El PSOE permite celebrar el fin del Ramadán en los Jardines del Triunfo, junto a la imagen de la Virgen de la Inmaculada.
El alcalde socialista, Francisco Cuenca, presume de fomentar la tolerancia y el respeto… hacia los musulmanes, claro está.
Y cuelga carteles por la ciudad para felicitar el Ramadán, ¿hace lo mismo con la Pascua? Por supuesto que no.
Ojo, el lugar tiene un significado especial para los católicos: Granada fue la primera ciudad española que juró defender la verdad teológica de la Inmaculada en 1619.
Cuenca genera polémica y se gana las críticas de PP, Ciudadanos y hasta de Granada Laica, que le exige “neutralidad institucional”.
Son muchas las voces que recuerdan de vez en cuando que España es un Estado laico, pero en el territorio nacional encontramos excepciones. Y es que Granada más que laica parece mora, islámica, a pesar de que fue reconquistada por los Reyes Católicos hace más de cinco siglos, concretamente en 1492.
Ahora, el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el PSOE, se ha lucido permitiendo celebrar el fin del Ramadán en los Jardines del Triunfo. Así, el pasado sábado pudimos ver a los musulmanes haciendo sus rezos junto a la Virgen de la Inmaculada (ver imagen de la izquierda). Y saltó la polémica, algo bastante lógico. Porque al PSOE no le molesta nada el islam, lo que le molesta es el cristianismo.
Sin embargo, el alcalde, Francisco Cuenca, mira hacia otro lado y presume de fomentar la tolerancia y el respeto… hacia los musulmanes, claro está. Todo ello después de colgar carteles por la ciudad para felicitar el Ramadán, pero ¿hace lo mismo con la Pascua? Por supuesto que no, sobra la pregunta.
Tolerancia y respeto… sólo hacia los musulmanes porque, ojo, el lugar donde se festejó el fin del Ramadán tiene un significado especial para los católicos: Granada fue la primera ciudad española que juró defender la verdad teológica de la Inmaculada en 1619 y por ello, se levantó en los Jardines del Triunfo el monumento a la Virgen. Y por si esto no bastara, el imán de la Mezquita mayor de Granada, Sheij Ahmed Bermejo, ha dicho en un comunicado que el lugar demuestra que el islam es “convivencia y generosidad” (generosidad católica, olvida decir) y que su religión “está totalmente alejada de esas barbaries y actos criminales que vemos desgraciadamente tan a menudo”. ¿En serio? No olviden que se duda que el islam sea una religión de paz (la llamada a la violencia y la justificación de la misma son explícitas en sus textos sagrados) y además los musulmanes no pueden llamar padre a su dios, que es demasiado lejano.
Además de generar polémica, Francisco Cuenca se ha ganado las críticas de PP, Ciudadanos y hasta de Granada Laica, que le exige “neutralidad institucional”. Una metedura de pata a lo grande… y todo en pro de la tolerancia, que significa inclinar la cerviz a lo ajeno y fastidiar al vecino.
Cristina Martíncristina@hispanidad.com
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