martes, 20 de febrero de 2018

Los secesionistas que se achantaron y escenificaron su ruptura con el «procés

Artur Mas es el último líder independentista que, en sede judicial, le quita valor efectivo a la declaración unilateral de independencia. Una estrategia que ya siguieron Carme Forcadell, Oriol Junqueras o Joaquim Forn, entre otros



Artur Mas ha sido el último dirigente soberanista que ante el juez ha quitado valor a la declaración de independencia unilateral. Ante el magistrado Pablo Llarena, Mas ha sostenido que la DUI fue «parlamentaria y simbólica». Un acto con el que los partidos políticos secesionistas en Cataluña acompañaron el «clamor popular hacia la soberanía con una voluntad de entendimiento, negociación y diálogo». Ni una ruptura efectiva, ni un desafío al Estado.
Las palabras de Artur Mas distan del discurso político y público que el exconvergente ha protagonizado en los últimos años. Pero no es el único líder independentista que, en sede judicial, ha desdeñado el camino que el secesionismo labró para lograr la «república independiente». Algunos, además, acataron la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Hace tan solo unos días, Marta Rovira, secretaria general de ERC, señalada como parte capital de la cúpula del «procés», quiso tomar distancia con el 1-O, y aseguró no tener «capacidad de gestión» sobre el referéndum ilegal, pero que planteó suspenderlo. Una propuesta que Puigdemont desdeñó.
La primera en tomar esta senda fue la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, cuya declaración rompió la estrategia independentista ante la Justicia. En la Audiencia Nacional, los exconsejeros del Govern cesado se negaron a declarar y no contestaron al juez. Sin embargo, Forcadell, que ahora es diputada por ERC, declaró en el Tribunal Supremo en noviembre de 2017 acusada de un delito de rebelión. Allí, sostuvo que la declaración unilateral de independencia tan solo tenía «carácter simbólico». La misma tesis defendieron el resto de miembros de la Mesa del Parlament que permitieron que se produjese la votación. Lluis Maria Corominas, Lluis Guinó, Anna Simó y Ramona Barrufet y la propia Forcadell aceptaron la aplicación del artículo 155 y renunciaron «a cualquier actuación fuera del marco constitucional».


No fue la única. Oriol Junqueras, que se encuentra en la prisión de Estremera tras la declaración de la DUI, dejó claro en uno de sus escritos para obtener la libertad que se comprotemía a lograr una independencia «por vías estrictamente pacíficas y democráticas». Como Forcadell, y el resto de los miembros del Parlament, aseguró aceptar el artículo 155. Una estrategia a la que también recurrieron, sin éxito, el resto de exconsejeros encarcelados.

El papel de Cuixart y Sànchez

La escenificación del rechazo a la DUI y a la hoja de ruta del «procés» no ha llegado solo desde la esfera política. Los líderes de la ANC y Ómnium Cultural, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, también han querido alejarse del discurso independentista. Cuixart aseguró ante el juez que la independencia solo se puede perseguir respetando la Constitución. Cuixart, que sigue encarcelado y está señalado como uno de los miembros de la cúpula del «procés», defendió que el único referéndum válido sería el que convoque el Estado español.
La declaración de Cuixart, que buscó alejarse de los hechos que se le imputan en relación con el 1-O rechazando ante el juez la violencia, coincide con las palabras de Sánchez, que fue más allá y aseguró ante el magistrado Pablo Llarena que el «referéndum del 1 de octubre fue ilegal». Además, confirmó que desde febrero de 2015 existe una hoja de ruta para alcanzar una república independiente de la que participan ERC, la antigua Convergència, la ANC y Òmniun Cultural.
Horas después de que los líderes de Òmnium y la ANC rechazaran la DUI, llegó el turno del exconsejero de Interior Joaquim Forn. Forn, que ante el juez Llarena aseveró que siempre ha defendido una forma de actuar pactada con el Estado y que acata la Constitución.
Sobre la declaración de independencia, Forn recordó que no la votó ni la firmó, y que considera que no tiene valor legal, que siempre ha reconocido la Constitución como norma jurídica suprema del Estado. Asimismo, sostuvo que su actuación política personal siempre será respetuosa con ella, ha incidido ante el juez, añadiendo que de seguir el «procés» por la vía unilateral él «se bajaría del tren». Una «ruptura» que escenificó el pasado mes de enero cuando dimitió como diputado con el objetivo de conseguir la libertad, algo que el juez denegó

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