Aportaciones a planes de pensiones, cheques de comida o seguros de salud. Las empresas y trabajadores españoles tendrán que cotizar a partir de este año por conceptos hasta ahora exentos de pago a la Seguridad Social, tras una serie de cambios aprobados por el Gobierno para reforzar la sostenibilidad del sistema.
La nueva normativa, introducida a finales del año pasado pero que no había saltado hasta ahora a la opinión pública, ha sido muy mal recibida por los representantes de los empresarios, que criticaron el jueves el afán recaudatorio del Ejecutivo y auguraron un impacto negativo en la competitividad de las empresas españolas.
Los cambios, que fueron aprobados al mismo tiempo de una nueva vuelta de tuerca de la reforma laboral que eclipsó estas modificaciones, supondrán en la práctica un incremento de los costes empresariales en un momento en el que España empieza a atisbar la salida de la crisis.
"España ya es uno de los países con más cargas sociales (...) (lo aprobado supone) un aumento desproporcionado de las cargas que recaen sobre las retribuciones en especie, que eso son y no salario directo, conllevando un castigo con fines recaudatorios, con el que estamos en desacuerdo", dijo la patronal CEOE en un comunicado.
La CEOE subrayó en su comunicado que el impacto de dos años consecutivos de incremento del 5% de las bases máximas de cotización ya había supuesto para las empresas 750 millones de euros.
El Gobierno calcula que la cotización de estas retribuciones hasta ahora exentas reportaría al sistema unos ingresos adicionales de unos 900 millones de euros anuales, según la memoria económica del Real Decreto publicado el 21 de diciembre en el Boletín Oficial del Estado.
El Ejecutivo ya ha aprobado una reforma de las pensiones para tratar de garantizar la sostenibilidad del sistema ante unos retos económicos y demográficos que han disparado su déficit, que podría situarse al cierre de 2013 en el 1,8 por ciento del PIB.
El Gobierno niega impacto en las nóminas
El Ministerio de Empleo defendió que la nueva normativa mejorará las prestaciones futuras de los trabajadores al aumentar sus cotizaciones, y negó que fuera a tener un impacto directo en las nóminas de los trabajadores.
"No tiene sentido que un coste laboral tribute fiscalmente y no en términos de Seguridad Social, la empresa puede ofrecer una retribución flexible, pero no a costa de la Seguridad Social, se está homologando lo que se tributa", dijo un portavoz de Empleo. "No va a haber impacto directo en nómina".
El objetivo del Ejecutivo es que los trabajadores tengan una cobertura y una cotización equivalente a su sueldo real, que incluye en ocasiones retribuciones en especie por las que el empleado no está cotizando.
"A corto plazo habrá una retribución más transparente y a largo plazo más pensión y más prestaciones", dijo el portavoz.
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