Puede parecer un sarcasmo tras la conmoción provocada por su confesión de que ocultó en paraísos fiscales una fortuna durante 34 años. Pero lo cierto es que una fundación presidida por Jordi Pujol, y que lleva su nombre, recibe fondos públicos de la Generalitat para, entre otros proyectos, elaborar un "código ético para profesionales de la política". El documento, que está siendo redactado en colaboración con la Universidad Ramón Llull, sostiene que los políticos sólo podrán superar el "descrédito" actual si su conducta "se vincula estrechamente a la ética".
El Centre d'Estudis Jordi Pujol, creado en 2005 para difundir el pensamiento político del que fuera durante 23 años presidente de la Generalitat, es una fundación privada cuyo patronato está encabezado por el propio Pujol y que exhibe un apenas disimulado culto a la personalidad hacia el fundador de Convergència Democrática de Catalunya (CDC). El Gobierno catalán financia la fundación con dinero público desde su nacimiento, dos años después de que el president abandonase el poder.
La web del Centre d'Estudis Jordi Pujol recoge una selección de fragmentos de los discursos pronunciados por el mentor de Artur Mas entre 1980 y 1986, en su primera etapa al frente de la Generalitat. Un ejemplo: "Un país que no dispone en todos los ámbitos de ideas claras, valores sólidos y actitudes positivas difícilmente tendrá buena política, buena acción social y buena economía. Porque es ese sustrato ético, moral, intelectual y vital lo que da coherencia, convicción y energía a la acción de un país".
El "código ético para profesionales de la política", actualmente en fase de elaboración, es el resultado de un convenio firmado por la fundación de Pujol y la Cátedra Ethos de la Universidad Ramón Llull de Barcelona que dirige el catedrático Francesc Torralba. "El descrédito de los políticos ha crecido aún más en los últimos tiempos", se afirma en la introducción del proyecto, en el que colabora un grupo de expertos de universidades españolas, estadounidenses y británicas. El borrador del código reconoce que "el juego limpio y la honestidad" colisionan a menudo con los "intereses" políticos.
El futuro del Centre d'Estudis Jordi Pujol es más que incierto, y fuentes cercanas al patronato de la fundación creen que no sobrevivirá al cataclismo político provocado por la confesión del ex president. Pujol ya ha sido forzado a renunciar a todas las prebendas asociadas al cargo que ocupó durante casi un cuarto de siglo, incluida su pensión vitalicia y el tratamiento protocolario de molt honorable. El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, también ha anunciado que le retirará la Medalla de Oro de la ciudad.
La actividad de la fundación que aún preside Pujol está paralizada desde la semana pasada, cuando el fundador de CDC hizo público el comunicado en el que confesaba que su familia había mantenido durante 34 años, fuera de España y sin declarar a Hacienda, una herencia millonaria. Nadie respondió ayer a las numerosas llamadas de este diario al Centre d'Estudis Jordi Pujol. Tampoco hubo respuesta de la Cátedra Ethos de la Universidad Ramón Llull.
Si la fundación desaparece, lo harán también las becas de 12.000 euros que concede anualmente a historiadores, politólogos o economistas para ensalzar el legado político de Pujol. El proyecto ganador de este año lleva por título Pujol y Tarradellas. Dos gigantes en Transición. Pero parece más que probable que el ganador de la ayuda, Joan Esculies, no llegue a materializar el proyecto.
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