Paisaje después de la batalla de las tarjetas “black” de Caja Madrid-Bankia. Parte del primer día de guerra contra la corrupción en la banca: un muerto (Mercedes de la Merced (287.900 euros) y 7 ceses: 4 PP (Cafranga, Abejas, Buenaventura y Rodríguez), 1 PSOE (Pulgar), 1 UGT (Martínez) y 1 CC.OO (Benito). Un herido: Beltrán, gerente del PP madrileño, despedido como asesor de Ana Botella pero “mantenido” aún por Esperanza Aguirre. ¿Mucho o poco? Juzguen ustedes mismos: número de consejeros de Caja Madrid: 320. Número de directivos de Bankia despedidos: 50. Coste de las “indemnizaciones” de directivos: 300 millones. Coste de las “tarjetas black”: 15,5 millones. Rescate público de Bankia: 36.000 millones (casi 6 billones de las antiguas pesetas, concretamente 5,989.896 billones). Dinero devuelto: 225.300 euros.
Esto significa que de los 36.000 millones que ha costado Bankia al erario público, solo se ha devuelto el 0.00000000006% de lo “evaporado”, y de los 370 directivos y consejeros que saquearon la caja, solo han dimitido o han sido expulsados el 1,89%. Eso sí, existe la “promesa” de PP y PSOE de que expulsarán de sus filas “caso por caso” a los 26 peperos y 16 socialistas que participaron en la quiebra, y antes de “dos meses” (3 de diciembre). IU asegura que Rubén Cruz, Castañeda y Rizaldos “ya no son militantes” (¿pueden acreditarlo?). Los más penosos son CC.OO (Baquero, Rey Viñas, Azcona, Bedia y Moreno), UGT (Martín Pascual, Abejón y Torres) y Casa Real (que no aclara la confusión que supone presentar a Spottorno como asesor de Felipe VI y ahora afirmar que “no está en el organigrama”).
Todo ello confirma lo publicado este viernes por “Espía en el Congreso” tras haber difundido en solitario una buena parte de los 8.777 correos corporativos del banquero Miguel Blesa que los medios de comunicación estaban ocultando, entre ellos los que afectaban a los propios medios y periodistas. De hecho, dos medios de comunicación mantienen como colaboradores a dos implicados: Juan Emilio Iranzo (PP) (se llevó 46.800 euros), tertuliano de “El Cascabel” (13 TV) y antes de “El gato al agua” (Intereconomía), e Ignacio Varela (PSOE) (35.700 euros), columnista de “El Confidencial.com”.
¿Por qué son renuentes los partidos, sindicatos e instituciones públicas o privadas a expulsar de manera fulminante a los corruptos cuando salen a la luz de forma abrumadora y aplastante numerosas pruebas documentales de sus delitos? La respuesta es sencilla, pero quizás poco conocida: Caja Madrid financiaba a PP, PSOE, IU, CC.OO y UGT a través de sus fundaciones, según los correos de Blesa, además de subvencionar generosamente con publicidad o con créditos a los medios de comunicación y a los periodistas, a los que invitaban a viajes y comidas de alto copete. Y los corruptos ejercían de “contacto” y “representantes”, lo saben todo. Podrían tirar de la manta y comprometer a sus líderes. De hecho, en los 10 artículos y 16 libros publicados por esta web se desvelan como detrás de prácticamente cada email se esconde un delito: abusos, desfalcos, tráfico de influencias, enchufes, robos de dinero público, subvenciones opacas, favoritismo familiar, uso de información privilegiada, malversación de caudales públicos…
Solo cinco directivos que estuvieron en Bankia entre 2010 y 2012, cuando se les preguntó por todos los gastos y no pudieron justificar su uso, devolvieron una pequeña parte del dinero: Rodrigo Rato, que reintegró 54.800 euros (aún debe 44.200); Virgilio Zapatero devolvió 27.980 de los 36.000 euros que se llevó; José Manuel Fernández Norniella, que sólo devolvió 9.700 euros de los 175.000 disfrutados en total; Ildefonso Sánchez Barcoj, que ha devuelto 90.900 euros de los 484.200 que llegó a gastar entre Caja Madrid y Bankia; y Matías Amat, que según la entidad, ha reingresado 42.000 euros de los 389.000 gastados. El resto no ha devuelto ni un euro y ni siquiera se da por aludido.
Y es que la “familia” es la “familia” y entre todos ellos se cubren: el periodista Quico Alsedo ha desvelado que una de las implicadas, Mercedes Rojo, secretaria de Esperanza Aguirre, que la ascendió a Caja Madrid con la anuencia de Rato sin apenas conocimientos contables, inició estudios de Farmacia nunca terminados y gastó con su tarjeta 119.300 euros durante ocho años. Sus dos hijas están vinculadas a la política: una es Mercedes Piera Rojo, concejala en Las Rozas, la otra es Eva Piera Rojo, viceconsejera de Economía de la Comunidad, que ahora está en el BBVA tras pasar por la conocida “puerta giratoria”.
La periodista Angeles García Portela recuerda que el marido de Mercedes, Guillermo Piera Jiménez, fue condenado por el Tribunal Supremo por fraude como subdirector general de la Fabrica de Moneda y Timbre tras pedir comisiones a las papeleras que le suministraban como concesionarias y fue expulsado como funcionario por corrupción en 1986. El marido de Eva Piera Rojo es Andrés Calvo Sotelo Ibáñez Martín, hijo del que fuera efímero presidente del Gobierno con UCD, Leopoldo Calvo Sotelo. No ha llegado tan alto como su padre pero algo le ha caído: es concejal del PP de Obras y Servicios, Participación y Distritos en Pozuelo de Alarcón (muncipio del caso Gurtel) desde el 2003 y ha trabajado más de 10 años en el Banco Santander.
Su tío es Adrián Piera, primer presidente de IFEMA. Guillermo Piera, hermano de Adrián -éste ya entonces presidente de la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid, era un empresario maderero que fue director general del Instituto de Estudios y Planificación con el Gobierno de Carlos Arias Navarro. El periodista Bonifacio de la Cuadra recuerda que durante la transición se incorporó a Alianza Popular, en donde en 1979 llegó a ser secretario general interino por dimisión de Manuel Fraga. Pero fue la victoria electoral del PSOE en 1982 lo que permitió en 1983 el acceso de Guillermo Piera al equipo directivo de la Casa de la Moneda. Entonces el pacto era AP-PSOE. Desde allí contactó con Fernando Merlo Moreno, también de 41 años, un empresario experto en el ramo del papel y de las artes gráficas, Piera inició una “nueva política de compras” del material imprescindible para la acuñación de moneda, impresión de billetes de dinero, lotería y cartones de bingo: encarecerlos con sus comisiones. El lobo en el gallinero gracias al pacto AP-PSOE. ¿Les recuerda algo a Caja Madrid?
fuente: Un Espía en el Congreso
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