El actor declaró, en el IRPF de esos dos años, una cantidad menor de lo que dicta la ley.
Javier Bardem tendrá que pagar 150.491 euros a Hacienda después de que el Tribunal Supremo le haya obligado a hacer efectivas las sanciones impuestas por defraudar al fisco en la liquidación del IRPF de los años 2006 y 2007. El caso arranca al revisar las cuentas de la sociedad Pinguin Films S.L. –de la que el actor era administrador y socio único–. Los clientes abonaron a la sociedad una suma de 851.327,28 euros en 2006 y 526.199,35 euros en 2007 por los trabajos encargados. Sin embargo, Javier Bardem valoró su trabajo –el mismo que la sociedad facturaba a los clientes– en otra cantidad: 188.566 euros en 2006 y 63.000 euros en 2007. Un hecho que el propio Tribunal califica de «sorprendente»: «Nos hallamos ante una diferencia abismal entre la valoración de la operación acordada entre las partes vinculadas y la valoración que resulta del procedimiento previsto en las normas tributarias», según aparece reflejado en la sentencia.
De esta manera, la Sala Tercera de lo Contencioso-Administrativo del TS rechazaba ayer los recursos que el actor había interpuesto contra las sentencias del TS de Justicia de Madrid, que le condenó a pagar 98.970 y 51.521 euros por estas infracciones tributarias leves.
En el recurso, la defensa de Javier Bardem consideraba que no se puede imponer una sanción al contribuyente por una diferencia de criterio en el valor de mercado de la operación vinculada entre Pinguin Films y él mismo. El actor alegó que los tribunales de justicia, e incluso la propia Administración tributaria, han adoptado decisiones distintas respecto a la adecuación a Derecho de la imposición de sanciones tras las regularizaciones. Los jueces de la sala tercera del TS no han compartido ese criterio y han rechazado el recurso.
«Ánimo defraudatorio»
El actor no ha hecho ninguna valoración ni sus abogados han respondido a las frases que los jueces han esgrimido en la sentencia. Algunas tan claras como «la falta del mínimo rigor exigible» o que había «un claro ánimo defraudatorio (...) de los tipos impositivos progresivos y más elevados de IRPF, así como la deducción en sede de la sociedad de gastos no relacionados con la propia actividad».
Javier Bardem no es el único famoso que ha tenido problemas con el fisco. El también actor Imanol Arias tuvo que presentarse ante el juez, ya que Hacienda le reclamaba hasta dos millones de euros. Isabel Pantoja fue investigada varias veces y le embargaron en ese periodo más de un millón de euros; y Bertín Osborne fue condenado en 2003 por fraude fiscal y, según declaró él mismo, ya ha pagado más de cinco millones.
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