Telesforo Rubio pide personarse como perjudicado en la causa abierta sobre los últimos informes policiales del chivatazo a ETA
El que fuera máximo responsable de la Policía en la lucha contra el terrorismo durante el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha denunciado ante la Audiencia Nacional ser víctima de un espionaje en el caso Faisán. Telesforo Rubio considera que se han investigado sus comunicaciones telefónicas sin autorización judicial.
El que fuera jefe de la Policía contra el terrorismo ha presentado un escrito en la Audiencia Nacional para personarse como perjudicado en la causa aún abierta sobre los últimos informes policiales del chivatazo a ETA perpetrado en 2006 en el bar Faisán.
Este comisario, que estaba al frente de la Comisaría General de Información durante la época inicial de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Ministerio del Interior, se presenta como víctima de la información manejada por la ya desaparecida Brigada de Revisión de Casos (BARC).
El nombre de Rubio figura en el informe elaborado por esta brigada que fue remitido recientemente por el actual Ministerio del Interior. El comisario denuncia que, para llevar a cabo estas pesquisas, los funcionarios requirieron sus «movimientos telefónicos» de la época y que desde la Policía se les facilitaron sin que existiera control judicial alguno. Así, pide al juez José de La Mata que le dé el visto bueno a su personación. En aquel proceso fueron condenados dos mandos policiales como autores materiales de la delación. Pero la Justicia no pudo determinar la autoría intelectual del aviso, cometido en pleno proceso de negociación de Zapatero con ETA y el día en que iba a recibir el apoyo del entonces líder del PNV, Josu Jon Imaz, al mismo. Rubio apunta que en las sentencias sólo se habló de los movimientos telefónicos de los condenados. Así que entiende que los suyos no estuvieron nunca en actuaciones judiciales.
Recuerda en su escrito que el tráfico de llamadas está afectado por el secreto de las comunicaciones, y que para acceder a él hay que recurrir a un juez. «Los hechos publicados podrían ser constitutivos de un delito cometido por funcionarios públicos contra las garantías constitucionales, de un delito de revelación de secretos e infidelidad en la custodia de documentos, e incluso de prevaricación».
El que fuera director adjunto operativo Eugenio Pino, en una entrevista en EL MUNDO, desveló que la Brigada de Revisión de Casos había elaborado varios informes sobre sumarios, como fue el caso de los atentados del 11-M y el del chivatazo a ETA. El juez reclamó al Ministerio del Interior que le remitiera esos informes. Antes de recibir el del Faisán, tomó declaración a los funcionarios que los elaboraron. Los agentes declararon que estuvieron revisando todo el material judicial que había en dependencias policiales y que, al ver el importante volumen de comunicaciones en esas fechas con el comisario general de Información, Telesforo Rubio, solicitaron que se les facilitaran también sus movimientos telefónicos en las «fechas calientes».
En su escrito, Telesforo Rubio asegura que ha conocido por los periódicos que en ese juzgado se siguen diligencias «por la actuación de determinado grupo de policías que desde el Ministerio del Interior han elaborado contrainformes por los casos denominados por la prensa como el caso Faisán y el caso del 11-M». Considera que es víctima de, cuando menos, un espionaje.
Ahora, el magistrado ha remitido la petición de Telesforo Rubio tanto al Ministerio Fiscal como a las acusaciones, representadas por Dignidad y Justicia, para que informen. El instructor aún no se ha manifestado sobre el contenido del informe del chivatazo y su relevancia procesal
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