La Justicia demostró que el acusado de la falsa violación era inocente
Una feminista, denunciada por lanzar una falsa acusación de violación contra un rival político
El pasado viernes alerté aquí de las consecuencias de violar el derecho a la presunción de inocencia a propósito de una reforma de Podemos que facilitaría las denuncias falsas por violación.
Agredido y amenazado de muerte por ir a clase durante una huelga abertzale
Pues bien: unos días después conocí la historia de Aitor Burgos (podéis ver sobre estas líneas el vídeo que publicó ayer en Youtube), miembro del PP vasco, que ha vivido un calvario judicial basado en una falsa acusación de violación lanzada por feministas. Todo empezó, según relata él, cuando fue a clase durante una huelga convocada por la izquierda abertzale en la Universidad del País Vasco el 26 de noviembre de 2015. Ese día le agredieron con material pirotécnico, a raíz de lo cual presentó una denuncia contra Ikasle Abertzaleak, la organización de estudiantes de la izquierda abertzale. Después de poner la denuncia, Aitor recibió amenazas de muerte, viéndose sometido a una de campaña de acoso, algo que no ha cambiado para nada en el País Vasco.
Le acusaron de una violación usando cuatro “testigos falsos”
Según denuncia Aitor, no habían pasado ni 20 días de la citada denuncia cuando iba en un autobús y una profesora de ideología feminista y abertzale le gritó a una chica: “¡Denúnciale, denúnciale!” Aitor explica lo que pasó a continuación: “Una chica a la que ni conozco se levantó y me llamó “cerdo”. Me lincharon, me quisieron pegar, el chófer me apartó en una parte del bus y les dijo a los otros que esperasen fuera, el vigilante de Termibus se me puso delante con mirada desafiante. Yo no entendía nada. La chica me acusó de violación (hacerle un dedo), para ello empleó de forma miserable y torticera a 4 testigos falsos“, entre ellos la profesora feminista que animó a la chica a denunciarle.
La Justicia le absolvió: la feminista que le acusó ni siquiera fue al juicio
Aitor fue detenido y para él empezó un auténtico calvario judicial que le ha obligado a gastarse “miles de euros en abogados”. La Fiscalía pedía para él prisión por agresión sexual. Sin embargo, la profesora feminista que le acusó ni siquiera se presentó en el juicio. De los 4 testigos sólo comparecieron 2 ante el tribunal, “expresando versiones ridículas y contradictorias”, señala Aitor, y añade: “La denunciante se derrumbó en el momento en el que se le explicó que para que fuera real lo que decía, debería haber o bien un consentimiento explícito o bien una progresividad y un uso de fuerza, que además ella negó en todo momento, alegando que “sentía calor”. El bus estaba lleno de gente en todos los asientos y también había gente de pie. Íbamos rodeados de gente que no vio nada.“
Tras demostrarse su inocencia, le destrozaron coche
Finalmente, ante las pruebas de ADN -que resultaron ser negativas-, ante los testimonios contradictorios de los testigos -ideológicamente contrarios al acusado- y ante la propia inconsistencia de la declaración de la denunciante, Aitor fue absuelto y se demostró su inocencia. “Mi abogado me recomendó olvidar el tema, le considero un gran profesional, por lo que le hice caso, intenté rehacer mi vida”, comenta Aitor, pero sirvió de poco. “La gente radical me siguió amenazando, y fui a interponer denuncia por amenazas de muerte en el Juzgado de Guardia de Bilbao. Esa misma noche mi coche quedó enteramente destruido. Asientos rajados, caja de cambios rota, dirección rota, ventanilla rota”.
Difamado en clase por la profesora feminista que no fue al juicio
Un día, ya en clase, la profesora abertzale que le señaló y que ni siquiera acudió al juicio, se puso a difamarle ante sus compañeros y le dijo que contara a los de la clase lo que había hecho. “Me quedé 30 segundos callado, bloqueado, humillado, destrozado por la frase. Le contesté que si quería, que lo contaba todo, que tengo una sentencia absolutoria y que lo que decía era mentira”, apunta Aitor. Ella dijo que la sentencia le daba igual y le difamó públicamente, acusándole de violación y “diciendo que ella estaba allí en el autobús y que lo vio todo. Le dije que eso que acababa de decir lo tendría que decir ante un tribunal y que me iba a la policía a denunciarla“, comenta Aitor. Y así lo hizo: el estudiante presentó denuncia ante la Policía autonómica vasca. Tras pedir la mediación del Aldezle (el defensor universitario de la UPV), éste le ofreció que la profesora se disculpase y él retirase la denuncia. Aitor aceptó, pero la profesora exigió que él no estuviese presente en el momento de la disculpa. “¿Qué sentido tiene que difamen a alguien ante 20 personas y que luego pidan disculpas sin estar presente la víctima?”, se pregunta Aitor.
Miembros de Bildu y de Podemos le presionaron para retirar la denuncia
Finalmente ella se disculpó, y Aitor habló con un funcionario del Decanato, diciéndole que iba a llevar su certificado de antecedentes a clase para que todos pudiesen comprobar que estaba limpio. Cuando acudió a clase, “me tenían preparado un linchamiento un miembro orgánico de Podemos que representa a Podemos en la universidad y un compañero de Bildu de ideología abertzale que me exigieron por la fuerza que quitara la denuncia y además me insultaron”. Aitor culpa de este último incidente a la profesora, “quien de forma poco adecuada expuso en voz baja a algunos alumnos que estaba presionada por un decanato hostil y por mi presunta actitud amenazante. Ella decía tener miedo. Eso no es pedir disculpas, es una nueva acusación más que ya me ha pasado factura”. Por este motivo, Aitor ha publicado una petición en Change.org para pedir el despido de la profesora por su acusación falsa y por difamar a un alumno.
He tenido acceso a los documentos oficiales que acreditan la denuncia presentada por Aitor ante la Policía autonómica vasca contra la profesora feminista por un posible delito de difamación, y también del escrito que ha presentado ante la Universidad del País Vasco por el mismo motivo. Desde aquí hago llegar mi apoyo a Aitor ante el intolerable acoso, la denuncia falsa y las difamaciones que está sufriendo. Es realmente escandaloso que en una universidad pública se permitan campañas de amedrentamiento como ésa. Por lo demás, un caso como éste deja en evidencia para qué quieren algunos suprimir el derecho a la presunción de inocencia. Si a pesar de ese derecho Aitor ha padecido un calvario judicial por una denuncia falsa, ¿qué pasaría si se aprueba lo que pretende Podemos?
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