyecto. El primer recibo llegará en cuanto el déficit empiece a desviarse significativamente del objetivo. La primera factura será la pérdida de la confianza de los socios europeos y los mercados. Y ya sabemos lo cara que se puede llegar a pagar.
Por ahora, Pedro Sánchez está jugando la baza de Nadia Calviño. La ministra de Economía domina la casuística europea tras haber ejercido como directora general de Presupuestos de la Comisión y está conteniendo las advertencias de sus excolegas sobre la base de que el Gobierno se compromete a cumplir el déficit y, por tanto, no hay motivos para frenar los Presupuestos.
Pero aunque el Ejecutivo comunitario no vaya más allá de las advertencias por el momento, sus funcionarios no se creen los malabarismos hechos por el Gobierno para cuadrar las cuentas. No es difícil albergar dudas cuando se presenta el mayor gasto público desde 2010, soportado con una recaudación inflada y basada en impuestos que ni siquiera están aprobados.
todo ello en un contexto internacional para andarse con ojo: caen las expectativas de crecimiento mundial, Estados Unidos y China entran en riesgo de desaceleración, la economía de la Eurozona frena en seco y el Brexit llama a la puerta.
Tantas cosas pueden fallar que difícilmente Calviño podrá evitar que Bruselas se eche encima de España en cuanto empiece a incumplirse el déficit. Y además con el agravante del «ya te lo advertí». A nadie le gusta que le tomen por tonto.
Y los funcionarios europeos no son una excepción. Será entonces cuando vendrán las penas. Ahí tenemos a la vecina Italia en riesgo de recesión después de que su gobierno intentara una expansión fiscal que le costó caer bajo vigilancia de la Comisión. Los mercados lo tomaron muy a mal, como es habitual, y en otoño la prima de riesgo y los intereses de la deuda italiana subían como la espuma provocando una contracción de la economía a final de año.
Y el que venga detrás, que arree con las consecuencias. Porque a estas alturas los socialistas han interiorizado que en cuanto haya elecciones generales perderán La Moncloa. De lo contrario, ya las habrían convocado.
Ana I. Sánchez ( ABC )

No hay comentarios: