lunes, 23 de julio de 2018

El periódico al que rescató Soraya no quiere que Casado contradiga el proyecto del PSOE




En 2013 la entonces vicepresidenta maniobró para salvar a PRISA de la quiebra

El periódico al que rescató Soraya no quiere que Casado contradiga el proyecto del PSOE

La elección de Pablo Casado como presidente del PP ha enfurecido a un diario que ha hecho gala durante décadas de su proximidad ideológica al PSOE: me refiero, por supuesto, a El País.
El País quiere un PP ideológicamente desarmado y que ignore a sus votantes
El periódico de PRISA dedica hoy un editorial -o más bien habría que llamarlo pataleta- a la elección de Casado, con el revelador título de “El PP se rearma” y una aún más reveladora entradilla: “Los conservadores giran a la derecha con Casado para recuperar electorado”. De esta forma, El País deja en evidencia lo que se ha propuesto durante años, y con mucho éxito: desarmar ideológicamente al PP, convirtiéndolo en un mero remolque de la izquierda. Ahora que ha ganado el candidato que más se distanciaba de ese vacío ideológico en el que cayó el PP de Rajoy (y que pretendía continuar Soraya), al diario de PRISA le da un ataque de nervios, lo cual es una buena señal.
El diario de PRISA se lamenta de la elección de Pablo Casado
El País empieza mostrando sin rodeos que ese rearme ideológico no le gusta nada: “La elección de Pablo Casado, futuro candidato a la presidencia del Gobierno, no es, si se presta atención al contenido de sus discursos, la mejor opción para organizar un centro-derecha moderno, un partido conservador similar a los que existen en nuestros socios europeos”. Quienes lleven años leyendo ese diario saben lo que El País quiere decir cuando habla de “centro-derecha moderno”: un PP que se someta a los dictados de la izquierda. De hecho, la alusión del diario de PRISA a un partido “conservador” es simple postureo: si dependiese de El País, los partidos conservadores no deberían existir, a menos que se entienda por “conservador” esa parte del mapa político que se limita a asumir y conservar todas y cada una de las ocurrencias de la izquierda.
Los dogmas intocables de El País: aborto, memoria histórica, laicismo, secesionismo…
Para que no tengamos que hacer un esfuerzo de localización de esas ocurrencias, El País enumera sin rodeos los asuntos que el PP de Casado no debería cuestionar: “No es posible regresar a la ley del aborto de 1985, cuestionar la Ley de Memoria Histórica o ignorar las consecuencias de la dictadura franquista, mantener la religión católica como asignatura evaluable, defender una exacerbada vocación centralista ni mostrar el menor rasgo de complacencia con la corrupción”. La mención a la corrupción es la única que me parece razonable, pero es paradójica leerla en ese periódico, teniendo en cuenta los ataques de El País a la juez Alaya por investigar un gran escándalo de corrupción, el de los ERE de Andalucía, en el que el diario de PRISA ha venido defendiendo -¿cómo no?- al PSOE.
En cuanto a los demás temas que trata El País, es curioso observar que las cuestiones que el diario de PRISA exige a Casado que no toque coinciden con los caballos de batalla ideológicos del PSOE. Es decir, que el periódico socialista no quiere que el PP cuestione los dictados de sus rivales, todo ello disfrazado de modernidad, como si lo moderno fuese matar a hijos por nacer, lesionar la libertad de educación, impedir que España se rompa e intentar ganar la Guerra Civil a golpe de ley 80 años después. De hecho, obsérvese que El País ni siquiera se considera satisfecho con el hecho de que Casado afirmase ayer que acepta el “consenso” abortista de 1985, en referencia a la ley socialista que permitió matar a más de un millón de hijos por nacer.
El periódico fue rescatado de la quiebra por Soraya en 2013
Es realmente bochornoso que uno de los principales diarios españoles se permita ningunear así al partido con más diputados del Parlamento, pero si PRISA se permite lanzar estos dictados es precisamente porque el PP de Rajoy se dejó pastorear por ese periódico incluso a costa de dar la espalda a muchos de sus votantes. Pero hay que decir algo más: si a día de hoy es posible que El País todavía publique editoriales, a pesar de la astronómica deuda de 1.455 millones de euros del Grupo PRISA (una deuda con la que cualquier otro grupo de comunicación se habría declarado en quiebra hace ya tiempo), es precisamente porque en 2013 Soraya Sáenz de Santamaría maniobró para rescatar a PRISA, entonces casi al borde de la extinción con una deuda de 3.132 millones.
Fue el aval de la entonces vicepresidenta la que movió a Telefónica, Santander y La Caixa a salvar a PRISA de la quiebra. Con aquella maniobra, Soraya se convirtió de hecho en la jefa de El País, sin que el periódico tuviese que cambiar su línea ideológica progre: bastó con que fuese más dócil con el PP, complaciente con Soraya e incluso dispuesto a socavar a Rajoy para dejar el camino libre a la vicepresidenta. En PRISA tienen que estar realmente cabreados de que tanto servilismo no les haya servido para nada y su candidata a presidir el PP haya perdido. De todas formas, que no se desanimen: si el PP ha demostrado algo hasta ahora es que de las palabras a los hechos hay un gran trecho. Aún está por ver que Pablo Casado imponga un cambio a esa política de dar gato por liebre a los votantes e incluso a los afiliados del partido. El tiempo dirá si El País tiene que seguir lamentándose o si podrá sentirse tan cómodo con Casado como lo estaba con Soraya.

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