Un momento de la manifestación en Barcelona
La protesta, apoyada por el PP y Ciudadanos, pide a Puigdemont que "escuche al 52% de los catalanes que no quieren la independencia".
Unas 3.500 personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado este domingo en la plaza Sant Jaume de Barcelona convocadas por Sociedad Civil Catalana (SCC) para expresar su rechazo al programa independentista del gobierno catalán y exigir el freno del llamado proceso catalán.
La concentración, apoyada expresamente por Ciudadanos y el PP, ha servido para denunciar la grave situación política que, a juicio de SCC, vive Cataluña, tras la constitución de un ejecutivo claramente independentista presidido por Carles Puigdemont.
Los manifestantes, que han llegado de diferentes puntos de Cataluña, han ondeado banderas españolas, catalanas y de la Unión Europea, y han coreado consignas y llevaban pancartas con lemas como “El proceso nos roba”, “No al proceso, sí al progreso”, “No a la independencia, sí a la convivencia” y “Hemos votado, habéis fracasado”, en alusión a los resultados de las elecciones catalanas del pasado 27 de setiembre.
Entre los asistentes a la concentración, se encontraban el portavoz en el Parlament del Partido Popular Catalán, Enric Millo, y la diputada de Ciutadans en el Parlament Susana Beltrán.
En declaraciones a los periodistas, Millo ha pedido a Puigdemont “que se quite los tapones de las orejas” y escuche al “52% de los catalanes que no quieren la independencia y que no quieren la ruptura, sino la concordia”, lo que le debería llevar a “parar el proceso”.
Por su parte, Susana Beltrán también ha reclamado al Govern que preste atención a los catalanes “que queremos estar dentro de España y de la Unión Europea” y se ha congratulado de la celebración de un acto en favor de la unión de España y Cataluña como el de este domingo.
Durante el acto ha tomado la palabra el vicepresidente de Societat Civil Catalana (SCC), Joaquim Coll, que ha calificado de “perversión democrática” que el gobierno de Puigdemont “reconozca que el separatismo no tiene una mayoría social para culminar la ruptura”, pero que, pese a ello, “esté decidido a continuar adelante con un proceso que divide a la sociedad”.
“El proceso no es ni legal ni tienen un mandato democrático para llevarlo adelante”, ha insistido Coll, tras denunciar que el proceso “nos roba dinero, democracia, recursos, derechos, convivencia y oportunidades”, además de “robarnos el país, España, que también es de los catalanes”.
Por su parte, el presidente de SCC, Rafael Arenas, ha asegurado que las personas que han llenado la plaza lo han hecho para proclamar “que nosotros también somos Cataluña y que no renunciamos a ello”.
Arenas ha afirmado que la independencia “amenaza el proyecto europeo y el español” y ha desconfiado de las palabras del presidente Puigdemont, en las que admitía que no hay una mayoría social que legitime la aprobación de una Declaración Unilateral deIndependencia (DUI).
“Están acumulando fuerza”, ha advertido, tras asegurar que “estamos hartos” y que “ahora nos toca decir alto y claro que el proceso ha fracasado y que toca pasar página”.
Durante el acto, ambos representantes de SCC han hecho referencia en varias ocasiones a la necesidad de que Cataluña cuente con otro modelo de escuela “no politizada” y con “una administración que trabaje por el bien común y no sólo por la independencia“, además de una sociedad en la que “el castellano se reivindique como una lengua catalana”.
Sociedad Civil Catalana ha aprovechado la celebración de la concentración en la plaza Sant Jaume para reclamar que vuelva a restituirse la placa conmemorativa del nombre que adoptó esta plaza durante años, plaza de la Constitución, y que, según ha denunciado, retiró en 2013 el entonces alcalde, Xavier Trias (CiU).
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