sábado, 9 de junio de 2018

¿Si los socialistas dejan España en quiebra de nuevo las feministas culparán a los hombres?


España tiene ahora mayoría de ministras: ¿qué dirán las feministas si sale mal?

¿Si los socialistas dejan España en quiebra de nuevo las feministas culparán a los hombres?

El feminismo progre se ha convertido en una ideología que valora a las personas por su sexo en vez de por sus méritos, y un ejemplo de ello lo tenemos en el nuevo gobierno socialista español.
Pedro Sánchez no sabe lo que significa la paridad
El ejecutivo nombrado por Pedro Sánchez tiene 17 ministros: 11 son mujeres y 6 son hombres. El nuevo presidente del Gobierno dijo anteayer que este gabinete es el reflejo de una “sociedad paritaria”. Si con esta expresión se refería al sexo de los ministros, Sánchez seguramente dijo eso sin haberse leído el significado de la palabra “paritaria” en el diccionario: “Dicho de una comisión o de una asamblea: Que las diversas partes que la forman tienen igualdad en el número y derechos de sus miembros”. Un gobierno con más mujeres que hombres no puede ser paritario.
Lo que importa no son los méritos de sus ministros, sino el postureo
Por lo que a mí respecta, que un órgano de gobierno no sea sexualmente paritario es algo que me importa un pimiento. Lo que yo espero de un órgano así es que haya personas competentes y capaces, y me da igual si son hombres o mujeres. Si hay más miembros de un sexo o del otro, nada importa mientras esas personas estén ahí por sus méritos. El caso es que Sánchez no se ha referido en ningún momento a los méritos de sus ministros, lo cual tampoco es de extrañar, teniendo en cuenta, por ejemplo, que el nuevo ministro de Deportes dijo que odia el deporte, o que la nueva vicepresidenta es una señora que en 2004, siendo ministra de Cultura, demostró una incultura que provocaba vergüenza. Lo que buscaba Sánchez con una mayoría de ministras es postureo, y lo ha conseguido, todo hay que decirlo: incluso los medios extranjeros están obsequiándole con titulares que hablan de un “gobierno feminista”.
El feminismo progre degenera en un supremacismo hembrista
Este miércoles, la alcaldesa comunista de Madrid, Manuela Carmena, elogiaba a Sánchez y hablaba de la “necesidad de feminizar la política”. Esto de feminizar la política no es la primera vez que lo leo. Y es que la izquierda va pasando progresivamente de pedir igualdad a “feminizar” la cosa pública. ¿Y qué narices significa eso? Hace un año, las feministas Laura Roth y Kate Shea Baird firmaban un artículo en el diario de Escolar en el que afirmaban: “La feminización en este tercer sentido tiene como objetivo romper con las lógicas masculinas que tienden a premiar estilos que no están tan extendidos o no son tan populares entre las mujeres, como la competición, la generalización, la urgencia, la jerarquía, la homogeneidad, etc. Por el contrario, se busca poner de relieve la importancia de lo pequeño, lo relacional, la igualdad, lo común, la cooperación, la diversidad, rompiendo con la división artificial entre lo privado y lo público”. Como vemos, las autoras identificaban lo masculino con todo aquello que consideran digno de rechazo, presentando como propios de las mujeres unos determinados valores positivos, como si el mero hecho de ser mujer te convirtiese en más igualitaria, respetuosa con la diversidad y atenta a la cooperación. Así pues, el feminismo progre ha pasado de hablar de igualdad a defender un supremacismo hembrista, según el cual los hombres somos los causantes de los males del mundo por nuestra propia naturaleza.
Si el PSOE deja España en quiebra otra vez, ¿culparán a la “lógica masculina”?
En resumen: España tiene un gobierno en muy franca minoría, y que además se suma a la absurda tesis feminista de que los errores políticos no tienen su origen en una mala gestión, sino en el pene (una vez desprovista de sus adornos, la idea básica que manejan las feministas de izquierdas es ésa). Por otra parte, tenemos una ideología, el socialismo, que ya llevó dos veces a España a la quiebra. Su actual líder en España, Sánchez, es un fiel discípulo del responsable de la última quiebra: José Luis Rodríguez Zapatero. Si el PSOE impone sus tesis y aumenta el gasto público y la presión fiscal, España volverá a la senda de la recesión, una senda que había conseguido abandonar a duras penas con el gobierno de Rajoy. Pero esta vez el responsable del desaguisado será, eso sí, un gobierno con mayoría de mujeres. Los Ministerios de Hacienda, Trabajo, Industria, Economía, Consumo e incluso el de “Transición Ecológica” (el nombre ya deja en evidencia las tontas ocurrencias de Sánchez) están en manos de mujeres. Si hoy las feministas culpan de todos los males a la “lógica masculina”, mañana tendrán que comerse crudas sus tesis y reconocer que las mujeres pueden ser tan incompetentes, torpes y necias como los hombres.

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