Albert Rivera ha dado orden a su guardia suizo, José Manuel Villegas de que inicie una nueva campaña de descrédito contra el PP por corrupción. Así, a primera hora de la tarde del miércoles, Ciudadanos convocaba una rueda de prensa para exigir al PP que dimitiera la senadora Pilar Barreiro, considerando que el pacto PP-Cs no podía continuar y los Presupuestos aún están pendientes. Exige Ciudadanos el cese-dimisión de la senadora Pilar Barreiro, imputada por corrupción.
Obviamente, en el PP aseguran que el acuerdo no escrito entre PP y Ciudadanos es que no se puede exigir el cese de un imputado (al paso que vamos, no quedaría un solo político en España) sino de un condenado, aunque la condena no sea firme.
Pero es que esa no es la cuestión: Rivera, tras el triunfo (fracaso de gobierno pero triunfo electoral) en Cataluña, pretende convertirse en el líder de la derecha española, forzar elecciones anticipadas. Y de ahí, a La Moncloa.
El asunto se plantea como un chantaje: si no hay elecciones anticipadas y si Rajoy no cede una y otra vez (su modelo para conseguir cesiones del PP es el PNV) Ciudadanos podría romper la cuerda: ni Presupuestos 2018 ni ninguna ley de enjundia… e incluso volver a acercarse al PSOE de Pedro Sánchez.
¿Por dónde sangra el PP ante la opinión pública? Por la corrupción. Pues a sangrarles justamente ahí.
Eulogio López
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