Podemos, PDeCAT, Bildu, ERC y Compromís -cinco de los grupos que votaron a favor de la moción de censura de Pedro Sánchez– han registrado este viernes -último día para hacerlo- sendos vetos al proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018. Aunque el PP tiene mayoría absoluta y podría rechazar estos vetos y dejar todo como está, obligará al PSOE a significarse.
Esta decisión de los grupos, argumentada en que consideran que no responden a la desigualdad y que incluso la “cronifican”, es el primer test para el nuevo presidente, que consiguió el apoyo del PNV en la moción con el compromiso de respetar el pacto alcanzado por los vascos con el PP.
La duda ahora es si el PP decidirá hacer alguna variación en los Presupuestos, en cuyo caso tendrían que volver al Congreso para su ratificación. El debate es la semana próxima -5, 6 y 7 de junio- y la votación, el 19.
Esta decisión de los grupos, argumentada en que consideran que no responden a la desigualdad y que incluso la “cronifican”, es el primer test para el nuevo presidente, que consiguió el apoyo del PNV en la moción con el compromiso de respetar el pacto alcanzado por los vascos con el PP.
La duda ahora es si el PP decidirá hacer alguna variación en los Presupuestos, en cuyo caso tendrían que volver al Congreso para su ratificación. El debate es la semana próxima -5, 6 y 7 de junio- y la votación, el 19.
Podemos
El grupo parlamentario de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea registrará además cerca de 2.300 iniciativas parciales a las cuentas públicas.
El plazo para registrar los vetos al Presupuesto en el Senado ha finalizado este mediodía y Unidos Podemos ha argumentado su petición de devolución en que los Presupuestos siguen anclados en la lógica de la austeridad ya que a pesar de que el nivel del PIB ha superado ya los niveles previos a la crisis, el gasto público se encuentra lejos de recuperar los recortes acumulados.
El veto general presentado por el PDeCAT argumenta además que los Presupuestos no incluyen un nuevo modelo de financiación autonómica, ni dan respuesta a las demandas políticas, económicas y sociales de Cataluña.
El veto recuerda la tardanza en presentar los PGE, motivada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, así como la debilidad del Ejecutivo de Mariano Rajoy a causa de la sentencia del caso Gürtel.
“Un Gobierno débil presenta unos Presupuestos débiles y de escasa proyección hacia el futuro”, argumenta el documento, que expresa también que no son los que necesita España ni Cataluña en la actual coyuntura económica, social y política que requiere de “estrategias ambiciosas, bien construidas y consensuadas”.
Además, el PDeCAT critica que el cumplimiento de los objetivos de déficit se haga a costa de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales, mientras que el Estado y la Seguridad Social no cumplen los horizontes marcados.
El veto recuerda la tardanza en presentar los PGE, motivada por la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, así como la debilidad del Ejecutivo de Mariano Rajoy a causa de la sentencia del caso Gürtel.
“Un Gobierno débil presenta unos Presupuestos débiles y de escasa proyección hacia el futuro”, argumenta el documento, que expresa también que no son los que necesita España ni Cataluña en la actual coyuntura económica, social y política que requiere de “estrategias ambiciosas, bien construidas y consensuadas”.
Además, el PDeCAT critica que el cumplimiento de los objetivos de déficit se haga a costa de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales, mientras que el Estado y la Seguridad Social no cumplen los horizontes marcados.
ERC
ERC utiliza el mismo argumento para presentar su veto ya que minimizan la inversión en Cataluña, a la par que buscan la recentralización del Estado y consolidan las desigualdades sociales.
La distribución de las inversiones supone, en su opinión, más discriminación y consolidan una apuesta por el centralismo.
EH Bildu también ha presentado veto a las cuentas en el Senado por considerar que los Presupuestos “cronifican” la desigualdad y tienen como grandes beneficiados la inversión en infraestructuras, los gastos en defensa, la Casa del Rey o los servicios secretos.
El veto de Compromís argumenta que los Presupuestos no se han elaborado con “visión de repartir el dinero de todos en las necesidades de todos”, sino para pagar bancos, rescatar autopistas, financiar a empresas de armamento o “partidos mercenarios que venden su voto a cambio de inversiones territoriales”.
El documento contiene una extensa argumentación contra la corrupción -en la que se incluyen varios fragmentos de la Biblia-, una de las principales motivaciones de su rechazo a las cuentas.
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