María Luisa Faneca López cobraba su sueldo de miembro de la Ejecutiva de Pedro Sánchez con cargo a fondos del Congreso, en concepto de supuesta asesora del Grupo Parlamentario Socialista, según han confirmado distintas fuentes del PSOE.
El monto mensual de su salario rondaba los 5.000 euros, según las citadas fuentes. Los responsables del grupo y del partido han declinado comentar estas cifras y el origen del dinero. Sólo han explicado que esta militante recibió un sueldo por su trabajo en la Ejecutiva “porque no tenía ninguna retribución ajena”.
Es decir, a diferencia de otros miembros de la Ejecutiva, Faneca no disponía de cargo público cuando fichó para la Ejecutiva de Pedro Sánchez dentro de la cuota de ocho representantes del Partido Socialista de Andalucía. La solución buscada fue que se le retribuyera desde el grupo parlamentario como asesora. De este modo el partido, con una economía muy maltrecha, se ahorraba el sueldo.
Sin embargo, esta fórmula es considerada por consejeros del Tribunal de Cuentas una trampa de dudosa legalidad para sortear la legislación de los partidos en materia de financiación. Con esta maniobra, parte de la estructura del PSOE no se sostenía con sus fondos propios, procedentes de las cuotas de los militantes, ni con el dinero procedente de las subvenciones públicas para su funcionamiento y campañas, sino con el que el Estado destina para el desarrollo específico de las actividades propias del Parlamento.
Al margen de la legalidad del sueldo, esta remuneración unía el destino de Faneca al de Sánchez: la dirigente política no podía volver a la federación andaluza para optar a ninguna candidatura electoral futura porque sabía que Susana Díaz no contaría con ella por su apego a su rival, incluso desobedeciendo sus órdenes. Así, cuando el pasado 28 de septiembre se escenificó la ruptura total del PSOE con la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva que buscaba la caída del secretario general, ella permaneció a bordo.
Su regreso a Andalucía, por otro lado, contaba con otra muesca negativa: el pasado mes de julio fue citada a declarar en un juzgado por presunta prevaricación durante su mandato como alcaldesa de Islantilla.
Faneca fue la única de los ocho representantes de la federación socialista andaluza que resistió la orden de Susana Díaz de abandonar la Ejecutiva de Sánchez. Dirigentes del PSOE andaluz afirmaron que ese plante no les sorprendió porque la alianza entre Faneca y Sánchez “venía de lejos”, hasta el punto que el ex secretario general del PSOE recomendó su inclusión en listas electorales a Susana Díaz. De hecho, la permanencia de Faneca en su puesto fue decisiva durante los días siguientes, en los que la discusión se centraba en si eran necesarias 17 o 18 dimisiones para forzar el cese de la dirección del partido.
Faneca es diplomada en magisterio y es funcionaria de carrera del Ministerio de Trabajo. Fue directora del Instituto Social de la Marina en Isla Cristina, Huelva. Y en la Ejecutiva de Sánchez se ocupaba de la Secretaría de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural. Faneca ha desatendido todas las llamadas de este diario para explicar el origen y monto de su sueldo.
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