Antonio Salvà: "Estoy seguro de que el etarra que asesinó a mi hijo tiene un cargo político"
Antonio Salvà (Palma, 1952) guarda la esperanza de que los asesinatos de su hijo Diego y de Carlos Sáenz de Tejada sean verdaderamente los últimos de ETA. Masculla ese deseo con la misma cautela con la que desconfía de cualquier información en lo que atañe a la banda terrorista, venga de donde venga, del País Vasco o de Moncloa. Está convencido de que los acontecimientos de esta semana forman parte de una estrategia política cuyos efectos tardaremos más bien poco en comprobar.
Antonio Salvà (Palma, 1952) guarda la esperanza de que los asesinatos de su hijo Diego y de Carlos Sáenz de Tejada sean verdaderamente los últimos de ETA. Masculla ese deseo con la misma cautela con la que desconfía de cualquier información en lo que atañe a la banda terrorista, venga de donde venga, del País Vasco o de Moncloa. Está convencido de que los acontecimientos de esta semana forman parte de una estrategia política cuyos efectos tardaremos más bien poco en comprobar.
- La suya ha sido una de las voces más críticas con el reciente comunicado de ETA.
- El comunicado es de un cinismo espectacular. Es un comunicado-trampa con un perdón- trampa, puesto que hacen distinción de víctimas. Según ellos, mi hijo está bien asesinado: piden perdón a las «víctimas colaterales», como Irene Villa o los asesinados de Hipercor. Sin embargo, los guardias civiles están bien asesinados y enterrados.
- Afirma que es parte de una maniobra política.
- Hay intereses secundarios: es demasiada casualidad. Yo he vivido en Navarra en la época del plomo, cuando asesinaban a un policía nacional o a un guardia civil cada tres días. El Lehendakari de turno se iba a Madrid y conseguía una concesión por parte del Gobierno central. Era una dinámica ya hecha.
- ¿Y qué buscan?
- El acercamiento de los presos. Como pasó con Bolinaga. El Ministerio del Interior defendió a Bolinaga de la forma más descarada y mintieron como bellacos. Eso fue un pacto a la descarada. Sé que mintieron por el sencillo motivo de que yo soy urólogo y he diagnosticado un cáncer renal. Mis pacientes con cáncer renal terminal se mueren en 15 días o un mes, o incluso en una semana. Pero los suyos duran dos años y medio. Se les vio demasiado el plumero. Lo que quieren hacer ahora son 373 bolinagas más. Harán lo imposible por acercar a los presos. Para el PNV sería un tanto político enorme, robaría muchísimos votos de la izquierda abertzale.
- ¿Acercamiento y luego excarcelación?
- Estoy convencido. Primero el acercamiento. Va a haber una repulsa general de dos días o tres y después la gente se olvidará. Irán a la cárcel de lujo de Nanclares de la Oca, que es un hotel de cinco estrellas. Como tienen transferida la sanidad en las cárceles poco a poco los irán echando a la calle. Primero van a mentir diciendo que están graves y después saldrán todos a la calle poco a poco. En cinco años todos fuera y aquí no ha pasado nada de nada. Todo forma parte de la rendición del Estado frente a ETA.
- Dice que es un perdón que no es perdón. ¿Por parte de las víctimas es posible perdonar algún día?
- Opino que sí, pero se tienen que dar muchas circunstancias. La primera es esclarecer los 373 crímenes impunes, entre ellos el de Carlos y Diego. Después tienen que pedir perdón todos los que tienen delitos de sangre y los que han inducido a los asesinatos de masas. Hay una complicidad o un mirar hacia otro lado de la sociedad vasca, del PNV... Tendrían que pedir perdón todos y eso lo veo prácticamente inviable.
- ¿Cree que se está cediendo la responsabilidad del relato?
- Sí y se tiene que decir todo. La historia hay que escribirla: es muy importante saberla para que no se vuelva a repetir, porque si se cierra en falso eso volverá a salir. Es muy importante saberlo todo: la complicidad del PNV, cómo se aprovecharon políticamente... Que expliquen por qué durante tantos años los políticos vascos nacionalistas no llevaban escolta y los del PSOE y PP sí... Tienen que decirlo. Si hay una banda asesina que a ti no te amenaza, algo le estás dando a cambio.
- ¿Se ha sentido respaldado por las instituciones?
- Las instituciones no te apoyan, porque tú eres muy incómodo para ellas. Nosotros somos una piedra en el zapato de los políticos y cuanto más nos callemos mejor.
- ¿Se ha instrumentalizado el terrorismo?
- Muchísimo. Se ha instrumentalizado el terrorismo y a sus víctimas. Se politiza y se instrumentaliza todo. Se ha hecho siempre y se sigue haciendo. Pero ahora lo que interesa más que instrumentalizarnos es callarnos, que se olvide el tema, que parezca que no ha pasado nada.
- ¿Quién lo ha hecho?
- El primero ha sido el PNV. Se ha aprovechado muchísimo políticamente. Al fin y al cabo ETA es una hija del PNV. Arzalluz lo dijo claramente, no se escondió, cuando afirmó aquello de unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces. La autonomía vasca se ha aprovechado muchísimo de ETA. Lo tienen todo: policía, sanidad, un autogobierno que es espectacular: no hay nada equiparable en toda Europa. Y se siguen aprovechando hasta en los últimos estertores de ETA. Son muy listos pero PP y PSOE también les han dejado hacer.
- ¿Se ha utilizado el terrorismo también desde el Gobierno?
- Antes de que mataran a mi hijo, ya pensaba que en los ministerios había gente a la que le interesaba que existiera ETA, políticamente hablando, pero no lo puedo demostrar.
- ¿Cree que su hijo será la última víctima de ETA?
- Hay muchos de los suyos que no les perdonarían que volviera a matar. Ahora lo tienen todo: dinero, presupuesto, un País Vasco que es prácticamente independiente... Al tenerlo todo tampoco les interesa matar. Están en las instituciones. Yo estoy convencido de que el asesino de Diego ocupa un cargo político como premio. No me cabe duda. Me asombraría que no fuera así.
- ¿Está hablando de Bildu?
- Sí.
- ¿Por qué hay esa división entre las víctimas?
- Hay división, claro. Rubalcaba consiguió dividir la AVT de Alcaraz. Cada una vuela por su lado. Nos une algo sentimental a todos pero no estamos unidos. También porque unas tienen subvenciones y otras no. Es algo buscado políticamente.
- ¿Es mayor que la división entre la izquierda abertzale?
- Ha habido una guerra enconada entre presos y sus familiares y la cúpula, con enfrentamientos muy duros. ¿Por qué? Yo he hecho el trabajo sucio y estoy en la cárcel mientras tú pisas moqueta. Además, un etarra arrepentido les hace muchísimo daño.
- ¿Cree que se hizo todo lo posible para esclarecer el asesinato de su hijo y de Carlos Sáenz?
- No lo sé, no soy guardia civil. Sé que vino una unidad especial que estuvo mucho tiempo investigando pero todo se quedó ahí. No tengo ni idea, sinceramente.
- ¿Se sienten abandonados por el Estado?
- Yo me he sentido abandonado y decepcionado varias veces. Una con lo de Bolinaga. Dejé de confiar en Rajoy y el PP completamente. Fue un pacto repugnante con ETA.
- ¿Cómo es la relación actual del Gobierno con las víctimas?
- Yo escribí a Zoido. Me contestó pero no a lo que le pedía: que me asegurara que no habría acercamiento de presos.
- ¿Pueden las víctimas entender que Estrasburgo tumbara la doctrina Parot?
- Yo no lo entiendo. Porque todo es un pacto con ETA o con el PNV. ¿Por qué? Porque los hombres del Tribunal de Estrasburgo eran de Zapatero y cuando Rajoy ganó, no los cambió.
- ¿Lo de Alsasua es terrorismo?
- Sí, auténtico terrorismo, sin ninguna duda. Es un linchamiento: forma parte de la cultura del odio. Es terrorismo puro. ETA no solo son los asesinos, es un entorno.
- ¿Y las carreteras cortadas en Cataluña?
- Sí, claro que lo es. En un país libre, tú no puedes cortar una carretera.
- ¿La cultura del odio empieza en las escuelas?
- Cuando viví en Navarra vi a niños pequeños cantando contra los policías. Se empieza por la educación y aquí es la misma historia: veo que Mallorca se está batasunizando y eso hay que cortarlo por lo sano. La cultura del odio que se da en los colegios no es tan intensa como allí, no hay violencia extrema, pero los ingredientes son exactamente los mismos. El paralelismo es absoluto.
- Usted ha dicho que el código penal es un chollo para el ladrón y para el asesino. Después del jueves, ¿lo es también para los violadores?
- Es un chollo para todos, para los violadores también. Es baratísimo delinquir: la víctima no pinta nada. El delincuente tiene todos los derechos y la víctima ninguno.
- ¿Se cree el desarme?
- La entrega de armas es un paripé. No tengo ninguna duda de que se van a quedar con algunas. Mi teoría es la de que cuando tengan un autogobierno tremendo, si alguien les molesta o se ponen a reclamar la independencia, volverán a asesinar. Y lo que ahora dirán sobre el final de ETA, otro paripé.
- ¿Prisión permanente revisable?
- No se debería derogar nunca. Sobre todo para según qué tipo de crímenes. El terrorismo es uno de ellos. No se debería derogar solo por su efecto disuasorio: que el que va a matar sepa a lo que se expone.
- ¿Hay alguien fuera del País Vasco que también deba pedir perdón?
- El Estado francés también tiene que pedirnos perdón: los etarras pudieron asesinar gracias a ellos, que lo consintieron.
- El juez Velasco decía en Palma la semana pasada que Europa ha sido demasiado tibia con el terrorismo. ¿Lo comparte?
- Políticamente hablando Europa debería ser mucho más implacables de lo que es, sobre todo en el tema de los visados. Y además sin complejos. La entrada de yihadistas por el sur de Europa somos nosotros, Italia y Grecia. Es una debilidad y un acomplejamiento de los políticos, porque eso es un coladero.
- ¿Está de acuerdo con la condena a Valtonyc?
- Estoy totalmente de acuerdo. Yo no puedo insultar ni humillar a la gente amparándome en la libertad de expresión. No sólo amenazó de muerte a Jorge Campos, sino que también se metió conmigo cuando dijo que ojalá todos los patrols de la Guardia Civil saltaran por los aires. No se puede ir así por la vida, humillando y pisando a la gente.
- ¿Otegi es un interlocutor válido para la izquierda abertzale o hay demasiada mala sangre de por medio?
- No puede serlo, lo ideal sería que todos aquellos con delitos de sangre desaparecieran de la vida política. Es uno de los condicionantes del posible perdón. Y Otegi es etarra puro y duro. Si estás manchado de sangre, no puedes estar ahí.
- ¿Qué opina de que se le catalogue como un hombre de paz?
- No es un hombre de paz. No sé si tiene delitos de sangre porque no lo puedo probar pero estuvo a punto de asesinar a Cisneros. Tendría que estar inhabilitado para la política para siempre, con todos los que tienen delitos de sangre. Y como él muchos otros: que un terrorista pueda ser concejal de un ayuntamiento es vomitivo.
- ¿Ha leído Patria?
- Lo tengo pero aún no me lo he leído. Estoy a punto de acabar Sangre, sudor y paz de Gonzalo Araluce. Es muy duro para una víctima leerlo, porque lo cuenta todo como es.
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