En el primer trimestre del año, el 93% de las donaciones de los eurodiputados de Podemos acabaron en su partido
El discurso «anticasta» de Podemos ha tenido un efecto limitado en los sueldos de los cargos públicos que perciben los miembros de su partido y de las «franquicias» municipales pilotadas por esta formación. La bajada de los sueldos políticos ha sido una de las banderas de Podemos desde su nacimiento, pero en términos reales el ahorro para las arcas públicas ha sido reducido.
El compromiso de no cobrar más de tres veces el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) –o de 3,5 veces en otros casos– tiene sus matizaciones. Sustancialmente, porque de forma generalizada eso no significa que la institución de la que cobran como políticos les pague únicamente ese tope salarial. Así que las arcas públicas no sienten el ahorro.
Por ejemplo, los eurodiputados de Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, cobran mensualmente 8.020,53 euros al mes, lo que supone un sueldo bruto anual de casi 100.000 euros. A partir de ahí, pagan las cotizaciones y tributos que corresponden en función de esa retribución –como cualquier otro asalariado–. El coste que tienen para el Parlamento Europeo, por tanto, es idéntico al de los demás diputados de cualquier otro partido.
Del neto que les queda, parte la donan al partido. Vienen a ser 2.000 euros mensuales que ingresan en Podemos, aportaciones que a fin de año les cuentan como deducciones fiscales a la hora de pagar el Impuesto de la Renta. Descontada esa donación, a los europarlamentarios de Podemos les queda un rendimiento neto mensual por su cargo público de 2.258,55 euros.
Durante el primer trimestre del presente año, el 93% de todas las donaciones salariales hechas por los eurodiputados de Podemos acabaron en las arcas de su partido.
Las nóminas de los alcaldes de la órbita de Podemos que han aterrizado en Madrid, Barcelona y Zaragoza superan también con mucho ese tope de 3 ó 3,5 veces el Salario Mínimo Interprofesional.
En Barcelona, Ada Colau (Barcelona en Común) se ha dejado el sueldo bruto anual en 80.115 euros, por debajo de los 100.000 de tope que marca la ley para retribuciones de alcaldes en España. De nuevo la matización que se hace es que parte de ese sueldo la donará. Pero a los barceloneses, su sueldo les saldrá por esos 80.115 euros brutos anuales, a lo que hay que añadir las cotizaciones sociales que corresponden por dicha retribución y que también van con cargo a las arcas municipales.
En Madrid aún está por ver cómo encajará la alcaldesa Manuela Carmena la cuestión de los sueldos. De momento, las tablas salariales siguen igual que hasta ahora. Ella cuenta con una retribución bruta anual de 100.000 euros.
En Zaragoza, Pedro Santisteve (Zaragoza en Común) también se ha bajado el sueldo, pero el que se ha dejado también supera con mucho esa barrera «ética» de 3,5 veces el SMI. Se lo ha dejado en 75.000 euros brutos anuales –un 25% que la retribución que tenía asignada esta Alcaldía hasta ahora–. Será el tercer mayor sueldo de un cargo electo en todo Aragón, solo por detrás –y por poco– de lo que se retribuyen las presidencias del Gobierno regional y de las Cortes aragonesas.
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