Querido presidente del Gobierno de España y del Partido Popular,
Te escribo con la intención de trasladarte ciertas reflexiones como español y como afiliado al PP. La primera de esas reflexiones es la del orgullo de formar parte de la formación política que está protagonizando la superación de la segunda devastación socialista en los últimos veinte años. Supongo que dentro de cinco o siete décadas se seguirá estudiando en las Facultades el balance de gestión económica de los dos Partidos políticos con mayor representación de la democracia española. El balance del PSOE han sido dos situaciones al borde del colapso. En contraposición, el PP presenta la exitosa superación de esas dos situaciones límite.
El anterior planteamiento es unánimemente reconocido por los Operadores económicos, por los Organismos internacionales y por los mercados financieros. También lo es por la Comunidad internacional que, al término de los períodos de gobierno del PP, sitúa siempre a España como motor de la economía internacional, calificándonos como paradigmáticos y reconociendo el “milagro económico español”. Realmente, dichos “milagros” tienen nada de sobrenatural y todo de gestión inteligente. Por supuesto, hay quien niega rotundamente los éxitos económicos del PP, esos que aplauden al unísono los principales dirigentes mundiales. Curiosamente, la negación viene de quien sistemáticamente nos arruina y de su acomplejado entorno. Por tanto, caso a la estulticia, ninguno.
La segunda reflexión es la preocupación de que pese al indudable y aplaudido éxito económico, las posibilidades electorales para el PP, a un año vista, son muy oscuras. ¿Cómo es posible esta paradoja?
Evidentemente, el positivo balance económico es insuficiente. Sólo con el logro de haber salvado a España de una debacle y en tan sólo tres años haberla situado en situación antagónica a la recibida por el PSOE, no basta. La tecnocracia es absolutamente necesaria y ahí hemos dado la talla, pero hemos fallado en la política. Hemos concentrado nuestros esfuerzos en lo económico, cierto es que nos iba mucho en ello, pero hemos obviado los aspectos puramente políticos.
Además, esos aspectos políticos que hemos gestionado mal son los que tienen íntima relación con el ADN del PP y eso, está teniendo un fatal encaje en quienes nos votan. Aborto, independentismo, política penitenciaria, política exterior y corrupción pueden situarnos en la oposición si no reaccionamos de inmediato.
Presidente, los análisis demoscópicos determinan una pérdida de entre cuatro y cinco millones de votantes a los que no les basta la magnífica evolución de la economía española para volvernos a votar. En los meses que tenemos por delante hemos de recuperarlos para que España continúe en la senda de progreso en la que hemos conseguido, por segunda vez en veinte años, situarla.
Permíteme sugerirte, en la necesaria línea pragmática en la que debemos estar todos en el PP, una serie de acciones que tienen poco que ver con la necesaria tecnocracia económica y mucho que ver con esa política con mayúsculas completamente ajena a cuestiones presupuestarias y fiscales:
- Derogar inmediatamente la ley del aborto de plazos e impulsar urgentemente una de supuestos en la línea del recurso al Constitucional que no hemos retirado. La búsqueda de consensos es fabulosa, siempre y cuando no nos condicione tanto como para que nuestra propia esencia desaparezca.
- Rescatar inmediatamente para el Estado las competencias más deficitarias de la Comunidad Autónoma de Cataluña. No podemos continuar financiando los desmanes de un gobierno autonómico autodeclarado en rebeldía.
- Establecer una hoja de ruta perfectamente definida, y ampliamente mediática, para la aplicación del 155 de la Constitución. Las buenas palabras no van a detener a los independentistas. Hemos de apoyarnos en la Ley para defender España y hacerlo sin complejos. Hay que avisar de las consecuencias a quienes se posicionan fuera de la ley y no limitarnos a esperar acontecimientos.
- Activar inmediatamente a la Abogacía General del Estado para que actúe cada vez que la Generalidad de Cataluña cometa presuntas ilegalidades de la naturaleza que sean, las cuales son escandalosamente frecuentes.
- Instar, por acuerdo de Consejo de Ministros, a la Abogacía General del Estado a que haga lo jurídica y judicialmente posible para que Bolinaga vuelva a prisión. Todos sabemos que un criminal no debe marcar la Agenda del gobierno pero un gobierno sí debe entender qué es un símbolo, sobre todo si consideramos a las víctimas del terrorismo.
- Impulsar urgente y definitivamente la pena perpetua revisable.
- Retomar inmediatamente la Doctrina Parot, obviando la posición no vinculante el Tribunal de Estrasburgo y reposicionándonos con la Justicia española.
- Acercarnos con sinceridad, admiración y máximo respeto a la Víctimas del Terrorismo y acometer sus demandas políticas y estratégicas, que son las nuestras.
- Colaborar inmediatamente con la Coalición internacional en los bombardeos contra el DAESH. Enviar medios aéreos a zona de combate. No hay que temer fotos como la de Azores.
- Evitar apoyar la creación de Estados que tienen como soporte al terrorismo fundamentalista islámico. A Hamás le importa bien poco el Pueblo palestino, de hecho lo usa como excusa para masacrar a Israel, en primer lugar, y a Europa, después.
- No volver a Cuba oficialmente sin atender prioritariamente a la disidencia de esa dictadura vigente desde hace 56 años. Reunión inmediata con la disidencia cubana en España.
- Impulsar con urgencia y aplicar todas las correctas medidas anticorrupción que hemos diseñado.
- Obviar a quienes aconsejan, y siempre lo han hecho, no acometer las sugerencias descritas.
- Publicitarlas y difundirlas con seguridad y orgullo a medida que se vayan tomando. Desterrar por completo de nuestras mentes los complejos e inseguridades que han dado prioridad a efectuar erróneos cálculos electorales. Debemos considerar que hay acciones políticas que hay que acometer independientemente de estrategias electorales y que, curiosamente, constituyen los verdaderos aciertos.
Es muy posible que dando el oportuno golpe de timón ahora, nos enfrentemos a las próximas elecciones del 2015 con garantías de éxito razonables. De no ser así, pasaremos a la oposición y entregaremos los esfuerzos de los españoles y nuestra magnífica gestión a los que siempre devastan a España, o a otros mucho peores.
No quiere más al PP, ni es menos leal a su presidente, ni ama más a España, ni respeta menos a su presidente quien dice la verdad y lo que la mayoría piensa. Es mi caso, presidente.
Recibe un fuerte abrazo y mis sinceros deseos de un próspero 2015
Sigfrid Soria del Castillo Olivares
Ex Director General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias
Ex Diputado del Parlamento de Canarias
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