domingo, 26 de noviembre de 2017

Trapero ocultó al juez que un agente de los Mossos cobraba 1.000 euros al mes de los narcos




 

El juez Aguirre relata estos hechos en un auto dictado en mayo de 2011, en el que imputó al número 2 de Trapero en la Unidad Adscrita, el subinspector Antoni Salleras, por obstrucción a la Justicia, omisión del deber de perseguir delitos, ocultación de documentos a la Autoridad Judicial, revelación de secretos y falsedad documental.
Salleras lleva más de cinco años imputado por estos hechos, junto a otros cinco Mossos a los que el juez Aguirre acusa de engañarle para proteger a la banda del narco Carbajo. Como ha informado OKDIARIO, la División de Asuntos Internos de los Mossos explica en un informe oficial dirigido al juez que el narco Carbajo y el comisario Josep Lluís Trapero habían llegado a entablar "una buena relación de colaboración, e incluso llegando a ser una relación de amistad".
En su auto, el juez sostiene que el número 2 de Trapero en la Unidad Adscrita, Antoni Salleras, avisó al narco Carbajo de que estaba siendo investigado por la Justicia, para que tomara precauciones. El magistrado también sugiere que Salleras facilitó al narcotraficante datos confidenciales de la investigación a través del agente corrupto José R.G. apodado Charly.
El magistrado lo explica con las siguientes palabras: "El subinspector Salleras habló con R. en el mes de junio de 2010, deduciéndose que pudo haberle dado información de estas diligencias previas, según resulta de la conversación captada ese mismo día entre Crespo y Bono [dos de los hombres de confianza del narco Carbajo], actuando R. por encargo de Crespo".
 
El juez Aguirre relata algunos de los favores que el Mosso corrupto José R.G. prestaba a los narcos.
El juez Aguirre envió a prisión al Mosso corrupto José R.G. en octubre de 2010, si bien luego lo dejó en libertad provisional bajo fianza. En el auto de prisión, el magistrado relata algunos de los favores que este agente conocido como Charly prestó a la banda de Carbajo.
En unas ocasiones, a petición de los narcos, consultaba los antecedentes penales de algún miembro de la banda en las bases de datos de la Policía. En otra ocasión, Crespo le pidió que le facilitara "datos personales y la fotografía" de un individuo al que quería dar una paliza.
El Mosso Charly también medió ante el jefe de la Policía Local de Sitges para que retirara tres multas de tráfico a un amigo del narco Carbajo. Su hombre de confianza Marco Antonio Crespo llegó a pedir a Charly que intercediera ante el Tribunal examinador de las pruebas de acceso para que uno de sus amigos pudiera acceder a una plaza en los Mossos d’Esquadra.
El juez Aguirre también relata dos ocasiones en las que la banda de Carbajo pidió al Mosso corrupto que mediara, al ser detenidos dos de sus colaboradores, para que no se les fichara ni se les tomaran las huellas dactilares en Comisaría. Todos estos indicios, que la Unidad Adscrita de Trapero había ocultado al juez, fueron descubiertos finalmente gracias a la intervención de la División de Asuntos Internos de los Mossos d’Esquadra.
 

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