Cataluña ha perdido cerca de 30.000 empresas entre los años 2008 y 2016, lo que representa el 4,8% de su tejido productivo, según datos de la patronal Foment del Treball, que reclama más incentivos para impulsar el crecimiento y consolidación de las compañías.
Cataluña tenía en el año 2008 un parque de 626.020 empresas, mientras que a 1 de enero de 2016 había operativas 596.196, concretamente 29.824 menos.
Los sectores que más han sufrido han sido el de las pequeñas (10-49 empleados) y medianas (50-200) empresas, que han visto desaparecer el 31 y el 19 % de su grueso, respectivamente, en estos últimos ocho años.
Por su parte, las microempresas (0-9 trabajadores) y las grandes compañías (+500) han sido las que han resistido mejor este período de crisis.
Según el director de Economía de Foment, Salvador Guillermo, este balance indica que la capacidad de recuperación de la competitividad de la economía catalana dependerá de la regeneración del tejido empresarial, un proceso que acostumbra a ser lento.
Es por ello que la patronal que preside Joaquim Gay de Montellà ha pedido a las administraciones que impulsen acciones dirigidas a aumentar el tamaño de las empresas y que no promuevan sólo el emprendimiento, sino también la consolidación de proyectos empresariales a lo largo de los tres primeros años de vida, que es el período con mayor índice de mortalidad empresarial.
“El tamaño empresarial nos permitirá ganar competitividad, generar más ocupación de calidad, más valor añadido y más internacionalización”, ha señalado Salvador Guillermo, que ha recordado que, de todas las empresas que se crean, el 44 % desaparecen en el primer trienio de vida.
“De las empresas creadas en 2009, inicio ya destacado de la crisis, únicamente han sobrevivido en el 2014, año ya de clara recuperación, el 40,5 % de éstas”, ha incidido Foment.
En su último Informe de Coyuntura, la patronal catalana analiza también la evolución de la población española, que se ha ido reduciendo desde 2012, aunque cada vez a menor ritmo.
Ha indicado, en este sentido, que el crecimiento vegetativo ya fue negativo en 2015 y que las proyecciones de población realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) exponen la pérdida progresiva que se irá produciendo hasta el año 2065, en el que la disminución anual de población por factores vegetativos será de más de 300.000 personas.
En este contexto, añade Foment, sólo factores migratorios podrán compensar una pérdida de población tan importante, que el INE en su escenario central sitúa del orden de entre 50.000 y 80.000 personas para el período 2030-2065.
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