miércoles, 12 de febrero de 2014

Un estudio cuestiona la eficacia de las mamografías en términos de mortalidad

El diagnóstico precoz es la mejor forma de prevenir el cáncer de mama
El cáncer de mama sigue siendo el más frecuente entre las mujeres españolas
 
Realizar una mamografía anual no se traduce en una reducción en la mortalidad por cáncer de mama en las mujeres entre 40 y 59 años, ya que, su tasa de muerte es similar a la que se obtiene mediante la exploración física o la atención médica habitual. Y por ello, los autores de este seguro controvertido estudio que se publica en «British Medical Journal» que ha analizada la incidencia y mortalidad de más de 89.000 mujeres durante 25 años en Canadá, sugieren que el «valor de la mamografía en el cribado del cáncer del mama debe ser reevaluado».
Además, la investigación realizada por un equipo de la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la Universidad de Toronto, muestra que el número de «falsos positivos» o sobrediagnóstico es un 22% mayor en el grupo de cribado con mamografía que en el grupo control –atención médica habitual y exploración física-. Es decir, por cada 424 mujeres diagnósticadas hubo uno erróneo. (Un falso positivo se refiere a la detección de cánceres inofensivos que no causan síntomas o muerte durante toda la vida de una paciente).
No es ésta la primera vez que se cuestiona la eficacia en términos de mortalidad de este programas. Hace 30 años se introdujo en EE.UU. la mamografía como método de cribado o «screening» para el cáncer de mama. El objetivo de estos programas de detección del cáncer de mama, el más frecuente en las mujeres, es reducir la mortalidad a causa de este tumor a través de la detección de la enfermedad en una etapa temprana y curable. Los datos después de tres décadas de programa, según se publicaronn en «The New England Journal of Medicine» (NEJM), mostraban que a pesar de un aumento sustancial en el número de casos de cáncer de mama detectados en etapas tempranas, la mamografía solo había reducido la tasa de mujeres identificadas con cáncer avanzado de forma muy limitada. Y, al igual que el estudio canadiense del «British Medical Journal», apuntaba que había un sobrediagnóstico de la enfermedad, que representaría casi un tercio de todos los cánceres de mama diagnosticados.

Mejores tratamientos


Lo cierto es que uno de los temas más debatidos en los últimos años en términos de salud pública es la eficacia de los programas de screening de cáncer de mama en mujeres sanas, a qué edad empezarlo y cuál es la verdadera utilidad de la mamografía. En 2001, la Academia Americana de Ginecología y Obstetricia, que si bien en un primer momento aconsejaba los 50 años como la edad adecuada para iniciar dichos programas de cribado, cambió sus recomendaciones y la redujo a los 40 años y de forma anual.
Pero otro estudio publicado también en «British Medical Journal», realizado en seis países europeos (República de Irlanda, Irlanda del Norte, Bélgica, Holanda, Reino Unido y Suecia), afirmaba que los programas de cribado de mama «han tenido poco que ver con la caída de las muertes por cáncer de mama en Europa». El informe subrayaba que los programas de detección de cáncer de mama no han jugado un papel directo en la reducción de la mortalidad por cáncer de mama en los últimos años; según el documento, el acceso a un mejor tratamiento y la mejora de los sistemas de salud son las variables que más han influido en la disminución del número de muertes por cáncer de mama.
En el trabajo que ahora se publica, los investigadores han comprado la incidencia y mortalidad por cáncer de mama en más de 89.000 mujeres de 40 a 59 años de edad que participaron o no en un programa de cribado con mamografía. Las que sí, se sometieron a un total de cinco mamografías (una cada año durante un cinco años ).
Los resultados mostraron que, en los 25 años analizados, 3.250 mujeres que del grupo de mamografías y 3.133 en el grupo de control recibieron un diagnóstico de cáncer de mama; en total 500 y 505, respectivamente, facllecieron como consecuencia de ña enfermedad. «Es decir -aseguran-, la mortalidad acumulada por cáncer de mama fue similar en los dos grupos».
La edad a partir de la cual se deberían realizar las mamografías entre la población general sigue siendo un tema controvertido. En EE.UU. algunas sociedades recomiendan que se hagan en mujeres sanas a partir de los 40 años y otras a partir de los 50, anuales o bianuales. En Europa, y en España también, las recomendaciones son más conservadoras y aconsejan los programas de cribado mediante mamografías a partir de los 45 o 50 años cada dos años

No hay comentarios: