La Fragua de la Encarná, en Montoro, conserva la tradición de estas peculiares bodeguillas del mundo rural
Quizá sea el último ventorrillo de la provincia de Córdoba. Y está en Montoro. El Ventorrillo La Fragua de la Encarna, conserva el añejo que la familia González ha sabido conservar, ya en su quinta generación, ligada a trabajos de artesanía y forja.
Y en homenaje a Juan González Sánchez, conocido en Montoro como «el herrero de la Encarná», en el salón comedor del ventorrillo se exponen algunos de los enseres y útiles propios de las tareas de la tierra y el campo.
En torno a aquella fragua de 1913 se erigió el ventorrillo, conservando el sentido de las típicas casas de comidas diseminadas, a las afueras de las poblaciones de España, en este caso a ocho kilómetros de Montoro, por la carretera de la Fuensanta, a diez minutos del Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro.
Un lugar único
Representa este ventorrillo un mundo aparte, donde se disfruta un ambiente hospitalario y agradable, rural, campechano. Lo regenta el matrimonio de Manuel y Mariana y su hija Belén, ofreciendo su excelente gastronomía, obtenida de su propio huerto, granja y aceite, con especial elaboración en productos de la sierra, como su plato estrella: huevos de campo fritos con «de tó».
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