sábado, 5 de diciembre de 2015

“Dictadura del proletariado” Lo que Pablo Iglesias esconde cuando habla de democracia

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El discurso de Pablo Iglesias, de Podemos, ha seducido a muchos. Los datos que arrojan las encuestas, así como el brillante resultado que sacó este partido en las recientes elecciones europeas dejan al descubierto que se trata de una formación que puede llegar a convertirse en primera fuerza en ayuntamientos, así como en bisagra política en el Congreso. Pero, ¿qué hay detrás de estos líderes?
Un repaso a las numerosísimas intervenciones que ofrece internet de Pablo Iglesias, o del ideólogo del partido Juan Carlos Monedero, desvela cómo lo que vemos a día de hoy de esta formación lleva tiempo gestándose.
En una charla en marzo de 2013 organizada por la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) en Aragón, Pablo Iglesias explicaba los pilares básicos de su acción de comunicación política para tratar de hacer cambiar los paradigmas del sentido común de “la gente normal”, decía Pablo Iglesias, para convencer a los españoles.

Busca “la dictadura del proletariado”

Así explicaba, por ejemplo, su idea de democracia y por qué es la palabra “que hay que disputarle al enemigo cuando hagamos política”. Dice Pablo Iglesias que “hay palabras que tienen una carga valorativa positiva y otra negativa. La palabra democracia mola, por lo tanto, hay que disputársela al enemigo. La palabra dictadura no mola, aunque sea dictadura del proletariado. No mola, no hay manera de vender eso. Aunque podamos teorizar que la dictadura del proletariado es la máxima expresión de la democracia en la medida en que aspira a anular unas relaciones de clase injusta que en sí mismas, ontológicamente, anulan la posibilidad de la igualdad que es la base de la democracia, no hay a quien le vendas que la palabra dictadura mola. La palabra que hay que disputar es democracia”.

¡A quién le importa la historiografía!

Otra de las palabras que hay que disputar, dice Iglesias, es el concepto de nación, porque tiene “un peso agregador importante”, por eso “hay que disputar el término nacional” porque, “a quién le importa la historiografía si la gente se siente vasca, catalana o española. Eso tiene peso agregador, por lo tanto, hay que disputar el término nacional”. En este sentido, también recuerda que “no hay un sólo proceso histórico de transformación social en una dirección progresista, socialista, que no haya asumido el elemento nacional como una de las claves agregadoras importantes”.

La televisión

Para Iglesias, el mejor medio de producción ideológica para insertar estas ideas en el sentido común de la gente es la televisión. Además, la idea es hacerlo mediante el debate político y las tertulias ya que las “series de televisión y los magacines son el producto televisivo y de producción ideológica más importante, pero son muy caras y las tertulias son baratas y nosotros hemos tenido la oportunidad de hacer una tertulia”.

La gente no es libre

Resulta curioso que en las charlas de Juan Carlos Monedero, o de Pablo Iglesias, es habitual escuchar conceptos como la lucha de clases, la igualdad, la opresión, la codicia de los ricos, o la dignidad de los pobres, pero poco o nada se habla de libertad. En aquella charla para las Juventudes Comunistas de Aragón, Pablo Iglesias dejó claro qué entiende por libertad: “La gente está convencida de que es libre y de que cada uno tiene la ideología que quiere. Eso es una estupidez. La gente cree que es guay y que tiene libertad para elegir. No. Eso es mentira”, insistía.
Según su proyecto, la gente no elige lo que cree o no elige su ideología, sino que repite lo que oye, lo que le han contado en casa o lo que ha escuchado en televisión. Por este motivo, su estrategia pasa por “trabajar en el ámbito de la ideología produciendo imaginarios y adaptarlos en forma de tertulia”. Así, Pablo Iglesias se considera que ha sido desde sus programas de televisión “productor de sentido común” para la gente.

El momento idóneo

La guinda del pastel de su estrategia política es el momento que han elegido para inocular su mensaje. “Los comunistas han tenido éxito en momentos de crisis. La transformación social no ocurre en circunstancias de normalidad, sino de excepcionalidad”, dice Iglesias. Es en esos momentos cuando “caen los consensos, explotan por los aires y abren las puertas a que se pueda reconfigurar el poder“. Por eso, son momentos en los que “es posible que suceda lo que hasta ese momento parecía imposible”. Como ejemplo de esta realidad, Iglesias pone a la plataforma Stop Desahucios que “ha conseguido que a la mayor parte de la gente le parezca más importante el derecho al uso y disfrute de una vivienda que la propiedad de la misma”.
Por ese motivo, para Pablo Iglesias, el objetivo de Podemos es alcanzar el poder mediante una estrategia de comunicación que emplee conceptos “agregadores” que disfracen de “democracia” lo que en realidad es “la dictadura del proletariado” a través de la modificación del sentido común de la “gente normal” que “no es libre” y que en realidad “cree lo que le cuentan por la tele”. En aquel momento, su plataforma de propaganda era el programa Fort Apache en Hispan TV, una cadena financiada por el régimen de Teherán. Sobre el asunto, confesaba Iglesias que no le gusta la teocracia iraní, pero que no por ello va a renunciar a tener su programa de televisión para aleccionar a esa “gente normal”.
 
 
Origen: Lo que Pablo Iglesias esconde cuando habla de democracia – Libertad Digital

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