Por qué aguantamos a un partido que apoya a dictaduras y jalea a violentos?
Nuestra democracia nos la estamos jugando al tolerar a matones como los de Podemos
“Nos estamos jugando nuestra democracia”. Esto es lo que dijo anoche Pablo Iglesias, líder de Podemos, en su comparecencia para valorar los resultados de las elecciones andaluzas.
Un partido que apoya sin rodeos a dictaduras
En su mensaje (se puede ver completo aquí), el líder de Podemos emitió una “alerta antifascista” ante el avance de la “extrema derecha”, en clara referencia a Vox, aunque no lo citase en ningún momento. Pablo Iglesias apareció ante los medios como un tipo que no acepta los resultados de las urnas cuando no son de su agrado. Nada nuevo, si tenemos en cuenta que este individuo viene de las filas comunistas y que no parece haber cambiado en ningún momento de ideología: se ha limitado a disfrazarla de morado. Recordemos que en estos últimos cuatro años, Podemos ha defendido a la dictadura castrista y se ha negado varias veces a condenar la brutal represión chavista en Venezuela. Y recordemos también que un año antes de fundar Podemos, en un acto de las Juventudes Comunistas, Iglesias reconoció que se estaba dejando utilizar por la dictadura islámica de Irán para desestabilizar España. Es decir, que este tipo se codea con regímenes en los que la oposición es perseguida y encarcelada. ¿Y éste se dice demócrata?
Un partido aliado con los que buscan liquidar nuestra Constitución
La trayectoria de Podemos se ha caracterizado precisamente por sus alianzas con todos los que quieren demoler nuestro marco constitucional de convivencia. En 2015 en Navarra, Podemos se alió con Bildu sin que este partido hubiese condenado el terrorismo de ETA. En la Comunidad Autónoma Vasca dirigentes de Podemos acudieron al homenaje a uno de los fundadores de Herri Batasuna, el ilegalizado brazo político de ETA. El año pasado Podemos pidió en el Congreso legalizar la apología del terrorismo y la humillación a las víctimas. En distintas comunidades, Podemos ha formado coaliciones con partidos comunistas y con partidos que tienen el odio a España por bandera. El ejemplo más claro de esa política lo hemos visto en Cataluña, donde Podemos se ha comportado como una simple comparsa de los golpistas.
Un partido que justifica la violencia y apoya a violentos
Así mismo, Podemos se ha comportado como la ultraizquierda de toda la vida, justificando abiertamente la violencia el barrio de Can Vies, en Burgos, en la primavera de 2014; apoyando a un tipo condenado por ir a una huelga con una mochila cargada de explosivos, el tal “Alfon”, en junio de 2015; defendiendo a un concejal podemita condenado a prisión por agredir a puñetazos a un concejal del PSOE, un tipo que años atrás ya había sido condenado por agredir a una mujer embarazada; apoyando el asalto de una capilla católica en junio de 2016, en una muestra, además, de cristianofobia; apoyando el acoso violento a diputados rivales ante el Congreso de los Diputados en octubre de 2010; y más recientemente, apoyando a un rapero condenado por lanzar amenazas de muerte y hacer apología del terrorismo.
¿Por qué tenemos que tolerar a un partido como ése?
Si Vox tuviese ese historial de violencia, de simpatía por dictaduras y alianzas con totalitarios, muchos de quienes apoyamos al partido de Abascal ni siquiera nos habríamos acercado a él, y partidos como Podemos ya habrían pedido su ilegalización. Es el colmo que sea precisamente Podemos el que lanza una “alerta antifascista” contra un partido democrático, pacífico y que defiende la legalidad como es Vox. Contra la que hay que lanzar un grito de alerta es precisamente contra la ultraizquierda que apoya dictaduras, incluyendo un régimen islámico que ahorca a homosexuales y lapida a mujeres. Ayer Pablo Iglesias dejó clarísima su caradura al llamar a Vox “enemigo de las mujeres” mientras él se deja utilizar por un régimen tan criminalmente misógino como el de Irán. La desvergüenza del líder de Podemos no tiene límites, pero nuestra tolerancia sí debe tenerlos a la hora de hacer frente a esos matones de extrema izquierda. Es precisamente de esos fanáticos, totalitarios y violentos de quienes debemos defender a nuestra democracia. Si Podemos tiene miedo de Vox es porque ese partido ha dejado clara su firmeza en esa defensa. Un motivo más para apoyar a Vox, le pongan los motes que le pongan.
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(Foto: Podemos)
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