Sobre la plaza que albergaba el antiguo mercado de abastos de Cabra (Córdoba), donde el Gobierno republicano bombardeó a la población civil en 1938, se levantó el Ayuntamiento de la localidad en la que nació la vicepresidenta Carmen Calvo.
En el mercado de Cabra, el pueblo de Carmen Calvo: aquí mató a 109 civiles la aviación republicana
- Este miércoles se cumplen 80 años del ‘Guernica andaluz’: tres Tupolev soviéticos arrojaron 2.000 kilos de bombas sobre el mercado de abastos de la localidad.
- La mitad de los muertos fueron enterrados en una fosa común que ahora no reconoce la Ley de Memoria Histórica.
- En 2003 una cruz conmemorativa fue trasladada del centro del pueblo al cementerio por un alcalde del PA apoyado por el PSOE y el PP.
- Carmen Calvo, la hija de 'La Rucheras', el pelo y la leche
- ¿Una novela objetiva sobre la Guerra Civil?
@AndrosLozano
Cabra (Córdoba)
Los relojes de las iglesias de Cabra marcaban las 07.31 de la mañana. A esa hora, quizás un par de minutos más tarde, explotó la primera bomba en el antiguo mercado de abastos. Era 7 de noviembre de 1938 y España seguía inmersa en una guerra civil tras el alzamiento de Francisco Franco. Pese a que esta localidad del sur de la provincia de Córdoba se encontraba ajena a la primera línea de batalla, que había discurrido siete meses atrás por la vecina Baena, aquel día la sobrevolaron tres aviones Tupolev SB-2 de fabricación soviética. Los pilotaban militares republicanos. El resultado fue calamitoso. Murieron más de un centenar de civiles. Aquel día todavía faltaban 19 años para que viniera al mundo la hija del matrimonio formado por Carmelita Poyato y Francisco Calvo. Aquella niña, a la que llamaron Carmen Calvo, es hoy la mujer con más poder de España.
En ese momento, aunque el frente estaba en El Ebro, se sucedían los bombardeos en localidades próximas a Cabra. El 25 de octubre, dos semanas antes, hubo 43 muertos en Aguilar de la Frontera. Siempre se ha contado que aquel 7 de noviembre de 1938 los militares del bando republicano tenían directrices de atacar a una unidad italiana mandada a la zona por Benito Mussolini para apoyar a los sublevados.
Aunque aún era temprano aquel día, la plaza del mercado de Abastos de Cabra estaba concurrida. Los comerciantes ya habían instalado sus puestos. Algunas amas de casa acompañadas de sus hijos recorrían el mercado haciendo las primeras compras del día: leche, verduras, fiambres, carnes, carbón... Pese a la contienda, en el pueblo se respiraba una tranquilidad que en sólo unos segundos iba a saltar por los aires a base de bombazos.
Este miércoles habrán transcurrido justo 80 años del ataque republicano sobre la población de Cabra. Aquel día la aviación del Gobierno de la II República bombardeó el centro de la localidad, que en 1938 contaba con 20.000 habitantes. Se dijo que los pilotos republicanos confundieron las lonas que cubrían los puestos de los comerciantes con un campamento militar de una unidad italiana que daba apoyo a Franco.
Documental sobre el bombardeo de Cabra:
El nada sospechoso de ‘franquista’ Arcadi Espada Enériz, escribía sobre el caso:
«Pero, no eran vascos, no tenían un Picasso que pintase sus gritos, ni sus lágrimas conmovieron a nadie. Hoy que se pretende reescribir el pasado y volver a dibujar las fronteras de buenos y malos, nadie se acordará de esta masacre y siempre nos quedará Guernica. Decididamente, el bando franquista ganó una guerra, pero perdió la propaganda».
Aquellos tres aviones rusos dejaron caer sobre la plaza de abastos de Cabra y su barrio de la Villa una veintena de bombas con 2.000 kilos de explosivos. La de mayor peso, de 200 kilos, cayó donde los vendedores estaban haciendo negocio. Murieron 109 personas y resultaron heridas más de 200. Todas las víctimas fueron civiles. Ni un solo militar. Entre los fallecidos se contaron numerosas mujeres y niños. La última muerte se produjo el 28 de diciembre de ese año, casi dos meses más tarde de la lluvia de proyectiles.
Tiempo después se acuñó aquel episodio casi olvidado de la Guerra Civil española con el nombre del ‘Guernica de la [cordillera] subbética’. Aunque no hay cifras exactas de los fallecidos en Guernica (Vizcaya), el estudio más riguroso realizado hasta el momento estima que en abril de 1937 murieron allí 126 personas a manos de la aviación italiana y alemana.
Pablo Picasso recreó para la posteridad aquel ataque en una de sus pinturas más icónicas, El Guernica. En Cabra también murieron más de un centenar de personas pero del pincel del pintor malagueño no salió ninguna obra. Sí lo hizo del de la artista alicantina Maryla Dabrowska, mucho menos conocida, en un cuadro de similar tamaño, 8 metros de ancho por 3,5 de alto. Fue dado a conocer hace un par de años. Lo tituló Guerra y Paz. Quiso que fuera una imagen para “la reconciliación”.
La Guerra Civil acabó en abril de 1939, seis meses después del ataque republicano sobre Cabra. Franco, que salió vencedor, instauró una dictadura durante casi cuatro décadas. En 1957, 19 años después de aquel trágico suceso, en la localidad cordobesa nació una niña a la que pusieron Carmen Calvo.
Hoy, con 61 años, aquella niña es vicepresidenta del Gobierno español y es quien está llevando el peso de las negociaciones con el Vaticano para sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos y enterrarlos en la catedral de la Almudena. Por el momento ya se ha topado con la respuesta negativa de la Santa Sede.
Reportajes Memoria Histórica
En el mercado de Cabra, el pueblo de Carmen Calvo: aquí mató a 109 civiles la aviación republicana
- Este miércoles se cumplen 80 años del ‘Guernica andaluz’: tres Tupolev soviéticos arrojaron 2.000 kilos de bombas sobre el mercado de abastos de la localidad.
- La mitad de los muertos fueron enterrados en una fosa común que ahora no reconoce la Ley de Memoria Histórica.
- En 2003 una cruz conmemorativa fue trasladada del centro del pueblo al cementerio por un alcalde del PA apoyado por el PSOE y el PP.
- Carmen Calvo, la hija de 'La Rucheras', el pelo y la leche
- ¿Una novela objetiva sobre la Guerra Civil?
@AndrosLozano Cabra (Córdoba)
Los relojes de las iglesias de Cabra marcaban las 07.31 de la mañana. A esa hora, quizás un par de minutos más tarde, explotó la primera bomba en el antiguo mercado de abastos. Era 7 de noviembre de 1938 y España seguía inmersa en una guerra civil tras el alzamiento de Francisco Franco. Pese a que esta localidad del sur de la provincia de Córdoba se encontraba ajena a la primera línea de batalla, que había discurrido siete meses atrás por la vecina Baena, aquel día la sobrevolaron tres aviones Tupolev SB-2 de fabricación soviética. Los pilotaban militares republicanos. El resultado fue calamitoso. Murieron más de un centenar de civiles. Aquel día todavía faltaban 19 años para que viniera al mundo la hija del matrimonio formado por Carmelita Poyato y Francisco Calvo. Aquella niña, a la que llamaron Carmen Calvo, es hoy la mujer con más poder de España.
En ese momento, aunque el frente estaba en El Ebro, se sucedían los bombardeos en localidades próximas a Cabra. El 25 de octubre, dos semanas antes, hubo 43 muertos en Aguilar de la Frontera. Siempre se ha contado que aquel 7 de noviembre de 1938 los militares del bando republicano tenían directrices de atacar a una unidad italiana mandada a la zona por Benito Mussolini para apoyar a los sublevados.
Aunque aún era temprano aquel día, la plaza del mercado de Abastos de Cabra estaba concurrida. Los comerciantes ya habían instalado sus puestos. Algunas amas de casa acompañadas de sus hijos recorrían el mercado haciendo las primeras compras del día: leche, verduras, fiambres, carnes, carbón... Pese a la contienda, en el pueblo se respiraba una tranquilidad que en sólo unos segundos iba a saltar por los aires a base de bombazos.
Este miércoles habrán transcurrido justo 80 años del ataque republicano sobre la población de Cabra. Aquel día la aviación del Gobierno de la II República bombardeó el centro de la localidad, que en 1938 contaba con 20.000 habitantes. Se dijo que los pilotos republicanos confundieron las lonas que cubrían los puestos de los comerciantes con un campamento militar de una unidad italiana que daba apoyo a Franco.
Aquellos tres aviones rusos dejaron caer sobre la plaza de abastos de Cabra y su barrio de la Villa una veintena de bombas con 2.000 kilos de explosivos. La de mayor peso, de 200 kilos, cayó donde los vendedores estaban haciendo negocio. Murieron 109 personas y resultaron heridas más de 200. Todas las víctimas fueron civiles. Ni un solo militar. Entre los fallecidos se contaron numerosas mujeres y niños. La última muerte se produjo el 28 de diciembre de ese año, casi dos meses más tarde de la lluvia de proyectiles.
Tiempo después se acuñó aquel episodio casi olvidado de la Guerra Civil española con el nombre del ‘Guernica de la [cordillera] subbética’. Aunque no hay cifras exactas de los fallecidos en Guernica (Vizcaya), el estudio más riguroso realizado hasta el momento estima que en abril de 1937 murieron allí 126 personas a manos de la aviación italiana y alemana.
Pablo Picasso recreó para la posteridad aquel ataque en una de sus pinturas más icónicas, El Guernica. En Cabra también murieron más de un centenar de personas pero del pincel del pintor malagueño no salió ninguna obra. Sí lo hizo del de la artista alicantina Maryla Dabrowska, mucho menos conocida, en un cuadro de similar tamaño, 8 metros de ancho por 3,5 de alto. Fue dado a conocer hace un par de años. Lo tituló Guerra y Paz. Quiso que fuera una imagen para “la reconciliación”.
La Guerra Civil acabó en abril de 1939, seis meses después del ataque republicano sobre Cabra. Franco, que salió vencedor, instauró una dictadura durante casi cuatro décadas. En 1957, 19 años después de aquel trágico suceso, en la localidad cordobesa nació una niña a la que pusieron Carmen Calvo.
Hoy, con 61 años, aquella niña es vicepresidenta del Gobierno español y es quien está llevando el peso de las negociaciones con el Vaticano para sacar los restos del dictador del Valle de los Caídos y enterrarlos en la catedral de la Almudena. Por el momento ya se ha topado con la respuesta negativa de la Santa Sede.
Los regueros de sangre corrían por la calle
Aquella niña que luego estudió Derecho y fue profesora universitaria creció en un pueblo marcado por el bombardeo del que mañana se cumplen ocho décadas. El relato de aquel día fue llegando de padres a hijos. Carmelita Poyato, madre de la vicepresidenta, debió de contarle que aquella masacre cogió a muchas amas de casa haciendo la compra y a los vendedores, la mayoría hortelanos, poniendo los puestos.
La dirigente socialista sabe que la mañana del 7 de noviembre de 1938 los regueros de sangre corrían por la calle, la gente gritaba e iba de un lado para otro presa del miedo y que habilitaron una casa en enfrente de la plaza adonde llevaban los muertos y heridos.
Carmen Calvo es ahora, si no el que más, uno de los personajes más ilustres de Cabra, al igual que su familia. Uno de sus dos hermanos, José Calvo Poyato, fue alcalde de la población pero no por el PSOE. Lo hizo bajo las siglas del Partido Andalucista (PA). Catedrático de Historia por la Universidad de Granada, también ha publicado varias novelas y fue diputado autonómico en el Parlamento andaluz. El otro hermano de la vicepresidenta, Francisco, es profesor jubilado de instituto.
El triste recuerdo de uno de los fallecidos
Uno de los 109 fallecidos el 7 de noviembre de 1938 por las bombas de la República se llamaba Rafael Castro Arroyo. Era vendedor de “chacinas y carnes”, explica este lunes en Cabra su hijo Francisco, que hoy es un anciano de 86 años que dice recordar aquel bombardeo “como si fuera ayer”.
“Mi padre murió una semana después del ataque de los rojos. A él le daba igual la política. Yo era un niño de seis años y mi madre me mandó al monte con otra familia junto a mis tres hermanos. Nos resguardamos en lo alto de una atalaya por si los aviones volvían a tirar bombas sobre el pueblo. Mi padre fue por su propio pie al hospital. Aguantó seis o siete días vivo. Las bombas no lo mataron en el acto”, cuenta el hijo de Rafael Castro en un bar justo al lado del Ayuntamiento de Cabra. El consistorio se edificó sobre la antigua plaza donde estaba instalado el mercado bombardeado.
“Mi madre, que se llamaba Dolores y también vendía chacinas con mi padre, se salvó, pero se quedó viuda. Se hizo cargo de los cuatro hijos que tenía. Como aún era joven, se casó de segundas y tuvo cuatro niños más”, añade Francisco.
“Recuerdo el día del bombardeo como algo muy triste. La gente corría con miedo. No sabíamos lo que pasaba, aunque todo el mundo entendía que era por la guerra. A los vecinos de Cabra nos pilló por sorpresa porque hasta esa fecha aquí no había caído ni una sola bomba. Aquel día solo murieron inocentes”.
La cruz que retiró un alcalde del PA
Durante años, en la fachada del colegio San José de Cabra, gestionado por la Fundación Escolapias, una cruz junto a dos lápidas recordaba a los 109 muertos en noviembre de 1938. No estaban todos. Sólo aparecían los nombres de 73 de los fallecidos.
Carmen Calvo dio sus primeros pasos estudiantiles en aquel colegio. Por eso es probable que lleve grabada en la memoria una escena de la que fue testigo. Cuando ella vivía en el pueblo había una cruz en la puerta del colegio de las Escolapias con todos los caídos aquel día. Todos los 19 de noviembre se celebraba 'el día del dolor' porque un día después, el 20 de noviembre de 1936, fusilaron a José Antonio Primo de Rivera. Todos los alumnos de las escuelas profesionales Felipe Solís hacían un recorrido con las luces del pueblo apagadas. El final era junto a la cruz para rezar y cantar el Cara al Sol en conmemoración de las muertes.
En 2003, el PA, con el apoyo del PP y del PSOE, retiró las lápidas y la cruz, y las instaló en el cementerio del pueblo, aunque de allí se han retirado también por su mal estado de conservación.
Tras el bombardeo del 38, en el camposanto de Cabra se enterró en una fosa común a más de 50 de los fallecidos. “No se le ha incluido en el mapa de fosas comunes que contempla la Ley de Memoria Histórica. Se ve que los que hay allí debajo no son muertos con pedigrí”, explica en conversación telefónica Antonio Arrabal Maíz, profesor de Latín y autor del libro El bombardeo de Cabra. El Guernica de la subbética (Editorial Sarriá, 2012).
“El bombardeo republicano sobre Cabra siempre se ha querido vender como un error, pero de error no tuvo nada”, dice Arrabal. “Hay constancia de tres reconocimientos aéreos en los seis días anteriores al 7 de noviembre. Se hicieron al menos 1000 fotografías. Los italianos solo estuvieron aquí a principios del 37, cuando los sublevados preparaban la toma de Málaga. El Gobierno de la República sabía que ahí había población civil”.
Este miércoles se inaugura en Cabra una exposición fotográfica sobre el bombardeo con imágenes del archivo de la Biblioteca Nacional. El sábado, el gobierno municipal, del PP, descubrirá un azulejo en la fachada del consistorio en recuerdo a los 109 fallecidos. Ese mismo día, Antonio Arrabal Maíz ofrecerá una charla sobre uno de los sucesos más dolorosos de la historia de la localidad. Es seguro que acudirán muchos egabrenses, pero que no estará presente la vicepresidenta del Gobierno.
Bombardero Tupolev SB-2 Katiuska.
Voló por primera vez el 7 de octubre de 1933. Fue diseñado por A.A. Arkhangelski bajo la dirección de Andrei Nokolaevich Tupolev. De construcción enteramente metálica, con planos provistos de flaps, tren retráctil hidráulico, amortiguadores y frenos automáticos. Tenía una limpia línea aerodinámica, que unida a la potencia de sus dos motores le permitía alcanzar una velocidad máxima de 430 km/h.
Entró en servicio a comienzos de 1936, llegando el 15 de octubre los primeros Katiuska –como fueron llamados por los republicanos– a Cartagena, entrando en combate el día 28 de octubre de 1936 al bombardear Tablada y Talavera.
El Tupolev SB-2 resultó ser más rápido que los cazas de los nacionales, que tras la sorpresa inicial pronto adaptarían la táctica de esperarlo a gran altura para después picar consiguiendo así mayor velocidad. El SB-2 disfrutó durante cierto tiempo de la ventaja de su velocidad, pero su propensión al incendio de sus tanques de combustible y su delicado mantenimiento en campaña, unidos a la llegada al bando nacional de los cazas Me-109, fueron incrementando drásticamente el número de sus bajas.
Se recibieron aproximadamente 100 unidades, que actuaron en todos los frentes, tanto en misiones estratégicas como tácticas, contándose entre sus acciones el bombardeo del acorazado alemán Deutschland (29/05/1937) y según algunos documentos e historiadores, remataron el hundimiento del crucero nacional Baleares (6/03/1938).
Al igual que resultó con otros tipos de aviones recibidos de la U.R.S.S., los primeros Katiuska fueron tripulados exclusivamente por rusos, transfiriéndose de forma paulatina a españoles.
Se construyeron un total de 6.656 unidades hasta 1940, manteniéndose algunas en servicio hasta 1943, a pesar de las numerosas pérdidas ocasionadas durante la II Guerra Mundial, fundamentalmente por el hostigamiento del caza ligero alemán Bf-109, diseñado por Willy Messerschmitt en 1934.
Características
Potencia 2 x 860 C.V.
Envergadura 20,12 m.
Longitud 4,39 m.
Superficie alar 51,34 m².
Peso vacío 3.995 kg.
Peso total 6.910 kg.
Velocidad de crucero 280 km./h.
Velocidad máxima 430 km./h.
Alcance 1.450 km.
Techo 9.400 m.
Entró en servicio a comienzos de 1936, llegando el 15 de octubre los primeros Katiuska –como fueron llamados por los republicanos– a Cartagena, entrando en combate el día 28 de octubre de 1936 al bombardear Tablada y Talavera.
El Tupolev SB-2 resultó ser más rápido que los cazas de los nacionales, que tras la sorpresa inicial pronto adaptarían la táctica de esperarlo a gran altura para después picar consiguiendo así mayor velocidad. El SB-2 disfrutó durante cierto tiempo de la ventaja de su velocidad, pero su propensión al incendio de sus tanques de combustible y su delicado mantenimiento en campaña, unidos a la llegada al bando nacional de los cazas Me-109, fueron incrementando drásticamente el número de sus bajas.
Se recibieron aproximadamente 100 unidades, que actuaron en todos los frentes, tanto en misiones estratégicas como tácticas, contándose entre sus acciones el bombardeo del acorazado alemán Deutschland (29/05/1937) y según algunos documentos e historiadores, remataron el hundimiento del crucero nacional Baleares (6/03/1938).
Al igual que resultó con otros tipos de aviones recibidos de la U.R.S.S., los primeros Katiuska fueron tripulados exclusivamente por rusos, transfiriéndose de forma paulatina a españoles.
Se construyeron un total de 6.656 unidades hasta 1940, manteniéndose algunas en servicio hasta 1943, a pesar de las numerosas pérdidas ocasionadas durante la II Guerra Mundial, fundamentalmente por el hostigamiento del caza ligero alemán Bf-109, diseñado por Willy Messerschmitt en 1934.
Características
Potencia 2 x 860 C.V.
Envergadura 20,12 m.
Longitud 4,39 m.
Superficie alar 51,34 m².
Peso vacío 3.995 kg.
Peso total 6.910 kg.
Velocidad de crucero 280 km./h.
Velocidad máxima 430 km./h.
Alcance 1.450 km.
Techo 9.400 m.
Más de 50 bombardeos en la retaguardia franquista tuvieron lugar en el año 1938, a cargo de la aviación roja.
17/01/1938 Cariñena; Longares.
18/01/1938 Villanueva del Huerva; Cotorrita.
20/01/1938 Villanueva del Huerva; Cariñena.
21/01/1938 Salamanca.
23/01/1938 Sevilla.
25/01/1938 Campillo de Llerena; Valladolid; Cariñena; Sigüenza; Jadraque.
26/01/1938 Jadraque.
28/01/1938 Aldeatejada; La Calzada de Oropesa.
31/01/1938 Alcolea; Esquivias.
02/02/1938 Riba de Saelices.
04/02/1938 Toledo.
18/02/1938 Peñarroya.
01/03/1938 Palma de Mallorca; Toledo.
03/03/1938 Zuera; Zaragoza; Almudevar; Castejón.
04/03/1938 Almudevar; Alcalá de Guerrea.
07/03/1938 Almedinilla.
08/03/1938 Paniza; Cariñena.
09/03/1938 Daroca; Villanueva del Huerva; Porcuna; Baena.
17/03/1938 Peñarroya.
19/03/1938 Fuenteovejuna.
26/03/1938 Talavera de la Reina.
27/03/1938 El Puente del Arzobispo.
28/03/1938 Alcalá la Real.
30/03/1938 Baena.
02/04/1938 Toledo.
04/04/1938 Porcuna.
08/04/1938 Talavera de la Reina; El Puente del Arzobispo.
13/04/1938 Cogolludo; Jadraque.
20/04/1938 Motril.
30/04/1938 Alcalá de Chisvert.
20/05/1938 Benicarló.
30/05/1938 Benicarló.
30/05/1938 Palma de Mallorca.
31/05/1938 Palma de Mallorca.
06/08/1938 Varias localidades de Extremadura.
28/08/1938 Ceuta.
29/08/1938 Castuera.
01/10/1938 Ávila.
24/10/1938 Aguilar.
28/10/1938 Baena; Illesacas; Toledo.
02/11/1938 Talavera de la Reina.
04/11/1938 Bélmez.
07/11/1938 CABRA.
09/11/1938 Córdoba.
17/01/1938 Cariñena; Longares.
18/01/1938 Villanueva del Huerva; Cotorrita.
20/01/1938 Villanueva del Huerva; Cariñena.
21/01/1938 Salamanca.
23/01/1938 Sevilla.
25/01/1938 Campillo de Llerena; Valladolid; Cariñena; Sigüenza; Jadraque.
26/01/1938 Jadraque.
28/01/1938 Aldeatejada; La Calzada de Oropesa.
31/01/1938 Alcolea; Esquivias.
02/02/1938 Riba de Saelices.
04/02/1938 Toledo.
18/02/1938 Peñarroya.
01/03/1938 Palma de Mallorca; Toledo.
03/03/1938 Zuera; Zaragoza; Almudevar; Castejón.
04/03/1938 Almudevar; Alcalá de Guerrea.
07/03/1938 Almedinilla.
08/03/1938 Paniza; Cariñena.
09/03/1938 Daroca; Villanueva del Huerva; Porcuna; Baena.
17/03/1938 Peñarroya.
19/03/1938 Fuenteovejuna.
26/03/1938 Talavera de la Reina.
27/03/1938 El Puente del Arzobispo.
28/03/1938 Alcalá la Real.
30/03/1938 Baena.
02/04/1938 Toledo.
04/04/1938 Porcuna.
08/04/1938 Talavera de la Reina; El Puente del Arzobispo.
13/04/1938 Cogolludo; Jadraque.
20/04/1938 Motril.
30/04/1938 Alcalá de Chisvert.
20/05/1938 Benicarló.
30/05/1938 Benicarló.
30/05/1938 Palma de Mallorca.
31/05/1938 Palma de Mallorca.
06/08/1938 Varias localidades de Extremadura.
28/08/1938 Ceuta.
29/08/1938 Castuera.
01/10/1938 Ávila.
24/10/1938 Aguilar.
28/10/1938 Baena; Illesacas; Toledo.
02/11/1938 Talavera de la Reina.
04/11/1938 Bélmez.
07/11/1938 CABRA.
09/11/1938 Córdoba.
Diario de Navarra. Artículo del 9 de noviembre de 1938.
Fue fundado en Pamplona en 1903, siendo editado desde entonces sin interrupción, por lo cual es uno de los más antiguos de España.
El día 9 de noviembre de 1938 publicaba en sus páginas un artículo sobre el bombardeo de Cabra, del cual transcribimos los párrafos más interesantes:
«Para sacarse la espina de las vergonzosas y continuas derrotas que han sufrido los rojos en su aviación en el frente del Ebro, han tenido un rasgo muy propio de su cobardía y su vileza. Huyen de enfrentarse con nuestros caballeros del aire porque carecen de corazón y vengan sus fracasos bombardeando poblaciones de nuestra retaguardia, envidiosos de la vida tranquila y ordenada que se disfruta en nuestra zona […].
Unos trimotores rojos cargados de bombas arrojaron en la culta y rica ciudad de Cabra (Córdoba) su metralla sobre la población civil en el momento en que se disponía a reanudar su trabajo cotidiano en medio de la paz que Franco ha proporcionado a todos los pueblos de nuestra retaguardia. Con refinada crueldad, han buscado como sitio para lanzar sus bombas el mercado cuando éste estaba en todo su apogeo. Veían ellos muy bien que allí no había uniformes militares sino vestimentas campesinas y mujeres del pueblo que iban a realizar sus compras, y arrojando las bombas en la ciudad, causaron 86 muertos y 117 heridos (*), en su mayoría gente civil, que estaban en el mercado […].
Este es el hecho criminal, ejecutado con toda premeditación, porque a esa hora sabían que las gentes salen de sus casas al trabajo. […] Ellos y sus cómplices de fuera han querido enternecer al mundo con el bombardeo de objetivos militares por nuestra aviación nacional. Para todas aquellas personas de captación fácil y de sensiblería pronta por la propaganda embustera ofrecemos hoy el espectáculo triste de Cabra, la ciudad cordobesa de retaguardia. […] A eso vinieron, a vengar esas derrotas del Ebro en este pueblo indefenso […] una población tranquila que no ha cometido más delito que ser muy española y rendir tributo al Caudillo».
El día 9 de noviembre de 1938 publicaba en sus páginas un artículo sobre el bombardeo de Cabra, del cual transcribimos los párrafos más interesantes:
«Para sacarse la espina de las vergonzosas y continuas derrotas que han sufrido los rojos en su aviación en el frente del Ebro, han tenido un rasgo muy propio de su cobardía y su vileza. Huyen de enfrentarse con nuestros caballeros del aire porque carecen de corazón y vengan sus fracasos bombardeando poblaciones de nuestra retaguardia, envidiosos de la vida tranquila y ordenada que se disfruta en nuestra zona […].
Unos trimotores rojos cargados de bombas arrojaron en la culta y rica ciudad de Cabra (Córdoba) su metralla sobre la población civil en el momento en que se disponía a reanudar su trabajo cotidiano en medio de la paz que Franco ha proporcionado a todos los pueblos de nuestra retaguardia. Con refinada crueldad, han buscado como sitio para lanzar sus bombas el mercado cuando éste estaba en todo su apogeo. Veían ellos muy bien que allí no había uniformes militares sino vestimentas campesinas y mujeres del pueblo que iban a realizar sus compras, y arrojando las bombas en la ciudad, causaron 86 muertos y 117 heridos (*), en su mayoría gente civil, que estaban en el mercado […].
Este es el hecho criminal, ejecutado con toda premeditación, porque a esa hora sabían que las gentes salen de sus casas al trabajo. […] Ellos y sus cómplices de fuera han querido enternecer al mundo con el bombardeo de objetivos militares por nuestra aviación nacional. Para todas aquellas personas de captación fácil y de sensiblería pronta por la propaganda embustera ofrecemos hoy el espectáculo triste de Cabra, la ciudad cordobesa de retaguardia. […] A eso vinieron, a vengar esas derrotas del Ebro en este pueblo indefenso […] una población tranquila que no ha cometido más delito que ser muy española y rendir tributo al Caudillo».
(*) Cifras dadas en un inicio, pero que posteriormente se recontaron 109 muertos y más de 200 heridos.
Lista de fallecidos en el bombardeo rojo a Cabra.
Aguilar Gallego, Petra. Obrera, 68 años.
Alonso Bonilla, Manuel. Soldado.
Aranda Serrano, Rafael. Obrero, 32.
Arévalo Camacho, Antonio. Hortelano, 66.
Ariza Aguilera, Cristóbal. Obrero, 50.
Barba Cubero, José. Hortelano, 63.
Bernal Gil, José. Cabo.
Borjas Mesa, José. Sargento de la Guardia Civil retirado, 57.
Borrallo Baena, Antonio. Obrero, 35.
Carabel de la Rosa, Manuel. Soldado.
Carrillo Cañero, José. 15.
Carrillo Ruiz, Celedonio. Obrero, 40.
Castillo Basurte, Rafael. 8.
Castro Arroyo, Rafael. Industrial, 43.
Castro Montero, Antonio. Soldado.
Castro Peña, Ana. Obrera, 48.
Cecilla Lama, Vicente. Hortelano, 50.
Córdoba Espinar, Antonia. Obrera, 17.
Cuevas Salazar, Rafael. Jornalero, 60.
Cumplido Valle, Natividad. Obrera, 21.
Delgado Hoyos, Manuel. Soldado.
Estacio Muñoz, Francisco. Prisionero, 29.
Fernández Morales, Eduardo. Soldado.
Fuentes Jiménez, Gabriela. Obrera, 60.
García Moral, Joaquín. Jornalero, 38.
García Reyes, Joaquín. Obrero, 63.
Gómez Castro, Francisco. Hortelano, 73.
González Agudo, Carmen. Obrera, 43.
González Castro, Soledad. 24.
González Guardeño, José. Obrero, 35.
Guardeño Castro, Antonio. Obrero, 35.
Guardeño Córdoba, Francisco. Obrero, 60.
Guardeño Guardeño, Antonia. 21.
Guardeño Guardeño, Antonio. 8.
Guardeño Guardeño, Juliana. 13.
Guardeño Guardeño, Mercedes. 13 meses.
Guardeño Santiago, Juliana. 43.
Guerrero Corpas, Francisco. Obrero, 73.
Guerrero Lama, Josefa. 70.
Guzmán Jiménez, Antonia. Obrera, 50.
Herrero Galisteo, Eusebio. Espartero, 54.
Hurtado Calzado, Diego. Herrero, 48.
Jiménez Fernández, Mariana. 10.
Jurado Ceballos, Antonio. Obrero, 70.
León Márquez, Manuel. Soldado.
López Álvarez, Emilio. Prisionero, 17.
López Chaves, José. Obrero, 48.
López del Valle, Antonio. Corredor, 43.
López Moya, Pedro. Obrero, 33.
López Ordóñez, Josefa. Obrera, 51.
López Ordóñez, Manuela. 40.
Maíz Nieto, Antonio. Obrero, 56.
Manchado Valverde, José. 65.
Medina Grande, Manuel. Obrero, 35.
Medina Oteros, Lorenza. Hortelana, 30.
Medina Oteros, Sierra. 21.
Mejías de Mora, Juan. Soldado.
Montero Molina, Ángel. 11.
Montero Molina, Antonio. 10.
Montes Montes, Rafael. Jornalero, 45.
Montoya Villasán, Enrique. Teniente de Regulares “Alhucemas” nº 5. (*)
Moñiz Cecilla, Rafael. Industrial, 43.
Morales Barranco, José. Zapatero, 50.
Morel Soto, Carmen. 14.
Moreno Arroyo, Antonio. 52.
Moreno Arroyo, José. 59.
Moreno Sabariego, Juan. Obrero, 65.
Moreno Vilchez, Manuel. Zapatero, 41.
Morillo Gaspar, Sierra. Obrera, 51.
Morillo Vera, Antonio. Obrero, 60.
Muñiz Marzo, Rafael. Obrero, 60.
Muñoz Castro, Luis. Obrero, 16.
Muñoz Morillo, Antonia. Revendedora, 45.
Ordóñez Castro, Manuel. Obrero, 60.
Ortiz Flores, Rafael. Obrero, 50.
Ortiz Gómez, Francisco. Hortelano, 42.
Payar Ruiz, Rafael. Guardia municipal, 40.
Peña Campos, Francisco. Obrero, 73.
Pérez Bermúdez, Ángel. Jornalero, 36.
Pérez Ruiz, Ángel. Obrero, 51.
Porras Arroyo, Joaquín. Obrero, 55.
Porras Bermúdez, Vicente. Obrero, 36.
Quero Hinestrosa, Antonio. Obrero, 50.
Rodríguez Moral, Francisco. Barbero, 45.
Roldán Alcántara, Manuel. Hortelano, 34.
Roldán González, Antonio.40.
Roldán Ortiz, Francisco. Obrero, 70.
Romero Ramírez, Diego. Obrero, 14.
Romero Roldán, Juan. Obrero, 60.
Rosa Flores, Sierra. Obrera, 50.
Ruiz Cuevas, Jesús. 9.
Ruiz Yedra, Antonia. 48.
Salcedo Pérez, Andrés. 30.
Sánchez Sánchez, Antonio. Cabo.
Serrano Córdoba, Antolín. 56.
Serrano Pulido, Francisco. Del campo, 48.
Urbano Serrano, Felipe. Obrero, 55.
Valle Valverde, Domingo. Obrero, 56.
Vega Benítez, Narciso. Soldado.
Zamorano Almagro, Domingo. Obrero, 58
Arriaga Castro, Cristóbal, 50.
Mesa Gaspar, Francisco, 53.
Rovira González, José
Moro Bonilla, Manuel, soldado.
Pocero Valverde, Carmen.
Pérez Flores, Rosario, 55
De la Rosa Moreno, Francisco, 55
(*) Enrique Montoya, teniente de Regulares, acababa de venir de la batalla del Ebro con 15 días de permiso. No murió en el frente, sino en la cama descansando.
Alonso Bonilla, Manuel. Soldado.
Aranda Serrano, Rafael. Obrero, 32.
Arévalo Camacho, Antonio. Hortelano, 66.
Ariza Aguilera, Cristóbal. Obrero, 50.
Barba Cubero, José. Hortelano, 63.
Bernal Gil, José. Cabo.
Borjas Mesa, José. Sargento de la Guardia Civil retirado, 57.
Borrallo Baena, Antonio. Obrero, 35.
Carabel de la Rosa, Manuel. Soldado.
Carrillo Cañero, José. 15.
Carrillo Ruiz, Celedonio. Obrero, 40.
Castillo Basurte, Rafael. 8.
Castro Arroyo, Rafael. Industrial, 43.
Castro Montero, Antonio. Soldado.
Castro Peña, Ana. Obrera, 48.
Cecilla Lama, Vicente. Hortelano, 50.
Córdoba Espinar, Antonia. Obrera, 17.
Cuevas Salazar, Rafael. Jornalero, 60.
Cumplido Valle, Natividad. Obrera, 21.
Delgado Hoyos, Manuel. Soldado.
Estacio Muñoz, Francisco. Prisionero, 29.
Fernández Morales, Eduardo. Soldado.
Fuentes Jiménez, Gabriela. Obrera, 60.
García Moral, Joaquín. Jornalero, 38.
García Reyes, Joaquín. Obrero, 63.
Gómez Castro, Francisco. Hortelano, 73.
González Agudo, Carmen. Obrera, 43.
González Castro, Soledad. 24.
González Guardeño, José. Obrero, 35.
Guardeño Castro, Antonio. Obrero, 35.
Guardeño Córdoba, Francisco. Obrero, 60.
Guardeño Guardeño, Antonia. 21.
Guardeño Guardeño, Antonio. 8.
Guardeño Guardeño, Juliana. 13.
Guardeño Guardeño, Mercedes. 13 meses.
Guardeño Santiago, Juliana. 43.
Guerrero Corpas, Francisco. Obrero, 73.
Guerrero Lama, Josefa. 70.
Guzmán Jiménez, Antonia. Obrera, 50.
Herrero Galisteo, Eusebio. Espartero, 54.
Hurtado Calzado, Diego. Herrero, 48.
Jiménez Fernández, Mariana. 10.
Jurado Ceballos, Antonio. Obrero, 70.
León Márquez, Manuel. Soldado.
López Álvarez, Emilio. Prisionero, 17.
López Chaves, José. Obrero, 48.
López del Valle, Antonio. Corredor, 43.
López Moya, Pedro. Obrero, 33.
López Ordóñez, Josefa. Obrera, 51.
López Ordóñez, Manuela. 40.
Maíz Nieto, Antonio. Obrero, 56.
Manchado Valverde, José. 65.
Medina Grande, Manuel. Obrero, 35.
Medina Oteros, Lorenza. Hortelana, 30.
Medina Oteros, Sierra. 21.
Mejías de Mora, Juan. Soldado.
Montero Molina, Ángel. 11.
Montero Molina, Antonio. 10.
Montes Montes, Rafael. Jornalero, 45.
Montoya Villasán, Enrique. Teniente de Regulares “Alhucemas” nº 5. (*)
Moñiz Cecilla, Rafael. Industrial, 43.
Morales Barranco, José. Zapatero, 50.
Morel Soto, Carmen. 14.
Moreno Arroyo, Antonio. 52.
Moreno Arroyo, José. 59.
Moreno Sabariego, Juan. Obrero, 65.
Moreno Vilchez, Manuel. Zapatero, 41.
Morillo Gaspar, Sierra. Obrera, 51.
Morillo Vera, Antonio. Obrero, 60.
Muñiz Marzo, Rafael. Obrero, 60.
Muñoz Castro, Luis. Obrero, 16.
Muñoz Morillo, Antonia. Revendedora, 45.
Ordóñez Castro, Manuel. Obrero, 60.
Ortiz Flores, Rafael. Obrero, 50.
Ortiz Gómez, Francisco. Hortelano, 42.
Payar Ruiz, Rafael. Guardia municipal, 40.
Peña Campos, Francisco. Obrero, 73.
Pérez Bermúdez, Ángel. Jornalero, 36.
Pérez Ruiz, Ángel. Obrero, 51.
Porras Arroyo, Joaquín. Obrero, 55.
Porras Bermúdez, Vicente. Obrero, 36.
Quero Hinestrosa, Antonio. Obrero, 50.
Rodríguez Moral, Francisco. Barbero, 45.
Roldán Alcántara, Manuel. Hortelano, 34.
Roldán González, Antonio.40.
Roldán Ortiz, Francisco. Obrero, 70.
Romero Ramírez, Diego. Obrero, 14.
Romero Roldán, Juan. Obrero, 60.
Rosa Flores, Sierra. Obrera, 50.
Ruiz Cuevas, Jesús. 9.
Ruiz Yedra, Antonia. 48.
Salcedo Pérez, Andrés. 30.
Sánchez Sánchez, Antonio. Cabo.
Serrano Córdoba, Antolín. 56.
Serrano Pulido, Francisco. Del campo, 48.
Urbano Serrano, Felipe. Obrero, 55.
Valle Valverde, Domingo. Obrero, 56.
Vega Benítez, Narciso. Soldado.
Zamorano Almagro, Domingo. Obrero, 58
Arriaga Castro, Cristóbal, 50.
Mesa Gaspar, Francisco, 53.
Rovira González, José
Moro Bonilla, Manuel, soldado.
Pocero Valverde, Carmen.
Pérez Flores, Rosario, 55
De la Rosa Moreno, Francisco, 55
(*) Enrique Montoya, teniente de Regulares, acababa de venir de la batalla del Ebro con 15 días de permiso. No murió en el frente, sino en la cama descansando.
¿Cabra?
Bajo este título, el historiador, escritor y periodista César Vidal escribía en “La Razón”, el domingo 9 de noviembre de 2008, el siguiente artículo:
«De las bombas lanzadas por la aviación republicana una cayó sobre el mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y niños.
El 7 de noviembre de 1938, hace esta semana ochenta años, la actividad bélica en España se centraba en la batalla del Ebro. Sin embargo, sin relación alguna con aquella terrible lucha, un destacamento de la aviación republicana se encaminó hacia la población cordobesa de Cabra. Su intención no era atacar un objetivo militar sino descargar su ira sobre una población indefensa. De las bombas lanzadas por la aviación republicana, en aquella misión carente de justificación, una cayó sobre el mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y niños. Cuando los aviones republicanos se retiraron, dejaron tras de sí algo más de un centenar de cadáveres, es decir, una cifra de víctimas similar a la de Guernica. Pero Cabra no tuvo un Picasso que la pintara ni tampoco el mando nacional, ocupado sobre todo en ganar la guerra, utilizó propagandísticamente aquel centenar de muertos.
Hoy son contados los españoles que saben lo que, hace ochenta años, sucedió en Cabra, pero lo peor no es su ignorancia sino el esfuerzo consciente para que siga existiendo. Por ejemplo, a diferencia de Ibarreche con Guernica, Manuel Chaves, hijo de un militar franquista, no ha recordado a las víctimas ni tampoco ha exigido que Rusia pidiera perdón por proporcionar los aparatos que realizaron aquella misión. Tampoco ninguno de esos propagandistas disfrazados de historiadores ha recordado que, a diferencia de Guernica, Cabra no tenía una fábrica de armas ni estaba en la zona del frente en medio de una ofensiva que explica el bombardeo. Tampoco, a pesar de que han pasado ocho décadas, ningún pintor, ningún escultor ha decidido levantar un recuerdo artístico a las víctimas del bombardeo republicano de Cabra. Tampoco las televisiones extranjeras han aparecido por Cabra para escuchar los testimonios, reales o supuestos, de los egabrenses. Tampoco se ha proyectado en ninguna cadena un documental que recuerde aquel acto de barbarie que carecía de justificación militar. Mucho menos se ha execrado al doctor Negrín, socialista y primer ministro, que sujetaba las riendas entonces del bando frentepopulista.
Ni siquiera, a pesar de haber nacido en Cabra, la antigua ministra de cultura, Carmen Calvo,actualmente vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez, ha recordado a aquellas víctimas a muchos de cuyos descendientes debe, sin duda alguna, conocer. Y es que, por enésima vez, ha quedado de manifiesto lo que es la mal llamada “memoria histórica”.
Sólo el raquitismo intelectual de la izquierda y de los nacionalismos, el deseo de quedarse con importantes raciones del presupuesto con cualquier pretexto y la necesidad de agitar el odio para enfrentarse con un PP que presentaba una mejor gestión política y económica acabó llevando a una alianza nacional-idependentista-socialista cuya finalidad era volver a abrir heridas de antaño y condenar a la muerte civil a la mitad de España.
Para la izquierda y los nacionalismos se trata de recordar –¡cuánto desearían muchos que se olvidara el bando en que combatieron sus padres!– sino de crear una mentira propagandística impuesta sobre la población con todos los medios que, como siempre, pagará nuestro dinero. Millones de españoles, por el contrario, elevamos nuestras oraciones porque la alianza nacional-socialista no consiga reabrir las heridas de la guerra civil y recordamos a todos nuestros muertos, de un bando y de otro, por una razón o por otra, en el deseo de que España nunca vuelva a vivir un drama semejante».
«De las bombas lanzadas por la aviación republicana una cayó sobre el mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y niños.
El 7 de noviembre de 1938, hace esta semana ochenta años, la actividad bélica en España se centraba en la batalla del Ebro. Sin embargo, sin relación alguna con aquella terrible lucha, un destacamento de la aviación republicana se encaminó hacia la población cordobesa de Cabra. Su intención no era atacar un objetivo militar sino descargar su ira sobre una población indefensa. De las bombas lanzadas por la aviación republicana, en aquella misión carente de justificación, una cayó sobre el mercado de abastos causando la muerte a mujeres, ancianos y niños. Cuando los aviones republicanos se retiraron, dejaron tras de sí algo más de un centenar de cadáveres, es decir, una cifra de víctimas similar a la de Guernica. Pero Cabra no tuvo un Picasso que la pintara ni tampoco el mando nacional, ocupado sobre todo en ganar la guerra, utilizó propagandísticamente aquel centenar de muertos.
Hoy son contados los españoles que saben lo que, hace ochenta años, sucedió en Cabra, pero lo peor no es su ignorancia sino el esfuerzo consciente para que siga existiendo. Por ejemplo, a diferencia de Ibarreche con Guernica, Manuel Chaves, hijo de un militar franquista, no ha recordado a las víctimas ni tampoco ha exigido que Rusia pidiera perdón por proporcionar los aparatos que realizaron aquella misión. Tampoco ninguno de esos propagandistas disfrazados de historiadores ha recordado que, a diferencia de Guernica, Cabra no tenía una fábrica de armas ni estaba en la zona del frente en medio de una ofensiva que explica el bombardeo. Tampoco, a pesar de que han pasado ocho décadas, ningún pintor, ningún escultor ha decidido levantar un recuerdo artístico a las víctimas del bombardeo republicano de Cabra. Tampoco las televisiones extranjeras han aparecido por Cabra para escuchar los testimonios, reales o supuestos, de los egabrenses. Tampoco se ha proyectado en ninguna cadena un documental que recuerde aquel acto de barbarie que carecía de justificación militar. Mucho menos se ha execrado al doctor Negrín, socialista y primer ministro, que sujetaba las riendas entonces del bando frentepopulista.
Ni siquiera, a pesar de haber nacido en Cabra, la antigua ministra de cultura, Carmen Calvo,actualmente vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez, ha recordado a aquellas víctimas a muchos de cuyos descendientes debe, sin duda alguna, conocer. Y es que, por enésima vez, ha quedado de manifiesto lo que es la mal llamada “memoria histórica”.
Sólo el raquitismo intelectual de la izquierda y de los nacionalismos, el deseo de quedarse con importantes raciones del presupuesto con cualquier pretexto y la necesidad de agitar el odio para enfrentarse con un PP que presentaba una mejor gestión política y económica acabó llevando a una alianza nacional-idependentista-socialista cuya finalidad era volver a abrir heridas de antaño y condenar a la muerte civil a la mitad de España.
Para la izquierda y los nacionalismos se trata de recordar –¡cuánto desearían muchos que se olvidara el bando en que combatieron sus padres!– sino de crear una mentira propagandística impuesta sobre la población con todos los medios que, como siempre, pagará nuestro dinero. Millones de españoles, por el contrario, elevamos nuestras oraciones porque la alianza nacional-socialista no consiga reabrir las heridas de la guerra civil y recordamos a todos nuestros muertos, de un bando y de otro, por una razón o por otra, en el deseo de que España nunca vuelva a vivir un drama semejante».
Parte de guerra del Bando Nacional correspondiente al 7/11/1938.
Hace referencia a la actividad de la aviación roja de esa fecha: «La aviación roja, huyendo de los encuentros aéreos que tantas pérdidas le cuestan y alejándose de todo objetivo militar, lleva varios días dedicada a batir pueblos civiles de la zona nacional, lo más alejados posible de las actividades militares y desde los que les es fácil la huída.
Hoy correspondió la cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la madrugada, nueve aviones rojos han sorprendido a la población civil bombardeándola y causaron 86 muertos y 117 heridos, en su totalidad personas civiles y en gran número mujeres y niños.
La España Nacional, generosa y justa con los que engañados la han combatido sin crueldades, no dejará, sin embargo, sin sanción ni debida respuesta crímenes de esta naturaleza».
Se puede observar el error en el número de aviones, así como en el número de muertos y heridos, debido a los primeros datos obtenidos.
Obviamente, el Parte Oficial de Guerra del Bando Republicano, en cuanto al Ejército del Aire, no hace mención alguna a la masacre de Cabra.
Hoy correspondió la cobarde e inhumana agresión al pueblo de Cabra, en donde, en la madrugada, nueve aviones rojos han sorprendido a la población civil bombardeándola y causaron 86 muertos y 117 heridos, en su totalidad personas civiles y en gran número mujeres y niños.
La España Nacional, generosa y justa con los que engañados la han combatido sin crueldades, no dejará, sin embargo, sin sanción ni debida respuesta crímenes de esta naturaleza».
Se puede observar el error en el número de aviones, así como en el número de muertos y heridos, debido a los primeros datos obtenidos.
Obviamente, el Parte Oficial de Guerra del Bando Republicano, en cuanto al Ejército del Aire, no hace mención alguna a la masacre de Cabra.
Personajes ilustres de Cabra.
A título de curiosidad, entre los egabrenses ilustres, podemos citar a:
• San Argimiro, mártir y Santo. Perseguido en tiempos de Mohamed II, fue atormentado en el potro y finalmente traspasado por una lanza el 28 de junio del 856.
• San Rodrigo. Nació en Cabra. Vivió en Córdoba, siendo ordenado sacerdote, bajo el reinado de Mohamed I, hijo de Abderramán II. El 13 de marzo del 857 fue degollado y arrojado al Guadalquivir.
• Dionisio Alcalá Galiano, nació en Cabra el 8 de octubre de 1760. Marino y explorador ilustre. Murió heroicamente en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805.
• Martín Belda y Mencía del Barrio, militar y ministro de Marina con Narváez y con González Brabo, en los gobiernos de la Unión Liberal, entre los años 1863 y 1867.
• Juan Valera, político, diplomático y uno de los escritores españoles más representativos del siglo XIX, nació en Cabra el 18 de octubre de 1824 y murió en Madrid el 18 de abril de 1905.
• José Solís Ruiz, nació en Cabra el 27 de septiembre de 1913 y murió en 1990. Ministro Secretario General del Movimiento (25/02/1957 al 29/10/1969) y Ministro de Trabajo (11/12/1975 al 7/08/1976). Enviado especial a Marruecos durante la crisis de la Marcha Verde en 1975.
• San Argimiro, mártir y Santo. Perseguido en tiempos de Mohamed II, fue atormentado en el potro y finalmente traspasado por una lanza el 28 de junio del 856.
• San Rodrigo. Nació en Cabra. Vivió en Córdoba, siendo ordenado sacerdote, bajo el reinado de Mohamed I, hijo de Abderramán II. El 13 de marzo del 857 fue degollado y arrojado al Guadalquivir.
• Dionisio Alcalá Galiano, nació en Cabra el 8 de octubre de 1760. Marino y explorador ilustre. Murió heroicamente en la batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805.
• Martín Belda y Mencía del Barrio, militar y ministro de Marina con Narváez y con González Brabo, en los gobiernos de la Unión Liberal, entre los años 1863 y 1867.
• Juan Valera, político, diplomático y uno de los escritores españoles más representativos del siglo XIX, nació en Cabra el 18 de octubre de 1824 y murió en Madrid el 18 de abril de 1905.
• José Solís Ruiz, nació en Cabra el 27 de septiembre de 1913 y murió en 1990. Ministro Secretario General del Movimiento (25/02/1957 al 29/10/1969) y Ministro de Trabajo (11/12/1975 al 7/08/1976). Enviado especial a Marruecos durante la crisis de la Marcha Verde en 1975.
• Carmen Calvo Poyato. Ministra de Cultura del Gobierno socialista, entre abril de 2004 y julio de 2007, actualmente Vicepresidenta del Gobierno de Pedro Sánchez.
• José Calvo Poyato, historiador y miembro del Partido Andalucista. Fue alcalde de Cabra entre 1991 y 2000.
• Carlos Zurita Delgado, Duque de Soria, esposo de S.A.R. la Infanta Dña. Margarita de Borbón, nació el 9 de octubre de 1943.
• Manolo Lama, locutor de radio (Cadena COPE), periodista deportivo. Nació el 3 de enero de 1962
• Carlos Zurita Delgado, Duque de Soria, esposo de S.A.R. la Infanta Dña. Margarita de Borbón, nació el 9 de octubre de 1943.
• Manolo Lama, locutor de radio (Cadena COPE), periodista deportivo. Nació el 3 de enero de 1962
https://www.youtube.com/watch?v=mIxzqbjdMwc
https://www.elespanol.com/reportajes/20181106/mercado-cabra-carmen-calvo-civiles-aviacion-republicana/350966018_0.html
En 2003, autoridades locales retiraron la Cruz en memoria de los muertos.
LA LEY DE MEMORIA HISTÓRICA NO CONTEMPLA LOS CRÍMENES DE GUERRA REPUBLICANOS...
Fuente:ECD,YOUTUBE,WIKIPEDIA,Eduardo P. Baró,El ESPAÑOL,Fotos:Biblioteca Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario